La olvidada cantante del himno del NO: "Sentí que habíamos sido incapaces de cambiar este país"
Rosa Escobar y Claudio Guzmán fueron las voces principales de 'Chile, la alegría ya viene', el himno que hace 30 años marcó esta inédita campaña comunicacional. Aquí, la cantante habla de su presente y de su distancia con el hito.
Rosa Escobar tenía unos 27 años cuando grabó Chile, la alegría ya viene en 1988, la canción que acompañó la franja del No, y que hoy se recuerda como un imborrable himno que acompañó la campaña, cuyo resultado terminó por sacar a Augusto Pinochet del poder.
Una participación que ella misma no duda en calificar como "fortuita", pero además, como una más de las incontables ocasiones en que puso en riesgo su vida durante la dictadura. De hecho, a ella se la escucha en la segunda estrofa de la legendaria composición, cuando dice: "Porque nace el arco iris/ después de la tempestad/ Porque quiero que florezcan/mis maneras de pensar/ Porque sin la dictadura/la alegría va a llegar/ Porque pienso en el futuro/ voy a decir que NO".
Por entonces, Escobar complementaba su profesión como ingeniera química con su participación en el grupo musical Bajo Cuerdas, creado por estudiantes universitarios en la primera mitad de la década del 80, y que llevó música de raíz a peñas, actos solidarios, reuniones de sindicatos, entre otros encuentros. Allí, Escobar integraba el coro que comprendía a unos 16 cantantes, que entrelazaban sus voces con los sonidos de jóvenes músicos que tocaban desde contrabajo a quena.
Fue una de sus compañeras, Marcela Penna (hermana de la conductora Tati Penna), la contactada por Jaime de Aguirre, coautor de este himno para la franja, con la idea de que el conjunto musical hiciera los coros.
De esa forma, una veintena de jóvenes artistas llegaron a registrar sus voces y acordes para esta inédita campaña.
En paralelo, varios cantantes fueron invitados a interpretar algunas partes del tema en solitario, y una de ellas fue Rosa. "Casi como una humorada varios hicimos pruebas para cantar como solistas. Y unos días después me dicen '¿sabes qué, Rosa? queremos que tú cantes la canción'", recuerda.
Poco antes, también de modo fortuito, el cantante Claudio Guzmán había sido elegido para interpretar la voz masculina principal del tema, a pesar de no ser un cantante tan popular por entonces: pertenecía al grupo pop QEP. "Fue elegido porque su tono de voz se asemejaba al de cualquier persona, no era sofisticado. Y la idea era esa: que cualquiera se sintiera identificado", comentó Eugenio García, director de la campaña, en una entrevista a La Tercera en 2012.
"Me lo propusieron y lo pensé bastante. Podía ser medio complicado para mi carrera asociarme a algo así, pero lo acepté por mis convicciones", comentó Guzmán en la misma entrevista.
Del mismo modo, Escobar accedió a ser la voz femenina, pero sabía lo que esto podía acarrearle: en ese momento trabajaba en el Ministerio de Obras Públicas, liderado por un general. "Era mi primera pega y estaba metida en esta cuestión, imagina lo fregado que era", comenta hoy a La Tercera.
Además, se sumaba el peso de su historia familiar: su padre, Daniel Escobar (parte del gabinete de Salvador Allende), era detenido desaparecido. "Entonces", continúa, "para mi familia también era un riesgo. No era lo mismo que nos tomaran detenidos sabiendo la historia que teníamos. (Pero) uno corre riesgo cuando siente que vale la pena". Lo mismo sintió al sumarse al comando de Recuento Paralelo, formado por un grupo de alumnos y profesores de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Chile, y que el 5 de octubre del 88 trabajó para evitar un posible manejo de los votos.
No pasó mucho para que Escobar tomara consciencia del impacto que causó la campaña comunicacional, y la canción que ella encabezaba junto a Guzmán. "No fue una cosa pensada, o no de parte del coro o de parte mía, que iba a tener esa trascendencia", confiesa.
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Rosa Escobar, a la derecha con polera negra y blusa blanca, junto a sus compañeros de la U. de Chile que integraban el Sistema de Recuento Paralelo para el NO.[/caption]
Sin embargo, poco a poco el sentimiento de esta ingeniera y cantante fue cambiando. Junto a Bajo Fondo participaron de la campaña presidencial de Patricio Aylwin, pero no llegó a más. "Después me invitaron a cantar canciones y nunca más fui. Me molesté, sentí que habíamos sido incapaces, teniendo la energía, la voluntad, las ganas de cambiar este país. Y me dio mucha lata que al final se pensara que con las campañas en las elecciones, y con un 'jingle', se pudiera convencer a gente", declara.
"El haber cantado la canción del No para mi es super importante, pero también me ha molestado muchas veces que se quiera farandulizar o instrumetalizar", agrega la artista, que en la actualidad continúa enlazando su trabajo en la ingeniería química con su pasión por la música: aún sigue reuniéndose con parte del grupo Bajo Cuerdas, que se terminó a inicios de los 90 - Escobar se retiró solo poco antes de su fin-. Con algunos se reúne los martes a tocar y cantar de manera íntima, y a recordar en ocasiones lo que vivieron en dictadura, "porque muchas veces arriesgamos el pellejo".
Pero también sigue participando de instancias masivas: actualmente es parte de un grupo llamado Coral Femenina Pneuma, compuesto por más de 25 integrantes, de todas las edades, dirigido por la artista Paula Elgueta, y cuyo repertorio comprende música sacra y música latinoamericana.
Guzmán también ha seguido ligado a la música. En los 90, el ex esposo de la conductora de TV Paulina Magnere, participó en varios festivales. El más destacado, su triunfo en la competencia internacional de Viña del Mar 1994 con su tema "El lobo". En 2001 editó el álbum romántico Para estar contigo, pero con el tiempo ha diversificado su talento en áreas como la fotografía y los documentales.
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