La reservada cita en que Boric, Elizalde y Soto hablaron del 5-S y el ‘deadline’ que asoma en el oficialismo para un acuerdo
Hasta La Moneda llegaron esta mañana los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados para reunirse, de manera privada, con el Mandatario en la antesala del plebiscito de este domingo. En la cita, según quienes conocieron de su contenido, se habría hablado de la necesidad de que exista una coordinación tripartita entre el Ejecutivo y ambas cámaras para convocar a un gran consenso, gane el Rechazo o el Apruebo. En paralelo, en las coaliciones de gobierno ha comenzado a discutirse, en caso de que no se vise la propuesta constitucional, la necesidad de alcanzar un pacto rápidamente -algunos empujan que sea antes del 11 de septiembre- que establezca reglas claras para una nueva Convención.
Ingresaron de manera reservada, buscando no ser vistos por la prensa. Así llegaron a La Moneda este jueves en la mañana los presidentes del Senado y la Cámara de Diputados, Álvaro Elizalde (PS) y Raúl Soto (PPD), respectivamente, para sostener un encuentro privado con el Presidente Gabriel Boric.
El objetivo de la cita, en la que solo estuvo Boric por parte del Ejecutivo, fue para abordar el escenario que se abrirá luego del plebiscito de este domingo 4 de septiembre. Esto, en un contexto en que ha ido tomando fuerza la idea de que se imponga el Rechazo en los comicios.
En esa línea, según quienes conocieron del encuentro con Elizalde y Soto, se habría hablado que -aunque gane el Apruebo o Rechazo- debe haber una coordinación tripartita entre el Ejecutivo y ambas cámaras para convocar a un gran consenso luego de los comicios, en el cual también participen los partidos políticos y otros sectores como centros de pensamiento y la sociedad civil.
Según trascendió, en la cita también se habría discutido la idea del Mandatario de convocar a una gran reunión transversal -que incluya oficialismo y oposición- el lunes en La Moneda para abordar la materia y alcanzar un acuerdo rápidamente.
“Chile decidió en el plebiscito de octubre del 2020 tener una nueva Constitución. Y decidió que esa nueva Constitución, tenía que ser escrita por un órgano especialmente electo para ese fin. Y ese mandato sigue vigente. Si eventualmente llegara a ganar el Rechazo, que es legítimo, hay que continuar con ese mandato del pueblo”, dijo el Presidente Boric, en entrevista con la revista Time, publicación que se conoció este miércoles.
En tanto, de ganar el Apruebo, el Mandatario ya ha deslizado a su entorno que convocará a un consejo asesor transversal para apoyar la implementación de la nueva Constitución.
¿Acuerdo antes del 11 de septiembre?
Las conversaciones continuaron esta semana en el Congreso Nacional en Valparaíso. Ahí, todavía de manera informal, distintos personeros del oficialismo y la oposición nuevamente acercaron posiciones para alcanzar un acuerdo en caso que gane el Rechazo en el plebiscito.
Pese a que públicamente prefieren no abordar la materia, en privado los diálogos siguen desatados. Lo que estaba sobre la mesa hace unos días es que hay consenso en que se elija a un nuevo órgano constituyente y que se pase directo a él -a través de una reforma constitucional- sin necesidad de un plebiscito de entrada.
Junto con eso, la idea es que se mantenga la paridad, pero que la participación de independientes sea acotada y que los escaños reservados sean proporcionales. También se instaló la opción de que los nuevos constituyentes sean elegidos en una lista nacional cerrada, es decir, no habría candidatos distintos por cada territorio, ni separación por distritos. Todos los electores votan por candidatos que compiten por todo el país.
Dentro de los interlocutores, en la Cámara Alta, se encuentran Elizalde (PS); los senadores PPD Jaime Quintana y Ricardo Lagos Weber; los timoneles de la UDI, Javier Macaya, y el de RD, Juan Ignacio Latorre, y los senadores Luciano Cruz-Coke (Evópoli), Juan Antonio Coloma (UDI), José Miguel Insulza (PS), Ximena Rincón (DC), entre otros. Mientras que en la Cámara de Diputados se encuentran Soto, Francisco Undurraga (Evópoli), Diego Schalper (RN) y Jorge Alessandri (UDI), entre otros personeros.
En estos últimos días, con la idea de competir en una lista nacional -donde en el Socialismo Democrático hay consenso y creen que hay margen de alcanzar un acuerdo rápidamente con Apruebo Dignidad-, han comenzado a ser discutidos otros temas al interior de las coaliciones de gobierno. Primero, si es que competirán unidos como una coalición oficialista y, en segundo lugar, respecto a los plazos para alcanzar un pacto luego de los comicios.
Respecto a los plazos y un deadline para alcanzar un acuerdo, en el Socialismo Democrático en general hay consenso que debe hacerse “rápidamente” tras los comicios. Así, en el PPD transmiten que hay un “sentido de urgencia” y que el plazo crucial es concretarlo antes del 11 de septiembre debido a la connotación histórica que tiene la fecha. La rapidez para un consenso, de hecho, es compartido por sectores del PS.
“Lo lógico es que el Presidente Boric, después del domingo 4, pueda hacer su ajuste de gabinete y tratar, con el oficialismo y la oposición en el Congreso, un nuevo acuerdo para implementar el Apruebo o un nuevo proceso si gana el Rechazo. Tiene que haber bases de un acuerdo lo más transversal posible. Lo ideal, lo lógico es que fuera antes del 11 de septiembre, las bases generales, no el detalle. De modo de dar señales de tranquilidad en el proceso que venga, cualquiera sea, marcar un itinerario y luego abocarse a la gobernabilidad”, dijo el senador socialista Juan Luis Castro.
En todo caso, hay quienes en el socialismo estipulan necesario darse un tiempo suficiente para que la negociación salga bien y no presionarla. “Si hay que darse más tiempo, se hará”, advirtieron. Por lo mismo, agregaron que si la idea es apurar la negociación, lo solución más simple sería aplicar el mismo modelo de elección de los diputados.
En Apruebo Dignidad, el presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, indicó que “estamos convencidos de que va a ganar el Apruebo y no será necesario llegar a este tipo de acuerdos”, pero que, de ganar el Rechazo, “el Servel ha dicho que una nueva elección tardaría al menos 125 días, por tanto, hay tiempo para llegar a un acuerdo en el Congreso, aprobar las leyes en ambas cámaras y convocar a elecciones en ese plazo de 125 días. Acá, por tanto, los tiempos no los marca el Socialismo Democrático, yo sé que hay mucha ansiedad de algunos actores por llegar a acuerdos rápidos con la derecha”.
En el gobierno, en todo caso, algunos dicen en privado que alcanzar un acuerdo no puede pasar más allá de la próxima semana, en caso que gane el Rechazo.
En el Socialismo Democrático, en todo caso, afirman en privado que esperan tener para la noche del 4 de septiembre un itinerario claro para los días que siguen, gane el Rechazo o el Apruebo, pero, sobre todo, en el primer escenario, donde algunos apuestan a que durante esa noche se tenga un consenso de la coalición sobre el mecanismo y los plazos.
En el sector, además, transmiten que en las conversaciones que han tenido con personeros de derecha, durante los últimos días, ellos les han transmitido que igual requerirán tiempo para alinear a sus filas en una fórmula, por lo que no podrán abrazar un consenso inmediato, lo que en el oficialismo algunos consideran que es razonable.
Sobre las listas nacionales, en el PPD y en algunos sectores del PS transmiten que, en ese escenario, lo mejor es ir en un solo pacto. En la última colectividad, eso sí, agregan un pero: primero priorizarán al Socialismo Democrático y, en caso que se les reconozca “la contribución del sector”, estarán dispuestos a una unidad más amplia con Apruebo Dignidad.
En esa línea, si bien algunos mantienen su preferencia por listas nacionales y cerradas, prefieren que cada partido compita por separado. Ese modelo, dicen, permite aplicar de forma más simple la paridad, al haber una conformación de “cebra” (mujer-hombre-mujer-hombre) de las nóminas. Por el contrario, la lista abierta, si bien permite la competencia, obliga a aplicar un mecanismo de corrección que puede dar paso a que un candidato (a) menos votado (a) sea electo (a) exclusivamente por la cuota de género. No obstante, la lista cerrada dificulta la conformación de pactos, porque se genera un tensión para definir el orden de qué partidos van más arriba en la nómina.
En el Partido Liberal -que también pertenece al Socialismo Democrático- sostienen que aún están evaluando la idea de las listas nacionales y que, en principio, la idea no les convence del todo.
El PPD tiene una propuesta sobre la materia, que dio a conocer La Tercera hace unos días, lo que ocasionó la molestia de Apruebo Dignidad debido a que consideraron que se estaban poniendo anticipadamente en un escenario de derrota. Por lo mismo, en el sector han mantenido en reserva todas las tratativas.
En la derecha, por otro lado, han comenzado a surgir dudas sobre la idea de listas nacionales cerradas porque creen que “innovar” podría terminar teniendo un costo para el sector. Por lo mismo, entre sectores de RN y Evópoli ha comenzado a tomar fuerza la opción de listas regionales cerradas, lo que permitiría presentar candidatos por zona.
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