La inesperada defensa del PC a un quórum de 2/3 y los otros nudos que complican al oficialismo en la negociación constitucional
Con las negociaciones en "stand-by", en los partidos de gobierno todavía debe afinarse, antes del reinicio de las conversaciones, el mecanismo o quien oficiará de árbitro para el cumplimiento de los bordes constitucionales. Sin embargo, y con sorpresa en el Socialismo Democrático, el timonel comunista, Guillermo Teillier, comunicó, a diferencia de 2019, que defenderá que el nuevo órgano tenga un quórum de 2/3 para aprobar las medidas. ¿La razón? Asegurar cierto "poder de veto" en el caso de un escenario electoral desfavorable.
—Nosotros estamos por los dos tercios.
Las palabras corresponden al presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, y las lanzó el miércoles 12 de octubre durante un encuentro telemático entre los timoneles de las coaliciones oficialistas: Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático.
La cita se realizó en el marco de las tratativas para consensuar un mecanismo para darle continuidad al proceso constituyente, lo que no ha sido fácil debido a los reparos que ha puesto la oposición y las diferencias internas que ha tenido que enfrentar el propio oficialismo.
Los dichos del timonel comunista no pasaron desapercibidos e, incluso, descolocaron y sorprendieron a algunos de los presentes, sobre todo en el Socialismo Democrático. Esto debido a que el PC, en la negociación constitucional de 2019 y durante la Convención, cuestionó que existiera un quórum tan elevado, como el de dos tercios, para aprobar las propuestas del nuevo órgano redactor.
“Cómo vamos a plantear un quórum tan alto: debe ser 4/7 o 3/5, le refutó la presidenta del PPD, Natalia Piergentili a Teillier, argumentando que, incluso, para reformas actuales de la Constitución ya se rebajó a un quórum de 4/7. “No puede volver a imperar la lógica de los vetos”, insistió, según presentes en la cita.
“No nos pongamos democratistas”, dijo de forma distendida el líder del PC, desatando algunas risas de los presentes. En todo caso, la idea de Teillier, en la misma cita, encontró el respaldo en sectores de Apruebo Dignidad: el diputado Diego Ibáñez (CS) asintió.
El asombro en ciertas tiendas oficialistas no fue casual. Y es que mal que mal, la principal crítica del PC al acuerdo del 15-N fue el quórum establecido y en reiteradas ocasiones con la Convención Constitucional ya en curso, los constituyentes comunistas plantearon diversas vías para “saltarse” la norma. Incluso, en algún momento se presentó una iniciativa en la Comisión de Participación que buscaba que en caso de que exista “mayoría” entre los convencionales para realizar reformas, pero que no contaran con los 2/3, se realizara una consulta ciudadana sobre ese tema en particular.
Tras el acuerdo político de 2019, Teillier en ese entonces explicó las razones por las cuales no estampó su firma y estuvo fuera de las frenéticas conversaciones. “Nosotros dijimos que eso nos parecía muy alto porque le estamos dando poder de veto a la minoría, un tercio sobre dos tercios. Y al escuchar a algunos representantes de derecha creo que nos dan la razón, cuando dicen que no están preocupados porque con este qúorum nadie puede imponerle al otro si el otro no quiere que algo esté en la Constitución”, señaló.
Parte de lo discutido durante esa cita telemática se plasmó en un borrador oficialista sobre el mecanismo constituyente. En los comentarios de ese insumo, en el ítem del quórum se explicita que se debe analizar el poder de construcción de mayorías versus el “poder de veto”.
Esta materia, de hecho, es un análisis que han debatido en más de una ocasión en el oficialismo. La posibilidad de tener un mal desempeño electoral en una nueva elección de convencionales o redactores de una nueva Constitución, dicen, es alta. Sobre todo, agregan, luego del contundente triunfo del Rechazo en el plebiscito del 4 de septiembre.
En el mismo documento, se descartan los 4/7. “Ese es actualmente el quórum para reformar un texto constitucional existente. Lo que estamos buscando es aprobar normas sobre una ‘hoja en blanco’ en determinados temas. Por tanto, el efecto de no lograr el quórum, es que no hay norma en ese tema en específico. Pero ya que el objetivo es redactar una Constitución Política, un amplio acuerdo (alto quórum) es más razonable para dotar al texto de mayor legitimidad y transversalidad”, explican.
En todo caso, fuentes de RD señalan que en una propuesta elaborada por el abogado constitucionalista Domingo Lovera, el partido se plegaría a 3/5.
En el PC, en todo caso, dicen que su defensa a los dos tercios no pasa por un factor electoral. Aseguran que mantener un quórum más bajo, por ejemplo de 4/7, podría nuevamente agudizar posiciones como ocurrió en la Convención ya que se estaría dejando fuera, a la hora de votar, a ciertos sectores del nuevo órgano. Ya no sería tan necesarios para alcanzar un amplio consenso.
Alinear al oficialismo
Sin embargo, antes del quórum, el oficialismo debe resolver otros aspectos: quién será el “árbitro” que haga cumplir los 12 bordes constitucionales de consenso que hay hasta ahora y el mecanismo y su composición: si es 100% electo o una comisión mixta.
Por eso mismo, nada de bien cayeron en Apruebo Dignidad los descuelgues de algunos diputados socialistas que se abren a la negociación de un órgano mixto como el subjefe de bancada, Tomás de Rementería, quien planteó hace algunos días que no puede descartarse ese mecanismo a priori si ayuda a llegar más rápido a un acuerdo.
En respuesta, el jefe de la bancada, Marcos Ilabaca, replicó que “para nosotros es una línea roja que la nueva Constitución sea escrita por un órgano 100% electo”.
“Los descuadres del PS hacen que tengamos que ordenarnos como oficialismo antes del lunes”, admiten dirigentes de Apruebo Dignidad, quienes han planteado que de establecerse un órgano mixto, debe ser la ciudadanía la que escoja en un nuevo plebiscito de entrada.
Ayer jueves, el senador Juan Ignacio Latorre (RD) advirtió que “de no haber un acuerdo político, para nosotros es una línea roja el hecho de que sea un órgano 100% elegido por la ciudadanía. Ahí tendríamos que evaluar la posibilidad de un plebiscito de entrada, que obviamente hace más caro el proceso constituyente (...)”. Misma postura tiene el representante de Convergencia Social en las tratativas, el diputado Diego Ibáñez.
También han existido dificultades para “acotar el círculo” de negociadores como se planteó en un momento, estableciendo a dos representantes por cada coalición oficialista (Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático) al tener más partidos que Chile Vamos. En teoría, al petit comité negociador deberían asistir solamente Teillier, Ibáñez, Piergentili y Tomás Lagomarsino (PR). Sin embargo, Juan Ignacio Latorre o Paulina Vodanovic han continuado acudiendo a las reuniones. En Apruebo Dignidad, eso sí, señalan que es un plus la presencia de Vodanovic, quien se ha planteado con un tono más “firme” frente a la derecha.
En el oficialismo reconocen que han tenido roces y que las tratativas no han sido fáciles, justamente, porque algunos no mantienen firme sus posiciones y han concedido puntos de manera “anticipada” a la derecha. Por lo mismo, aspiran a tener una postura más clara antes de que se retomen las reuniones con todos los partidos políticos.
En el PC, al menos, hay dos materias que defenderán firmemente: que la nueva Convención tenga condiciones democráticas equivalentes, es decir, que sean 100% electos y, en segundo lugar, que se respete la soberanía de ese nuevo órgano constituyente, lo que para ellos se traduce en que si hay expertos, sus decisiones no sean vinculantes. Así, dicen que están dispuestos a disminuir el número de integrantes y los escaños reservados.
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