La mudanza del Estadio Nacional: La riña que el polideportivo le ganó al fútbol

Estadio Nacional

La U se queda sin localía para el retorno y solo podrá jugar los clásicos en su recinto habitual. La ministra del Deporte señala que "no es justo" que las demás disciplinas tengan que cerrar para que se realicen partidos en Ñuñoa.


En sus 82 años de vida, el Estadio Nacional sigue siendo el recinto deportivo más importante del país, ya que no solo es el escenario de grandes partidos de fútbol, sino también porque alberga una gran cantidad de disciplinas. Y justamente la práctica de estas últimas ha significado que el Ministerio del Deporte decidiera priorizar el uso del reducto para los demás atletas, limitando al balompié solamente para los clásicos.

“Es un prelistado que dio Estadio Seguro a la ANFP, bajo la condición de que la Sociedad Chilena de Medicina del Deporte certifique que tienen la infraestructura adecuada para aplicar los protocolos del fútbol. Y dentro de ese listado, el Estadio Nacional queda con restricción. Se puede ocupar solo los fines de semana para partidos tipo A y a requerimiento de Estadio Seguro. Y por qué la excepción. Porque nosotros defendimos el derecho a entrenar de lunes a viernes de nuestros deportistas de alto rendimiento. Hay seis recintos del Estadio Nacional donde nuestros deportistas entrenan de lunes a viernes y, cuando el fútbol ingresa, muchos de esos recintos hay que cerrarlos por toda la operación que significa levantar un partido del fútbol profesional, aunque sea sin público, y nosotros creemos que eso no es justo. Y por eso la restricción”, explica la ministra del Deporte Cecilia Pérez, quien también anunció que en septiembre el rugby pretende utilizar el reducto los fines de semana para preparar el Sudamericano de la especialidad.

Actualmente, son 74 beneficiarios con el permiso para ingresar al coloso, semanalmente, entre los que se contabilizan a los atletas y sus entrenadores, quienes ocupan el CAR, el Polideportivo, el Patinódromo, el Court Central y el sector Anita Lizana B, la Pista Atlética y la piscina. No obstante, nunca se sobrepasa el límite máximo de capacidad simultánea por cada lugar, que asciende a 10 personas. En esos lugares existe un supervisor, al que se le suma un paramédico que va rotando por cada zona de manera itinerante, con el fin de velar por el cumplimiento de los protocolos. Cada una de las personas debe responder un cuestionario online con preguntas sobre su situación sanitaria. Además, los atletas deben tener un PCR negativo para ser autorizado.

Asimismo, cada deportista cuenta con horarios específicos en los recintos deportivos, los cuales se dividen bloques de tres a cuatro horas en horario PM–AM, que están pensados también en proteger la capacidad máxima de cada recinto. Las jornadas, en términos generales, se inician a las 8.00 y terminan las 17.30, con horarios de entrada diferidos para facilitar la sanitización de recinto y que no sean de manera simultánea.

Frente a esta determinación de limitar el uso del estadio, Universidad de Chile va a tener que buscar otro escenario para disputar la mayoría de sus encuentros, a excepción del clásico frente a Colo Colo. “Ese tema tienen que definirlo internamente en la ANFP. En el fondo deben pasar la revisión de la Sociedad Chilena de Medicina del Deporte, que valida el tema sanitario de los estadios que mandamos nosotros el martes, queda un pool de estadios en los que se puede jugar”, comentan desde Estadio Seguro.

Desde el cuadro estudiantil, afirman que se encuentran en la búsqueda de una segunda opción. ¿Santa Laura? Por ahora, no hay nada. “La U no ha consultado por Santa Laura”, comenta Luis Baquedano, gerente de los hispanos. Pero es el escenario seguro al que intentarán acudir los azules. “Nos enteremaos de las restricciones al Estadio Nacional. Para nosotros lo importante es poder jugar ahí, nos sentimos a gusto, pero también seremos respetuosos de todos los protocolos sanitarios si es que no se puede. Seremos absolutamente colaborativos por el bien común que ayude al reinicio del campeonato”, señala Sergio Vargas, director deportivo estudiantil.

Los deportistas, en tanto, valoran la decisión de priorizar el Nacional para las otras modalidades de alto rendimiento. “Siempre el deporte que no sea fútbol pasa a segundo plano. Me parece bien esta decisión, es una buena medida que se priorice a los demás grupos que estamos en el Nacional. En todo caso, yo no tengo problemas con que el fútbol se juegue ahí, siempre que se tomen todas precauciones”, sostiene el patinador Lucas Silva, quien entrena en el recinto de Ñuñoa todas las tardes, entre las 15.00 y 17.30. En su caso, además, los exponentes se dividen en dos grupos de cuatro personas en el patinódromo, manteniendo una distancia de cinco metros.

En esta misma línea, Miguel Ángel Mujica, presidente del Comité Olímpico de Chile, celebra esta iniciativa desde el punto de vista técnico. “Nos parece una muy buena noticia. En Santiago, además del CAR y del CEO no existen otros recintos con esas características para que los deportistas de alto rendimiento puedan entrenar, a diferencia de estadios de fútbol, que sí hay varios más y, por lo que hemos visto, fueron habilitados por las autoridades”, señala.

El timonel también destaca los esfuerzos de las autoridades para darles cabida a las demás disciplinas. “Nosotros siempre hemos sentido que el gobierno entiende la importancia y la visibilidad de los deportes de federados, y en consecuencia este es un ejemplo más. Para todos es comprensible lo relevante que es la liga profesional de fútbol a nivel nacional, pero es una gran noticia que ambas actividades puedan ir regresando en paralelo y que eso no signifique que el alto rendimiento pierda un lugar fundamental para sus entrenamientos”, enfatiza.

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