La noche en “Las Conejitas” que ahora tiene a Coyhaique en su primera cuarentena
Al menos 60 de los 150 casos activos que hay en Coyhaique se atribuyen al funcionamiento fuera de norma de uno de los locales nocturnos de la ciudad. Además de la crisis sanitaria y económica, el caso ha provocado también un descalabro social en la ciudad. La trazabilidad dejó expuestos a las trabajadoras y los clientes del cabaret que han ido contagiando también a sus familias.
Pasó de ciudad modelo a una de las zonas que más ha retrocedido en el manejo de la pandemia. Con 303 casos confirmados de Covid-19 y 150 activos hasta ayer, la ciudad de Coyhaique es una de las zonas que más preocupa a las autoridades sanitarias y, por lo tanto, desde este viernes entrará en cuarentena por primera vez desde el inicio de la pandemia.
¿Qué fue lo que disparó explosivamente la curva en la capital de la Región de Aysén? Las autoridades de la zona apuntan a una razón principal: la marea de contagios que provocó una de varias noches sin fiscalización en el cabaret Las Conejitas.
En el ejercicio de trazabilidad, al menos 60 de los 150 casos activos conducen al prostíbulo ubicado en el 464 de calle Victoria, una de las arterias que en Coyhaique marca el inicio de la zona alta de la ciudad, la de menos recursos económicos.
Como la mayoría de los brotes en la región, la crisis en “Las Conejitas” se inició con un caso cero importado, esta vez desde la Región de Magallanes, que desde agosto ha ido subiendo su índice de contagiados.
Violando la norma sanitaria, un hombre de 63 años viajó desde esa zona hasta Coyhaique con un diagnóstico ya confirmado de Covid. Entró a la región falseando datos. Pese a tener familia residente en la región, dio un domicilio y un número de teléfono falso y evitó la cuarentena obligatoria impuesta por las autoridades de la región para todo visitante.
Una de sus primeras paradas fue la casona de dos pisos que alberga al restorán patentado por Lidia Bahamonde Bórquez que si, no fuera por los vidrios polarizados y el letrero colgante, parece más una casa habitación que un local comercial, y que es atendido por 12 mujeres de nacionalidad colombiana y venezolana.
Desde esa primera visita solo fue cuestión de tiempo. A la semana, el visitante de “Las Conejitas” se agravó y terminó en el hospital Regional de Coyhaique, donde permanece hasta hoy con ventilación mecánica.
“Él o uno de los familiares que tiene en la zona contó que había estado en ese restorán y ahí empezaron a surgir los casos de ese brote”, comenta uno de los médicos de la zona que añade que aun no se logra hacer toda la trazabilidad del caso porque el paciente no ha podido entregar su declaración completa.
A la semana se manifestaron los primeros síntomas de la mujeres del cabaret y de los clientes que fueron sus contactos estrechos. Varias de ellas resultaron contagiadas, lo que provocó un brote adicional en el restorán y cabaret Arroyo el Gato, ubicado en calle Simpson con 12 de octubre, donde también trabajan algunas.
Según comenta una de las autoridades de la zona, además de la crisis sanitaria y económica, el caso ha provocado también un descalabro social en la ciudad. La trazabilidad dejó expuestos a los clientes del local nocturno y a sus familias, que en varios casos han resultado contagiadas.
Algunos llegaron al hospital ya asumiendo que estaban contagiados. Otros se acercaron al PCR Móvil que la autoridad sanitaria instaló en varios puntos de la ciudad en atención al mapa de calor de los contagios. “Estas personas llegaban haciéndose los lesos, como que iban pasando, y después contaban que habían estado en el restorán Las Conejitas”, comenta un profesional de la zona.
El incendio también generó ruido en la comunidad de inmigrantes de la región, porque en el marco de las indagaciones de las autoridades quedaron expuestas varias de las mujeres que hasta ahora no habían comentado en su entorno que ejercían la prostitución.
Hasta ayer, el Servicio de Salud de Aysén investigaba también la posibilidad de que algunas de las contagiadas en el restorán Las Conejitas hubieran sido infectadas por una integrante de su comunidad que llegó en septiembre a la región y que también venía enferma.
Huala: “Clausuraré las patentes”
El alcalde de Coyhaique, Alejandro Huala, hoy asegura que la disposición del municipio es caducar la patente de éste y otros locales comerciales que durante la pandemia han funcionado durante el toque de queda.
“En base a la acción de la autoridad sanitaria, nosotros suspendimos la patente indefinidamente y mi intención es caducarla en diciembre”, asegura a La Tercera PM.
“Estamos haciendo la labor de fiscalización con carabineros y el ejército y la Seremi de Salud. Vamos a caducarlas todas aunque ahora no tenga las atribuciones para hacerlo y me puedan llevar a juicio”, insiste la autoridad alcaldicia.
El diputado DC Miguel Ángel Calisto apunta, sin embargo, a la gestión de Huala como la responsable de la emergencia.
“Quien tiene la facultad para fiscalizar y clausurar es la municipalidad. La autoridad sanitaria concurre cuando hay una denuncia. El alcalde es quien entrega las patentes municipales y en este caso él ha entregado patentes de restorán pero la verdad es que no fiscalizan que estos centros funciones como restoranes. Funcionan como cabaret. Son prostíbulos”, dice el parlamentario.
Calisto añade que “hay un grave problema de fiscalización porque la municipalidad no tiene fiscalizadores, los pocos que tienen funcionan hasta las cinco de la tarde. Hoy gran parte de la municipalidad está funcionando vía telemática. Yo no entiendo que el alcalde eluda sus funciones y se escude en la falta de recursos para no fiscalizar cuando lo hacen otros alcaldes con más casos que los nuestros”.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.