“Le manifestamos nuestra preocupación y desazón”: la incómoda visita del ministro Ávila a los rectores de las universidades estatales
El secretario de Estado llegó a la reunión mensual del Cuech celebrada en Aysén, donde la asistencia terminó siendo lo contrario que imaginaba el profesor de Castellano, a quien le reprocharon la actitud del gobierno para con las casas de estudio, lo que, sostienen, no se condice con el discurso que había cuando asumieron.
La del miércoles 23 de noviembre era una reunión mensual más de los rectores del Consorcio de Universidades del Estado de Chile (Cuech) hasta que una visita viró el rumbo -y el tono- de la cita: Marco Antonio Ávila, ministro de Educación, se sumó al encuentro que se desarrollaba en la Universidad de Aysén con la presencia de los 18 rectores y rectoras de las casas de estudio estatales.
El secretario de Estado se encontraba de paso por la misma región, en una minigira que incluyó visitas protocolares con alcaldes y el anuncio de que por primera vez en su historia Isla Las Huichas tendrá educación media, entre otras cosas. Y aquí las versiones son encontradas, porque mientras desde el Mineduc aseguran que la visita sí estaba programada, en el entorno del Cuech señalan que no.
Dicen algunos de los presentes que Ávila nunca se imaginó en qué terminaría esa instancia. Y que su rostro fue cambiando conforme pasaban los minutos y las intervenciones que fue escuchando.
Conocedores de la cita dicen que “si bien el ánimo del ministro era de los mejores, la sorpresa de su paso fue inesperada. Hubo malas caras y una interacción tensa”.
“Con la presencia del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, se realizó este miércoles 23 de noviembre en Coyhaique una jornada de trabajo en la que los planteles públicos de educación superior expresaron su preocupación por la complicada situación financiera a la que se enfrentan”, expresó tras la cita el propio Cuech en un comunicado, donde también deslizaban el descontento ya expuesto en esta publicación.
Natacha Pino, rectora de la U. de Aysén, se extiende: “Fue una reunión franca, directa, donde tuvimos la oportunidad de plantearle al ministro cómo nos sentíamos las universidades del Estado ante esta ley de Presupuesto que no pudo considerar muchos de los puntos que habíamos planteado. Nos parecen importante estos espacios, sobre todo cuando las universidades del Estado somos las que tenemos esta responsabilidad con el país y que trabajamos de la mano con el ministro y la subsecretaria. Necesitamos este espacio de confianza donde nos digamos las cosas con franqueza y podamos conjuntamente diseñar cómo hacemos frente a la adversidad presupuestaria, que es una realidad país, lo tenemos claro. Sin duda pensamos que la educación no puede seguir esperando. Nos pareció importante señalar nuestra disconformidad frente a lo que resultó en el presupuesto de educación superior para 2023 y que, lamentablemente, a pesar de los esfuerzos que el propio Ministerio ha llevado adelante con Hacienda, no pudimos instalar”.
Lo anterior lo refrenda Osvaldo Corrales (U. de Valparaíso), presidente del Cuech, uno de los varios rectores consultados para esta nota por La Tercera: “Efectivamente, ayer se verificó una visita del ministro de Educación al plenario del Cuech. En esa ocasión los rectoras y rectores, en primer lugar, le agradecimos el trabajo realizado con la subsecretaría, sobre todo por el aumento en $ 10 mil millones como aporte institucional. Sin perjuicio de eso, le manifestamos nuestra preocupación y desazón porque parte de ese trabajo no haya quedado reflejado en el Presupuesto, protocolo presentado por el Ministerio de Hacienda”.
Pero ¿en qué radica específicamente la incomodidad? Los motivos apuntan al Presupuesto y la intención de los rectores sobre el uso de los dineros del Fondo Solidario. El protocolo de acuerdo del mentado Presupuesto señala que “con el objeto de complementar las obligaciones derivadas de los estudiantes que habiendo sido beneficiados con la gratuidad hayan excedido la duración formal de sus carreras hasta en un año, se permitirá el uso del 35% de los excedentes del Fondo Solidario de Educación Superior de 2022″ y que adicionalmente “se permitirá el uso del 20% de los excedentes acumulados al año 2021″. Los rectores, sin embargo, querían poder usar ambos excedentes -anuales y acumulados- hasta en 35%, lo que se repuso -sin acuerdo aún y sin acuerdo no hay votos- en la Cámara de Diputados y que esperan se ratifique en el Senado. La crítica apunta a que la discusión ha quedado en manos del Parlamento y que el gobierno se desmarcó de esta arista. En el fondo, que no hubo un guiño hacia ellos. “Son señales y no hay un gesto político con la educación superior estatal”, aseguran.
“Nos llama la atención que Hacienda no incorporara esos puntos, cuando esto no irroga mayor gasto público, sino que solo permite que las estatales podamos enfrentar de mejor manera el escenario 2023, que se ve desde el punto de vista económico complicado”, dice al respecto el rector Corrales.
Así, este intento de gesto de deferencia del ministro con el Cuech al visitarlos en Aysén terminó en explicaciones sobre las prioridades del gobierno, que a juicio de los rectores no tienen relación, por ahora, con la educación superior estatal. En ese sentido, conocedores de la reunión dicen que, por el contrario, Ávila defendió la agenda del gobierno y les dijo que específicamente en el tema del Presupuesto éste no dejaría contentos a todos, asumiendo el costo político de lo que significaban las decisiones que, remarcó, le pertenecen a Hacienda. “El ministro quedó perplejo, no esperaba este encare”, señalan algunas fuentes.
Luego, agregan las mismas personas consultadas, al presidente de Cuech le tocó la parte más tensa, que era expresar el descontento, a nombre de los 18 rectores y rectoras, por este sentimiento de desazón generalizado a ocho meses de asumido el gobierno. Ahí, aseguran, Corrales manifestó que las universidades estatales se sienten “despreciadas e incomprendidas” y que lo dicho sobre el compromiso con las universidades del Estado no se ha materializado. Una rectora, de hecho, fue directa en ese sentido y señaló a viva voz: “Obras son amores, ministro”.
Tras ello, testigos del momento, cuentan que el secretario de Estado no tuvo una mala reacción, pero sí notaron que quedó contrariado con los dichos. “En el fondo, en su visita el ministro fue por lana y volvió trasquilado”, dicen los más duros consultados por La Tercera.
A pesar de todo, desde el entorno de los rectores aclaran que la relación del Cuech en general es buena con la autoridad, que lo ven un hombre cercano, abierto al diálogo y con quien se puede trabajar, lo que se ha reflejado en el apoyo a algunas cosas solicitadas. Sin embargo, esto se ha empañado, aseguran, por uno de los ámbitos más esperado por los rectores: el Presupuesto, donde sienten que no está reflejado el compromiso que el gobierno dice tener con la educación pública.
Pero no lo es todo. En la instancia, además de recordar que han intentado infructuosamente reunirse con el Presidente Boric, también aprovecharon de expresarle al ministro un tema que se arrastra hace casi tres años: la deuda de Fonasa con los establecimientos de educación superior, que según calculan los mismos asciende a $ 29.700 millones por licencias médicas impagas. “Se acabó el tiempo de guardar silencio”, fue otra de las frases que se dijeron en la instancia en Aysén. Los rectores, reflejo de su creciente descontento con la que consideran “nula” gestión del gobierno también en este ámbito y que a su vez, aseguran, refleja el descuido con la educación superior estatal, no descartan demandar al Estado por esta situación que consideran ha profundizado el deterioro de sus casas de estudio, cosa que también le deslizaron al ministro Ávila.
Con todo lo expuesto, el ministro de Educación señala que “como Mineduc hemos mantenido una relación permanente de trabajo y diálogo con el Cuech” y que prueba de ello es el trabajo que realiza la Subsecretaría de Educación Superior en el Consejo de Coordinación de Universidades del Estado y el trabajo intersectorial que el gobierno está realizando con las universidades públicas.
Al ministro se le preguntó específicamente si es que ve que los rectores no están contentos con el Presupuesto o que hayan dicho que no se ha reflejado el compromiso del gobierno con la educación pública en acciones con la educación superior y, sin descartar nada del tenor de lo expuesto, respondió: “El aporte de las instituciones públicas es clave para el desarrollo educacional, productivo y cultural del país. Es por ello que el Presupuesto 2023 considera un aumento del 15% real en el Aporte Institucional a las Universidades del Estado, siendo este el mayor incremento desde que se creó este fondo. También contempla más de $ 48 mil millones para el fortalecimiento de estas universidades, cifra que en los últimos cinco años fue en promedio de $ 30 mil millones. Además, el protocolo de acuerdo presupuestario contempla la ampliación del uso de los excedentes del Fondo Solidario, lo que permitirá a las instituciones del Cruch utilizar cerca de $ 60 mil millones adicionales”.
“Estamos trabajando en un amplio acuerdo para avanzar en las múltiples necesidades del sistema educativo en todos sus niveles, y valoramos la contribución de las universidades del Estado en estas respuestas, por ejemplo, en el apoyo a docentes en ámbito psicosocial, el plan de tutorías para recuperar las brechas de aprendizajes y el abordaje del déficit de docentes, entre otras”, concluye Ávila.
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