La discrecionalidad de los alcaldes para abrir colegios en la vuelta a clases
Comunas aledañas y con similares condiciones epidemiológicas tienen a sus recintos educacionales en condiciones muy dispares. Así ocurre, por ejemplo, con La Reina y Peñalolén o Providencia y Santiago, donde las diferencias de criterios -entre alcaldes de gobierno y oposición- mantienen a algunos alumnos en sus casas, con clases remotas, mientras otros han regresado a las aulas.
El lunes 1 de marzo se dio inicio oficialmente a un año escolar aún marcado por la pandemia. De hecho, el Covid-19 llevó a varios municipios a tomar decisiones disímiles en torno a la vuelta presencial, a pesar de las recomendaciones de expertos y del Ministerio de Educación de retomar las clases en aulas y no en el computador.
Sin embargo, los distintos municipios -de gobierno y oposición- han definido sus propios términos y criterios para llevar a cabo el retorno. En algunos casos, los ediles fueron en la dirección contraria a lo que promovía Educación, pese a ser de gobierno, a la vez que ediles de oposición se han cuadrado con las directrices ministeriales.
Un claro ejemplo es lo que ocurre en las comunas de La Reina (José Manuel Palacios, UDI) y Peñalolén (Carolina Leitao, DC). En el caso de la primera, según datos del Mineduc actualizados al 15 de marzo, ninguno de sus siete colegios municipales está asistiendo a clases, mientras que su vecino tiene a los 15 colegios municipales con clases presenciales. Ambos están, actualmente, con una tasa de incidencia de casos activos similar, según el último informe epidemiológico del Ministerio de Salud (164,5 contagios por 100 mil habitantes en Peñalolén y 155,6 en La Reina).
En Peñalolén, Leitao ya había justificado en febrero en CNN la decisión: “Hay niños que no se han podido conectar, que necesitan un apoyo adicional que tiene que ser presencial. La presencialidad es irreemplazable”.
Mónica Luna, directora comunal de Educación, explica que “quisimos darles a las familias que tienen a sus hijos en la educación pública la opción de elegir si enviaban o no a sus hijos a clases, quisimos garantizar el derecho a la educación, ya sea en modalidad presencial como remota, y para eso hemos dispuesto un plan de conectividad”. Añade que “sabemos la enorme necesidad de socialización, cuidado socioemocional y aprendizaje que tienen nuestros estudiantes. Suscribimos la idea de que cuando las condiciones sanitarias lo permitan, lo primero en abrir deben ser las escuelas”.
Mientras, desde La Reina, Enrique Orrego, alcalde (S), afirma que “ante el aumento de casos en el país y los brotes que se han dado en distintos colegios, confirmamos que era clave ser prudentes y postergar las clases presenciales”.
Otro caso de comunas colindantes con decisiones disímiles están en Santiago (Felipe Alessandri, RN) y Providencia (Evelyn Matthei, UDI). Ambas comunas tienen una similar tasa de incidencia de casos positivos de coronavirus (151,5 la primera y 122,3 la segunda).
Santiago tiene a sus 43 establecimientos municipales sin presencialidad, mientras que Providencia tiene a seis de sus nueve recintos con clases presenciales, algo que, en el caso de este municipio, decidió cada comunidad escolar en particular.
“Quisimos escuchar a los padres y apoderados. Era fundamental saber su opinión sobre el regreso a clases de sus hijos. Con el resultado de dichas encuestas se realizaron Consejos Escolares en los diferentes establecimientos y, en su mayoría, determinaron regresar de manera semipresencial a clases en marzo”, explica el director de Educación de Providencia, José Antonio Tapia.
Alessandri, en tanto, justificó así la no vuelta a clases hace algunas semanas: “El año pasado fue muy complejo para todas las comunidades educativas y para las familias, por lo mismo, formamos una mesa de trabajo para analizar la mejor forma de realizar clases en cada escuela y liceo dependiente de la municipalidad. Este año continuamos conversando con las comunidades y acordamos comenzar el año escolar 2021 con clases teletemáticas”.
En otras comunas colindantes, como Puente Alto (Germán Codina, RN) y La Florida (Rodolfo Carter, independiente, ex UDI), se decidió no abrir las puertas e ir en contra de lo que recomendaba Educación. El primero tiene a sus 27 establecimientos municipales cerrados, mismo caso que el segundo, con sus 25 recintos que dependen del municipio sin abrir.
“Estamos muy conscientes de la importancia de las clases presenciales para el desarrollo de los estudiantes de todas las edades y es nuestra voluntad que esto se realice en todos los establecimientos lo antes posible. En la medida en que se ha avanzado en la vacunación de los profesores y asistentes de la educación y la infraestructura está lista, se han ido haciendo algunas iniciativas presenciales acotadas con el fin de estar cerca de los estudiantes. La mayoría de nuestros establecimientos ya están acondicionados para recibir a los niños”, señala Daniela Torres, directora de la Corporación de Educación de Puente Alto.
Janett Fernández, edil (S) de La Florida, asiente: “El fundamento de ello es el proceso de inmunización de los funcionarios de educación de la comuna, ya que para poder desarrollar las clases teníamos que contar con todos los profesionales de los colegios municipales de la comuna, y que todos estuvieran vacunados con la segunda dosis, lo que sería para la quincena de abril”.
A ellos se suman ediles de oposición de dos comunas vecinas entre sí, como Independencia y Recoleta, con tasas de incidencia de positividad prácticamente iguales (161,9 y 163,1, respectivamente), que tampoco han abierto sus puertas. En la primera está a la cabeza Gonzalo Durán (PS) y en la segunda Daniel Jadue (PC). Los ocho colegios municipales del primero y los 19 del segundo tienen sus aulas cerradas.
En Cerrillos (Arturo Aguirre, PS), ninguno de los nueve colegios municipales está con clases presenciales, al igual que en la colindante Pedro Aguirre Cerda (Juan Rozas, independiente), que tiene a sus 14 recintos con clases virtuales. En este caso, la tasa de incidencia de casos activos es bastante disímil para una misma decisión: 139,1 la primera comuna y 195,6 la segunda.
“La decisión ha sido mantener las clases en modalidad virtual, fundamentalmente por el cuidado del estudiantado, pero también de profesores y asistentes de la educación, esperando que cuando termine la segunda vacunación y todo el personal de educación de la comuna esté protegido, podamos reevaluar las condiciones sanitarias”, señala Analía Carvajal, alcaldesa (S) de la comuna.
En las colindantes La Pintana (Claudia Pizarro, DC) y La Granja (Felipe Delpín, DC), se vive una situación especial: mientras la primera tiene a sus 13 colegios municipales con clases presenciales, la segunda comuna tiene a sus 16 colegios en modalidad remota, aunque en este caso ya se comenzó a vivir el proceso de desmunicipalización de los recintos escolares, por lo que dependen de Servicio Local de Educación Pública y, en ese caso, en coordinación con el Ministerio de Salud, los establecimientos se están utilizando como centros de vacunación.
“Los centros de salud no están preparados, por lo tanto hay que buscar espacios abiertos y amplios, y esos espacios son los colegios. Lo que he planteado es que se puedan utilizar como vacunatorios hasta después de la segunda semana de abril. Eso va a permitir tener un proceso de vacunación mucho más expedito, mucho más tranquilo y sin aglomeraciones”, explicó hace poco en sus redes sociales el alcalde Felipe Delpín (DC).
Mientras, El Bosque (Sadi Melo, PS), Huechuraba (Carlos Cuadrado, PPD) y La Cisterna (Santiago Rebolledo, PPD) anunciaron que volverán a mediados de abril, cuando la inoculación de profesores se haya completado, mientras que Lo Espejo (Miguel Bruna, PPD) y Quilicura (Juan Carrasco, PC) se han mantenido con clases virtuales y no han definido el retorno. Quinta Normal (Carmen Fernández, DC), en tanto, recién evaluará a mediados del próximo mes la posibilidad de volver.
En Vitacura (Raúl Torrealba, RN), Lo Barnechea (Cristóbal Lira, UDI) y Las Condes (Joaquín Lavín, UDI) sí están con clases presenciales, mientras que Estación Central (Miguel Abdo, UDI) mantiene un sistema híbrido. Padre Hurtado (Amaro Fuentes, RN) se mantiene con clases online.
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