La historia del Guatón Carlos, el barrista de Colo Colo que tiene a ByN explicando al gobierno el paso de su cortejo fúnebre por el Monumental
Este miércoles, a eso de las 15 horas, el Cacique deberá comparecer en la Delegación Presidencial Metropolitana para explicar el paso de la comitiva que paseó los restos del barrista, miembro histórico de la Garra Blanca, por el estadio albo. La ley 19.327, relativa a la violencia en los estadios, la considera el acto como un hecho conexo al fútbol profesional. Carabineros, sin embargo, asegura que no hubo amedrentamiento, como sí expuso el Cacique.
Este lunes, Colo Colo saboreaba el triunfo sobre Palestino y preparaba los descargos que tenía que presentarle a la Conmebol por los graves incidentes en el partido frente a Monagas, por la Copa Libertadores, cuando se le abrió un nuevo flanco. Por la tarde, el cortejo que trasladaba los restos del Guatón Carlos, como era apodado por su círculo, un histórico integrante de la Garra Blanca, irrumpió por el portón de acceso a las canchas auxiliares del estadio Monumental, entre otras dependencias, como los vestuarios y las localidades del sector norte del recinto albo, entre las que se cuenta Arica, la que el occiso frecuentaba como miembro de la barra brava del Cacique.
Ahí, las versiones se separan. “Colo Colo informa a la opinión pública, que a las 13.37 horas de hoy, un grupo de 20 automóviles ingresó al Estadio Monumental amedrentando a los guardias de seguridad ubicados en el ingreso”, informó el club, a través de un comunicado público. El elenco de Pedreros explicó que la caravana, que integraban 17 vehículos y en la que llegaron unos 40 individuos, venía escoltada por Carabineros y que recorrió el recinto por unos 20 minutos.
Al final del periplo, según la versión de Carabineros, efectivos de la policía uniformada realizaron 60 controles de identidad, detuvieron a tres personas y revisaron cada vehículo, retirando de circulación a cuatro, acciones que resultarían trascendentes para el siguiente paso. Dos fueron detenidos por no querer exhibir su carnet de identad y otro por tener orden de aprehensión pendiente. Este martes se informó que se les había aplicado el derecho de admisión a 32 de los barristas que había individualizado la policía uniformada. En la práctica, eso significa que no podrán volver a ingresar a los partidos de los albos, al menos legítimamente, por el plazo que dure la prohibición. La presencia del Ardilla en el partido frente a los venezolanos pone en duda la efectividad de los mecanismos de control.
La explicación pendiente
Las imágenes contradicen la versión del club. Carabineros, también. La policía uniformada explica algo distinto a la versión de Colo Colo. Al ser consultada por El Deportivo, señala que el guardia no fue amenazado ni golpeado para ingresar al estadio y que, por ende, no se configura el delito de usurpación violenta, ilícito que daría pie a la detención. Por esa razón, no se actuó, sino que solo se realizaron controles de identidad. Otra precisión: el aviso lo dieron los guardias y no Blanco y Negro.
En efecto, se observa que el personal de seguridad abre los mentados portones sin que medie amenaza. En el club reparan en la inexistente posibilidad de resistencia de los funcionarios que los custodiaban. Lo que sí se escucha es la consideración que sus compañeros de filas le tenían al fallecido. “Déjenlo entrar, si no es cualquier barrista”, se oye en un registro. De hecho, la Garra Blanca le rindió tributo a través de sus perfiles en Twitter y en Instagram. En la primera, colgó una imagen. En la segunda, la acompañó con una semblanza. “Sin duda es una de las pérdidas más grandes de nuestra barra. Quienes conocieron al Guatón Carlos de La Caro, saben que es sin duda un referente de su barrio desde la época escolar sobre el tablón, siempre dando una mano para los más jóvenes para cualquier bus que él organizara. Es doloroso saber que no te veremos en tu plaza toda pintada blanco y negro. Duele saber que no estarás en la galería con tu morral y tú pucho en la mano”, explica la organización, dando cuenta de su relevancia.
Las autoridades, en todo caso, no estarán disponibles para atender argumentos emotivos. Los albos tienen que presentarse a las 15 horas en la Delegación Presidencial Metropolitana para explicar, precisamente, las diferencias entre las observaciones oficiales iniciales y las imágenes que, minutos después, comenzaron a circular por las redes sociales. En efecto, la ley 19.327, sobre Derechos y Deberes en los espectáculos de fútbol profesional, la evolución de la original acerca de violencia en los estadios, contempla este tipo de actividades en lo que denomina hechos conexos. Y, en ese sentido, responsabiliza a los clubes en su organización y de las eventuales consecuencias. Un buen ejemplo en este sentido son los denominados banderazos o ‘arengazos’, como los llaman en la trinchera alba.
“Asimismo, se aplicará a todos los hechos y circunstancias conexas a dicho espectáculo y, especialmente, a los ejecutados en el transcurso de entrenamientos, animaciones previas, celebraciones, venta de entradas, uso de los servicios de transporte público remunerado de pasajeros y desplazamientos de los equipos, de los asistentes, de los medios de comunicación y otros intervinientes a los recintos deportivos y lugares de concentración, anteriores o posteriores a un evento deportivo, que tengan como motivo o causa principal los espectáculos antes referidos”, sostiene el cuerpo legal ya en su primer artículo. En el tercero, se apunta la obligatoriedad de elevar las respectivas denuncias. “Denunciar, ante la autoridad que corresponda, los delitos que presenciaren o de los que tomaren conocimiento con ocasión de los espectáculos de fútbol profesional o hechos conexos, en especial, los que les afectaren a ellos o a la institución a la que representan”, sostiene.
Ahí, de hecho, se menciona la medida que adoptó el Cacique. “Los hinchas que cometan faltas o delitos en estos eventos podrían quedar con prohibición de ingreso a espectáculos de fútbol profesional”, consigna la normativa.
“Es un hecho conexo por todos lados. Tiene relación con el fútbol, que puede partir de un entrenamientos a un funeral. ¿Qué responsabilidad tiene el club? De vínculo, nada. El vínculo que está penado es entregar cosas de manera clandestina sin regularizarlas ante autoridades competentes. Lo que sí hay es una responsabilidad de Colo Colo en que tiene el deber de denunciar y el hecho conexo le da atribuciones a la policía que no tiene en la calle, como el control de identidad”, explica un conocedor de la materia. “Sería antojadizo decir que Colo Colo tiene responsabilidad. Lo que sí está claro es que la autoridad tiene que pedir explicaciones”, añade. “De Colo Colo la explicación que se espera es si sabía. Qué pasó, qué vieron los guardias para abrir la puerta. Se les va a exigir un plan de cómo va a reforzar los accesos al estadio, pero nadie está obligado a lo imposible. A nadie se le puede obligar a ser Superman. El conserje no va a dar la vida”, concluye la fuente.
¿Quién fue el Guatón Carlos?
El domingo, carabineros de la prefectura Rinconada, de Lo Espejo, fueron alertados de la llegada de Carlos Díaz González (41 años) a un centro asistencial, herido de bala y en riesgo vital. Los victimarios, dos sujetos que se movían a rostro cubierto, habían percutado, según la información policial, múltiples impactos balísticos. El Guatón Carlos fue trasladado por civiles al SAR Julio Acuña de Pinzón, de la comuna. Una vez que fue estabilizado, fue derivado en ambulancia al hospital Barros Luco, donde falleció a las 21 horas.
El barrista muerto era un personaje importante en la Garra Blanca. “Te recordaremos en cada canto y cada vez que el bombo suene para alentar a nuestro amado Colocolo ese mismo que seguiste hasta el día de tu partida”, plantean en el perfil oficial de la hinchada en Instagram. En otros reportes, circulan imágenes de Díaz con jugadores, en plena cancha del Monumental. El Guatón Carlos no tenía antecedentes penales. Y aunque en un principio, cuando se produjo el ingreso del cortejo fúnebre al Monumental, la versión que trascendió desde Colo Colo era que el barrista había muerto de causas naturales, debido a un ataque cardíaco, la información policial desestimó aquello, en otra más de las contradicciones que envuelven este suceso.
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