La lenta restauración del Bar Cinzano
Proyectada inicialmente para junio de 2021, la reapertura del emblemático local porteño se ha retrasado más de la cuenta. Y ahora será en septiembre, estima su propietario, Fernando Troncoso, con alfombra roja, bombos y platillos. La recuperación está casi lista. Faltan cambios al sistema eléctrico, para obtener la autorización de la SEC y la patente municipal. “Vamos arreglando todo de a poquito, porque aquí se escribe la historia. Se va a reabrir un local tradicional no solamente para Valparaíso, sino para el país”, dice Cone, el nuevo administrador. El bar permanece cerrado desde octubre de 2020, cuando bajó la cortina por falta de recursos, poniendo fin a 124 años de historia.
Antes de ser reconocido como restaurante y escenario de connotados músicos nacionales e internacionales, el Cinzano, inaugurado en 1896, era un bar de juegos. “De dominó y de cachos. Un bar para jugar”, cuenta su exadministrador, Jorge Campusano (83).
Eso, cuando Lino Benvenutto era su dueño. En 1977 pasó a manos de Pablo Varas Hernández, quien dijo “a esto hay que ponerle música. Arregló el segundo piso y ahí empezó el tango, la música tropical. Llegaba mucha gente”, recuerda Campusano, que trabajó desde 1968 hasta que cerró en octubre de 2020 por falta de recursos, poniendo fin a 124 años de historia.
Con su clausura, Valparaíso “perdió una joya. El Cinzano es conocido en varias partes del mundo”, asegura Campusano. Y recuerda que los clientes le decían: “Yo entro aquí y entro a otra época, otro mundo. Me emocionaba cuando decían eso”.
Esa misma sensación, de entrar a otro tiempo, es lo que busca mantener el nuevo administrador del Cinzano: Patricio González, o Cone, como prefiere que lo llamen: “Implementar tecnología, pero sin pasar a llevar nada de lo antiguo”.
González fue contactado por el actual propietario del edificio y del restaurant, Fernando Troncoso, quien el año pasado, en el proceso de liquidación del local, compró el derecho a llaves, mas no la marca Bar Cinzano, que nunca ha sido inscrita.
Así, Troncoso encargó a Cone (exdueño de la discoteca El Huevo) terminar los arreglos y agendar la reapertura -estiman- para septiembre de este año. Con alfombra roja, “bombos y platillos”, dice Cone. Entre los invitados estará el Presidente Gabriel Boric (CS) y el alcalde Jorge Sharp (Ind.).
Inicialmente, la inauguración iba a ser en junio del año pasado. Pero la restauración ha ido más lenta de lo que pensaban.
Demoras
Los arreglos en el primer y segundo piso del local están prácticamente listos: ya limpiaron, repararon y pintaron las paredes. Vitrificaron el piso. Cambiaron el techo. Limpiaron la barra y las antiguas botellas de licor. Reinstalaron cuadros antiguos, adornos y maquetas de barcos. Y reacondicionaron baños y cocinas.
“Vamos arreglando todo de a poquito, porque aquí se escribe la historia. Se va a reabrir un local tradicional no solamente para Valparaíso, sino para el país”, dice Cone.
Ahora lo que falta es equipar las cocinas -”nos han pedido cocinas de primer nivel. Aquí va a trabajar gente importante”, adelanta- y terminar de cambiar el sistema eléctrico.
Porque para terminar de remozar el Cinzano, y obtener la patente municipal que autorice su funcionamiento, el bar requiere de una certificación de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, que el año pasado cambió de norma técnica y dispuso estándares más altos de seguridad.
“Eso nos ha atrasado enormemente” -señala Troncoso, el propietario-, “pero la parte estructural está todo listo. Puedo hacerlo funcionar mañana mismo, pero no puedo sin la patente municipal”.
En paralelo, avanzan con implementar un sistema de iluminación digitalizado y de sonido analógico para los shows que se realizarán en el segundo piso -habilitado para 80 personas-. “La idea es traer a los máximos exponentes de Valparaíso. El espectáculo será importante”, dice el administrador.
El primer piso, en tanto, podrá recibir un máximo de 60 clientes y funcionará como fuente de soda: se servirán sándwiches, cafés y pasteles. También coctelería.
Además, para evitar contagios por Covid-19 instalarán un tótem para medir la temperatura en el ingreso al local, que ahora será con reservas, en un modo pospandemia dice Cone; “no será llegar y entrar. Vas a tener que inscribirte, o reservar la mesa”.
Espectáculos
La restauración ha sido minuciosa, explica Cone. “No estamos apurados”, plantea, porque quieren que quede bien y que funcione “como era antiguamente, pero con nuevos horarios y días”.
En el pasado, el Cinzano operaba de lunes a sábado. Pasaron por su escenario músicos reconocidos, como el tanguero Alfredo De Angelis, y las agrupaciones Los Jaivas, Illapu y Schwenke & Nilo. Próximamente estará abierto de lunes a lunes, y contará con espectáculos diferenciados por día. Por ejemplo, el lunes, tango; el martes, cueca; lo que irán informando a través de sus redes sociales: “Cinzanooficial”, en Instagram y Facebook.
La idea es que se presenten artistas de renombre. Como antes, recuerda Lucy Briceño -referente de la canción popular porteña y Tesoro Humano Vivo (2017)- cuando “tenía buena música. Los cantantes de tango eran buenos. Carmen Corena lo hacía todo bien”.
Corena, antigua cantante de música popular, trabajó en el Cinzano desde 1986 hasta su muerte, en 2008. A mediados de los 90, durante noviembre, se iba por un mes a Iquique. Entonces Briceño la reemplazaba en el bar. Así lo hizo durante cinco años.
El bar, recuerda, “era de primera categoría, por el público que iba, mucho extranjero (…) se cantaba mucho tango, boleros, valses, tonadas. Cuando me pedían, cantaba cueca, porque como había mucho extranjero no sabían mucho. Pero les gustaban las letras de las tonadas”. La acompañaba “El Pollito” en el piano -que sigue intacto en el pequeño escenario del primer piso-, el bandoneón, la guitarra y el contrabajo.
Otro ambiente
Pero a diferencia de esa época, el ambiente de la plaza Aníbal Pinto ha cambiado. Está más peligroso. Pedro Schulz, dueño del quiosco que está afuera del Cinzano, desde hace 25 años, no cree que el nuevo local “vuelva a ser lo que era, lo dudo, porque en este sector reina la delincuencia. Los estallidos sociales, las marchas. La gente siente temor de venir a este lado. Ayer mataron a un joven acá, de un balazo. Van seis en menos de un mes”.
El tema preocupa a Cone. La Aníbal Pinto “es nuestra Plaza Dignidad, aquí ocurre casi todo. Hace poco estaban quemando neumáticos. Si hay protestas nos va a perjudicar bastante, pero así es la cosa, ¿qué puedo hacer yo? La gente tiene que protestar de alguna forma. No me puedo meter. Pero nunca le han hecho un daño (al local). Siempre han tenido un respeto por el lugar”.
Excepto en el exterior. Aunque pintaron la fachada, ya está toda rayada. Por eso, están coordinando un diseño con un artista porteño, que pinte mural y evite nuevos grafitis.
Así y todo, pese a las demoras, el dueño del Cinzano, Troncoso, insiste en la reapertura: “Como somos dueños de la propiedad, y es un negocio tan emblemático, tan antiguo, no queremos que se pierda. Por lo menos para darle un aire a Valparaíso. Se han perdido tantos negocios emblemáticos que no queremos que este sea otro”.
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