La reinvención de Álvaro Rudolphy: Vuelve con película propia y teleserie en Canal 13
El actor protagonizará la nueva nocturna de la señal, cuyo rodaje comenzará en los próximos meses y es la sucesora de la aún pendiente de debut, La torre de Mabel. En paralelo Rudolphy alista el estreno de Mientes, primera cinta que dirige, escribe y protagoniza, y que tendrá un estreno vía streaming el 17 de diciembre. “Es un puntapié inicial hacia un rubro que me interesa enfocar parte de mi carrera: los guiones y la dirección”, revela.
La última aparición mediática del actor Álvaro Rudolphy fue en abril de este año, cuando se confirmó su incorporación a Canal 13. Más bien un retorno luego que el artista partiera su carrera actoral en dicha estación televisiva, en 1988 con la teleserie Matilde dedos verdes.
Ahora el intérprete de 56 años vuelve a Canal 13 para protagonizar una nueva teleserie nocturna, la sucesora de La Torre de Mabel, actualmente en rodaje y con su estreno aún pendiente.
A pocos meses de comenzar esas grabaciones -desplazadas para 2021 a raíz de la pandemia-, el ex rostro de Mega afina los detalles de un proyecto igual de crucial: el estreno de la primera película que dirige, escribe y protagoniza, titulada Mientes. Una veta que espera seguir explorando y para la cual ya tiene un segundo guión listo para un siguiente filme.
Sobre su cinta -que tendrá un estreno virtual el 17 de diciembre-, su desembarco en Canal 13, y otros proyectos que amasó en pandemia, habla el actor con La Tercera.
¿Cómo surge este proyecto cinematográfico donde lidera gran parte del proceso creativo?
Esto nace de una obra de teatro que hice hace poco con Christian Zúñiga, que se llamó El Bar, y a raíz de esta obra y de comentarios de los espectadores, que la encontraban súper cinematográfica. También era un anhelo que tenía hace mucho tiempo de poder escribir un guión cinematográfico, y adapté esta obra a un guión. Obviamente tenía que hacerla yo, dirigirla yo, porque encuentro que nació de mi, y que yo tenía ya bastante claro: a medida que íbamos haciendo las funciones siempre iba imaginando cómo lo haría en cine y así fue como se dio. Pensé que era bueno estar en la mayor cantidad de las área posibles, un poco para probarme y tener un puntapié inicial hacia un rubro que me interesa enfocar parte de mi carrera, que son los guiones y la dirección. Es una veta que empieza a surgir y que creo que puede tener buenos resultados.
¿Y cuál es la trama principal? ¿Es tal cual la obra?
Esto es una suerte de comedia de humor negro con un poco o bastante sarcasmo. Es una película más bien íntima y habla de la mentira, de cómo en esta sociedad nos hemos ido acostumbrando a la mentira, es parte ya por decirlo de alguna manera de nuestra forma de relacionarnos. En este último tiempo, y hace un rato, que nos hemos dado cuenta que todos los referentes religiosos, políticos, sociales, culturales en los cuales creíamos, han sido mentiras. Esto es un poco eso: un problema micro de un problema macro. Son dos personajes y lo que los une a ellos es una gran mentira, un triángulo amoroso: ellos comparten supuestamente una misma mujer. Yo hago a uno de los personajes y el otro lo hace Christian Zúñiga. También está José Antonio Raffo, que es el mesero, y que también está ahí metido, y no sabes si es cómplice o no de estas mentiras, y le da mucho el tono de comedia a la historia.
La cinta fue grabada hace un año, en pleno estallido social. ¿Cómo fue ese proceso?
Se grabó a finales del año pasado, en pleno estallido. Yo venía trabajando en la preproducción hace un tiempo y teníamos esas fechas que fueron las tres primeras semanas de noviembre, y ahí la hicimos, nos encerramos en ese espacio, en este bar, y ahí durante 17 jornadas sacamos la película. Obviamente que las cosas, sobre todo el tema de los desplazamientos, coordinar todo el equipo, los espacios, se hizo más dificultoso, pero en ningún caso fueron impedimento. Estábamos en este espacio encerrados 10 horas diarias y teníamos que hacerlo.
La cinta también ha tenido que hacer frente a la pandemia, pues de hecho su estreno será virtual, ¿cómo ha tomado eso?
Son las reglas del juego que hay en este momento. Claro, no va a ser un estreno presencial porque las condiciones no están dadas para eso, las salas de cine están cerradas, y la manera de poder mostrar el trabajo de uno sin que quede detenido en el tiempo es adaptarse a esta nueva forma y a esta nueva plataforma que es este cine vía streaming. Claro hay una suerte como de pucha, me habría encantado estar presencialmente con todos los que uno quiere y le importa que estén en un estreno de uno, eso se pierde, pero quizás más adelante podamos hacer algo. Pero yo creo que hay una ventaja en estos estrenos online que es la posibilidad que tienen muchos espectadores de estar en un estreno. Además puedes llegar a lugares donde hoy en día, incluso en nuestro país, no hay salas de cine ni de teatro. Y a eso se suma que con las películas chilenas tienes que competir con producciones internacionales que vienen con una maquinaria detrás, entonces poder entrar con una película chilena a un circuito de salas de cine a veces es imposible y muchas películas nunca pudieron ser exhibidas en el cine ni tuvieron cabida, o si tuvieron cabida estuvieron en muy malos horarios, en cines perdidos. Con esto eso se democratiza y puedes llegar a todos.
Retomando el tema de la pandemia, ¿cómo vivió el confinamiento? ¿Pudo seguir con sus proyectos o debió posponerlos?
Yo creo que como todos, con una montaña rusa de emociones. Ha sido sin duda un periodo en el que ha habido que adaptarse y acostumbrarse, y hacerse a la idea de algo que era impredecible, que tiene esta suerte como de desconcierto, de no tener idea de qué va a pasar, mucha inseguridad. Así que a reinventarse, acomodarse y replantearse y seguir para adelante. En esos días, aparte de la película que me tomó gran parte del tiempo en la posproducción, que por suerte se puede hacer online, también estuve en una obra de teatro con la Ingrid Cruz que se llamó Háblame, que la produjo el Ictus. También escribí otra obra que vamos a estrenar apenas se pueda, enero o febrero, y además con mi llegada a Canal 13. He estado ahí en conversaciones respecto a la teleserie, al personaje, varias reuniones virtuales y presenciales, así que por suerte he tenido actividad.
¿Qué nos puede adelantar de esta teleserie?
Es la nocturna que viene después de La Torre de Mabel. Es un thriller, y las grabaciones van a partir el primer semestre. Igual ahora para el primer semestre falta tan poco. No es mucho más lo que se puede contar. Las productoras ya llevan un carrete en cuanto a los protocolos, cuidados, sanitizaciones (con La Torre de Mabel) así que se agarró una mecánica y una dinámica que funciona para poder hacer productivas estas grabaciones, que es lo más importante. Y me da confianza, he hablado con algunos colegas que están grabando y al principio es un poco desconcertante pero te vas acomodando. Y como digo cuando uno hace teleseries se acomoda a todo.
Se sabe que su lazo con Canal 13 no se reduce solo a esta ficción, sino que habrá más proyectos como una futura serie y una coproducción cinematográfica, ¿en qué está todo eso?
Con el canal estamos empezando una buena y espero fructífera relación. Hay mucha disposición del canal para hacer muchos proyectos y estoy ahí con ellos. Ha sido bastante grato este reencuentro, bueno y alentador, así que sí, sin duda van a aparecer más cosas, pero por el momento centrado en esta nocturna. Todo eso (otro) está en carpeta, en pauta, en proyecto, pero sí, espero además poder hacer alguno de mis proyectos en conjunto con el canal, pero se va a ir viendo ahí.
Por estos días se cumple un año de su salida de Mega, donde estuvo cinco exitosos años. ¿Cómo ve esa decisión ahora?
Bien, no he hecho un análisis muy profundo porque tampoco creo que lo amerite. Estuve en Mega, hice lo que tenía que hacer, cumplí un ciclo. Es parte de la evolución de uno como persona y como actor. Fue una buena experiencia y ahora estoy aquí en Canal 13 dispuesto a dar todo lo que pueda entregar.
Sobre su salida, trascendió que una de las razones fue una petición de rebajar su sueldo, ¿eso fue así?
No, para nada. Fue una conversación que tuvimos al interior del canal. Pedí salir y me dejaron salir y así se dieron las cosas. No hubo ni conflictos ni enredos ni nada, fue algo bastante civilizado, con mucho respeto, cariño y comprensión de ambas partes. Fue solo un cambio.
¿Cómo ha sido volver a Canal 13 en estos meses, considerando que la señal vive una situación compleja, una crisis de audiencia que está intentando sortear?
Creo que esas crisis, o no sé si será realmente una crisis… Audiencias más o audiencias menos, todos los canales las han vivido, y todos los canales han seguido, han estado arriba de la rueda y después más abajo, al medio, etcétera. Canal 13 es un canal que tiene una historia muy potente, es una marca potente, y lo sigue siendo independiente de que a veces la audiencia sea un poco menor o un poco mayor. Es un canal que está en el ADN de la gente. Entonces uno dice claro, puede que quizás no sea el número uno en rating pero no es tan relevante como lo que significa la marca Canal 13, y creo que es una marca muy potente, y eso hace que se sostenga y se pueda seguir sosteniendo en el tiempo y más adelante pueda volver a brillar y esa es la idea, volver a liderar. No es un canal que vaya a morir, es un canal que tiene su peso y ese peso se nota.
Lo que ha sido transversal es la crisis de las áreas dramáticas en los canales: algunas desaparecieron, como en TVN, y en los otros se ha optado por externalizar, ¿qué opina de eso?
Yo creo que es un reflejo de los tiempos, me parece que tiene toda la lógica del mundo y obviamente que es una industria que se acomoda según se vaya modificando globalmente el sistema. Y me parece que es lo que hay que hacer porque si no se externaliza las producciones capaz que no se pudiesen hacer. Si la manera de poder tener ficción de la buena, productos nacionales, ya sean series, teleseries, diversos programas, lo mismo que una película, si necesitas externalizar para seguirlo haciendo, prefiero eso a que no se haga. Incluso pienso no sé cómo no ocurrió antes. Uno tiene que acostumbrarse a este nuevo sistema pero a la larga puede ser mucho mejor, se pueden más cosas, mejores cosas.
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