Ya no hay listas de guatones, chascones, colorines o príncipes. Ahora todos corren mezclados y divididos.

De hecho, las corrientes tradicionales que durante décadas lucharon para controlar la colectividad hace rato ya están desarticuladas.

Ese fenómeno volvió a quedar expuesto en la inscripción de tres listas para dirigir el partido, el pasado 23 de diciembre, luego de que fracasaran las negociaciones para conformar una directiva de unidad.

Una de las claves de esta carrera es que las dos presidenciables que cohabitaron este año en el partido, las senadoras Ximena Rincón y Yasna Provoste, finalmente no se presentaron como cartas para presidir la DC y no competirán en forma directa.

Sin embargo, ambas legisladoras, que han comenzado a encarnar las dos almas del partido (Rincón más ligada al sector moderado y conservador y Provoste como referente de los grupos de izquierda en la colectividad) están jugadas detrás de las principales listas en competencia, por lo que esta elección, a juicio de algunos militantes, también será una medición del peso interno que tiene cada una.

La rivalidad entre ambas senadoras se acentuó luego de que Rincón (quien hasta mediados de mayo figuraba como abanderada presidencial de la DC tras ganar las primarias internas) fuera obligada a bajarse para ceder su espacio a Provoste.

Según la versión que la misma legisladora del Maule relató en una carta pública, los presidentes del PS, Álvaro Elizalde, y del PPD, Heraldo Muñoz, le habían dicho a la timonel falangista, Carmen Frei, “que la única manera de ir a primarias con la DC era que yo depusiera mi candidatura presidencial”.

La apuesta de entonces era que la senadora por Atacama, cuya popularidad estaba en alza tras liderar las negociaciones para reformar el Ingreso Familiar de Emergencia, se convirtiera en una candidata que aglutinara a todas las fuerzas de la ex Concertación.

A modo de compensación, Provoste le cedió la presidencia del Senado a la senadora del Maule con el fin de dar paso a una tregua. En respuesta, Rincón le dio su público respaldo a su par de la Tercera Región. No obstante, ello no terminó con la rivalidad. El fracaso de la aventura presidencial de Provoste dio paso a recriminaciones cruzadas.

Por un lado, los cercanos a Provoste sentían que la ofensiva para lograr un cuarto retiro de ahorros previsionales no había contado con el apoyo leal de todos los senadores de la coalición. Si bien solo Carolina Goic votó en contra de la idea de legislar, Rincón era una de las que tenían dudas respecto de la pertinencia de esa reforma.

Por otro lado, tras el quinto lugar que logró Provoste en la primera vuelta, cercanos a Rincón sentían que su abanderada original habría obtenido un mejor resultado.

Esta tensión, que marcará la actual contienda de la Falange, también tiene otros componentes, como la desmoralización que existe entre antiguos militantes que han optado por renunciar a la colectividad, como los exministros Genaro Arriagada y Edmundo Pérez Yoma, tras los magros resultados electorales.

Incluso, algunos dirigentes aventuran que es posible que ciertos grupos que pierdan en estos comicios sigan el mismo camino y opten por abandonar la colectividad.

La posición que adopte la futura directiva ante el gobierno de Gabriel Boric será otra medición de fuerzas y otro factor de tensión entre las dos almas de la DC.

Tras las elecciones presidenciales y parlamentarias, algunos dirigentes falangistas promovían que Rincón pudiese encabezar una lista para presidir el partido, desafío que finalmente ella no aceptó.

En reemplazo, la actual presidenta del Senado y sus aliados propusieron el nombre de la diputada Joanna Pérez, quien fue la jefa de campaña de Rincón en su fallida aventura presidencial.

Oriunda de Rancagua, administradora pública de la U. de Concepción y magíster de Administración de Empresas de la U. del Desarrollo, por lo menos desde fines de los 90 que Pérez estaba radicada en la Región del Biobío. Fue electa en 2017 y reelecta en 2021 como diputada por la zona de Los Ángeles.

Católica, pero también muy ligada los grupos evangélicos de su región, en su partido la definen como representante del sector conservador de la DC, que se ha opuesto, por ejemplo, a legislar sobre el aborto. Es cercana a los diputados Miguel Ángel Calisto y Jorge Sabag, quienes también comparten su visión valórica y la apoyan en esta candidatura.

Además de Rincón -quien es hoy su jefa de campaña-, Pérez es respaldada por el sector del exdiputado y expresidente falangista Fuad Chahin, quien encabeza el grupo heredero de la corriente que lideraba el fallecido Adolfo Zaldívar, los llamados “colorines”. Si bien ese grupo gozaba de la mayoría en las principales instancias partidarias, hoy tampoco tiene una estructura monolítica y algunos de sus integrantes están por otras candidaturas.

A Pérez también la respaldan los senadores electos Iván Flores y Matías Walker y el diputado Gabriel Silber.

En su lista también participa el veterano diputado Gabriel Ascencio (antiguo “chascón”, el ala izquierda de la DC), el alcalde de San Ramón, Gustavo Toro, y David Morales, quien congeló su calidad de secretario nacional del partido para postular a nuevo período en el mismo cargo.

Dada la composición de la lista de Pérez, también es apoyada por antiguos militantes del sector “guatón” (conservadores) y también por una facción de los “príncipes” (hijos de dirigentes históricos).

Otra lista que se inscribió para los comicios internos es liderada por el alcalde de La Granja, Felipe Delpín, quien si bien hoy no pertenece a ninguna facción, en su juventud era parte de los “chascones” (corriente más izquierdista del partido) y luego fue parte de los “colorines”.

De hecho, llegó a ser parte de la mesa directiva de la DC que encabezada Adolfo Zaldívar.

Profesor de Física y Matemáticas en la Universidad de Talca, en 1992 fue elegido concejal de la comuna de La Granja, con una alta votación, cargo que ocupó hasta 2012. Ese año fue elegido como alcalde de la misma comuna, en reemplazo de Claudio Arriagada (DC), quien había ejercido la jefatura comunal desde 1992 y dejó el cargo para postular a la Cámara de Diputados.

Pese a que ambos eran militantes del mismo partido, Delpín y Arriagada no eran particularmente aliados. Luego de que Arriagada perdiera su reelección como diputado en 2017, intentó volver a la alcaldía de La Granja y compitió como independiente contra Delpín, quien salió victorioso de esa contienda en 2021.

Hoy el gran sustento político de la lista del alcalde de la Granja es Provoste. El jefe comunal había sido su coordinador territorial en la pasada campaña presidencial. En tanto, la senadora de Atacama se sumó como candidata a vicepresidenta en su nómina, que también es integrada por el diputado electo Héctor Barría y la actual vicepresidenta Cecilia Valdés, quien postula a secretaria nacional.

La lista de Delpín también es apoyada por la actual presidenta DC y exsenadora, Carmen Frei, y el senador Jorge Pizarro. También cuenta con respaldos en el ámbito municipal como el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz. A nivel de diputados también es apoyado por los recientemente electos Alberto Undurraga (sector príncipe) y Ricardo Cifuentes (antiguo chascón).

La tercera lista en competencia es encabezada por el expresidente de la JDC Diego Calderón, quien es acompañado por un grupo de dirigentes en su mayoría menores de 40 años.

Abogado y excandidato a constituyente es hijo de un fallecido e histórico asesor de la bancada de senadores DC, Ramón Calderón (exconcejal de Buin).

Su lista, que se presenta como una suerte de tercera vía ante la rivalidad creciente entre Rincón y Provoste, es apoyada por dirigentes de distintas corrientes, entre ellas, “chascones” y antiguos “guatones” que eran parte de la facción que liderada por Gutenberg Martínez.

El exsubsecretario Belisario Velasco (chascón) es uno de los rostros históricos que apoyan la candidatura de Calderón.

Por su parte, el senador Francisco Huenchumilla declara su simpatía por su lista, a pesar de que el parlamentario de La Araucanía fue uno de los que hicieron gestiones infructuosas para que pudiera levantarse una directiva de unidad del partido.