La Moneda se aleja del peor escenario de sequía legislativa y mejora eficiencia en leyes propias

Aunque las cifras aún están lejos de ser un “diluvio” legislativo -como prometió el Presidente Gabriel Boric, en una entrevista a La Tercera el primero de mayo de 2022-, a una semana de que el Mandatario tenga que dar una nueva cuenta pública ante el Congreso, el gobierno al menos ya evidencia un alza en la elaboración, tramitación y promulgación de leyes propias.

Al igual que el fenómeno del Niño, que por ahora sólo es una amenaza de temporales sobre la capital, desde el 11 marzo de 2022 hasta el 25 de mayo de 2023, el gobierno ha presentado 87 mensajes, es decir proyectos de ley manufacturados en La Moneda y que llevan la firma de Boric (N del R: no se contabiliza último mensaje firmado por expresidente Sebastián Piñera ingresado el 15 de marzo del año pasado).

Si bien esos números están debajo de las iniciativas propias que -en igual período de tiempo- acumulaban los gobiernos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei y las dos administraciones de Michelle Bachelet y de Sebastián Piñera, gracias al repunte en el trabajo legislativo que comenzó a materializarse desde la gestión de la exministra Ana Lya Uriarte (PS) en la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), el Ejecutivo de Boric ha podido alejarse del fondo de la tabla, según la jerga deportiva.

Con sus 87 mensajes enviados al Congreso, hoy Boric supera a las 78 iniciativas que a igual fecha había presentado Ricardo Lagos en sus primeros meses en La Moneda.

No obstante, hay un dato sorpresivo que adorna aún más los mejores números del Ejecutivo. De sus 87 mensajes, 39 se han convertido en ley, es decir, tiene una eficiencia del orden del 44,8%. Ello implica que detrás hubo un trabajo político y de negociaciones parlamentarias.

Las 39 leyes propias en sus 14 meses de administración, dejan al gobierno de Boric empatado con la administración de Frei, en el cuarto lugar de normas gubernamentales que ya estaban promulgadas y publicadas al 25 de mayo del segundo año de mandato (período que coincide aproximadamente con la segunda cuenta pública de un Presidente, pues antes se realizaba el mismo día de la conmemoración del Combate Naval de Iquique).

Además, en el Ejecutivo remarcan que en esta administración también se ha preferido mantener la autoría de proyectos de algunos legisladores (ese fue el caso de la ley de 40 horas) y se ha optado por la presentación de indicaciones para patrocinar esas iniciativas. Hasta la fecha se han presentado 205 enmiendas a mociones parlamentarias, algunas de ellas ajustes leves, pero, en ciertos casos, indicaciones que reemplazan casi todo el escrito original.

A nivel comparativo, entre los gobiernos con más iniciativas presentadas a igual fecha de hoy, Aylwin sigue siendo el que tiene el mejor registro, con 196 mensajes. Le sigue Frei, con 172 proyectos.

En el tercer puesto figura el segundo período de Bachelet, con 123, y en cuarta ubicación aparece el primer mandato de Piñera, con 121.

Más abajo quedan Piñera II, con 95 proyectos (5° lugar); Bachelet I, con 94 (6° ubicación); Boric, con las mencionadas 87 iniciativas propias (7° puesto), y Lagos, con 78 (8° posición).

Si se comparan las cifras de leyes propias publicadas, es decir, proyectos enviados desde que asumieron la Presidencia y que completaron exitosamente toda su tramitación antes del 25 de mayo del segundo año de mandato, el primer lugar lo mantiene Aylwin, con 84 normas (42,8% eficiencia).

A la segunda ubicación escala la primera administración de Piñera, bajo la gestión del ministro Segpres Cristián Larroulet, con 47 leyes publicadas al 25 de mayo de 2011 (38,8% eficiencia).

En el tercer puesto aparece Bachelet II, con 41 (33,3%). Por su parte, cerca de la expresidenta quedan empatados los mencionados casos de Boric y Frei, con 39 leyes, con la diferencia de que la eficiencia del exmandatario DC era del orden del 22,6%.

En la sexta posición figura Bachelet I, con 34 promulgaciones (36,1%); séptimo queda Lagos, con 26 (33,3%), y al octavo lugar cae Piñera II, con sólo 19 iniciativas propias publicadas a la misma fecha (20% de eficiencia).

Los números bajos que exhibía el año pasado La Moneda tenían al menos dos explicaciones.

La primera de ellas fue explicitada en su momento por algunos ministros -como el entonces Segpres Giorgio Jackson- que plantearon que era mejor esperar el desenlace del trabajo que estaba realizando la Convención Constitución, el fallido órgano constituyente encargado de elaborar una propuesta de nueva Carta Fundamental. Entonces La Moneda consideraba que era mejor esperar que el texto constitucional estuviera más afinado para no chocar con planteamientos de la Convención, por ejemplo, en materia de pensiones.

Incluso, en medio de la discusión de una reforma constitucional, que daba al Presidente un nuevo instrumento para recurrir a las FF.AA. y disponer de la protección de infraestructura crítica, el ministro Jackson sugirió no avanzar con ese proyecto, ya que podría quedar derogado si entraba en vigencia una nueva Constitución. Ese llamado a inhibirse en cambios constitucionales mientras no culminara su labor la Convención, le significó a Jackson un reproche colectivo de parte de parlamentarios oficialistas y de oposición.

Sin embargo, según influyentes dirigentes oficialistas, detrás de la inhibición legislativa en los primeros meses del gobierno de Boric también predominó la cautela del ministro de Hacienda, Mario Marcel, para avanzar con reformas estructurales (pensiones y tributaria), como también en otras modificaciones emblemáticas del programa de gobierno (ley de 40 horas), en medio de la incertidumbre constitucional y económica.

A ello se sumaban otras consideraciones más estructurales, por ejemplo, el gobierno de Boric marcaba el debut de una nueva coalición política en el poder, que tampoco tenía una agenda legislativa heredada como la tuvieron las administraciones de la Concertación después de Aylwin.

Estos factores repercutieron en las estadísticas legislativas. Al 6 de septiembre de 2022, fecha en que Boric ejecutó su primer cambio de gabinete -dos días después de la derrota en el plebiscito constitucional de ese año-, su administración tenía el peor registro de presentación de proyectos propios: sólo 30 mensajes.

A igual fecha era superado, incluso, por Lagos, quien sumaba 31 iniciativas. Entonces las críticas a la sequía legislativa eran transversales en el Congreso, a pesar de que la gestión de Jackson exhibía a su favor la promulgación de 9 leyes propias.

La llegada de Uriarte a la Segpres en reemplazo de Jackson supuso un reenfoque de la estrategia de La Moneda y una de las primeras misiones de la entonces ministra fue separar aguas entre la agenda gubernamental y un eventual nuevo proceso constituyente.

En los siete meses de Uriarte como ministra, cargo que dejó por razones de salud, La Moneda presentó 47 iniciativas y promulgó 23 leyes propias (algunas ingresadas en la etapa de Jackson).

El arribo del exsenador Álvaro Elizalde (PS) a la Secretaría General de la Presidencia, el 19 de abril de este año, no implicó un cambio de estrategia de carriles separados con el proceso constituyente y, hasta ahora, se ha mantenido la intensidad del trabajo en el Congreso. Bajo la gestión de Elizalde se han ingresado 11 iniciativas presidenciales y se han publicado 7 leyes (todas ingresadas por sus antecesores en el cargo).