La ruta de los que no firmaron el pacto del 12-D: qué harán los republicanos y lo que queda del PDG
Desde el partido fundado por José Antonio Kast existía consenso de que debían participar en las elecciones del Consejo Constitucional, mientras que en el Partido de la Gente sufrieron la baja de tres diputados.
“La última vez que esto estaba tan lleno, Gonzalo de la Carrera le había pegado a alguien”. Eran las 12:30 y el comité del Partido Republicano rebosaba de gente que se aglomeraba para poder ver al excandidato presidencial, José Antonio Kast, quien había arribado al Congreso.
Su visita formaba parte de una arremetida de Republicanos para transmitir un mensaje: su oposición al acuerdo firmado ayer para dar paso a la elaboración de una nueva Constitución.
Los republicanos se restaron del proceso de discusión, argumentando que no era necesaria una nueva Constitución y que cualquier cambio se podía hacer a través de reformas constitucionales desde el Parlamento. Y hoy anunciaron públicamente que votarán en contra la reforma constitucional del acuerdo.
De ahí que con la firma de ayer del tratado, los republicanos comenzaron a analizar qué postura adoptar frente al inminente proceso que se espera que comience en enero del próximo año.
La posición que se adoptó -y que posteriormente fue transmitida en un punto de prensa de Kast con los diputados- es que si bien el partido se restó del proceso, de igual manera van a competir en las elecciones de consejeros de abril a fin de influir en el debate y enfrentar a la izquierda. Eso en la misma línea que el pasado plebiscito de entrada, en el que si bien estuvieron por el Rechazo, de igual manera luego participaron con candidatos en la Convención Constitucional.
De todas maneras algunas voces dentro del partido querían restarse de las elecciones, pero eran las más duras. El partido tuvo una serie de reuniones en el Congreso con Kast -acompañado de la timonel del partido, Ruth Hurtado, y el secretario general, Arturo Squella-, en la cual finalmente adoptaron la decisión
“Somos contrarios a una nueva Convención”, dijo este martes el jefe de bancada, José Carlos Meza.
Los republicanos ya habían arrojado luces anteriormente, como la entrevista que dio Kast a La Tercera el domingo pasado, en la que sostuvo que “si el Congreso decide iniciar un nuevo proceso constituyente, vamos a hacer todo lo posible por evitar que la izquierda imponga su proyecto refundacional, y eso significa disputar todos los espacios”.
En ese sentido, la idea es llevar candidatos, para lo que deberán analizar una posible alianza con Chile Vamos. Algo que también se encontraban evaluando en el partido, mientras que en la UDI, RN y Evópoli había disponibilidad para un posible acercamiento y emplazaron a republicanos a unirse en una sola lista.
Por su representación parlamentaria, además, Republicanos podría eventualmente tener espacio para la designación de uno de los 12 expertos nombrados por la Cámara de Diputadas y Diputados, algo que dijeron también van a considerar.
“Si esta reforma constitucional pese a la oposición de nosotros sigue avanzando y hay elecciones en todo Chile, nosotros vamos a competir”, dijo Squella.
Republicanos además evaluaba cómo influir en la discusión de la reforma constitucional que habilita el nuevo proceso y que requiere de 4/7 para ser aprobada, un tema que se encontraban hablando con los abogados técnicos del comité. Una idea que ha tomado fuerza es la de presentar indicaciones para tratar de regular el contenido de materias que no gustan, pero hasta ahora no ha habido claridad dado que la reforma constitucional aun no ha ingresado.
La apuesta del PDG
Fue anoche cuando en una comisión política extraordinaria el PDG resolvió no suscribir el tratado constitucional. “No quisimos firmar el acuerdo porque mantuvimos nuestra propuesta de mantener un plebiscito de entrada. Anoche me llamó el presidente de la Cámara de Diputados invitándonos a firmar, pero ya cuando estaba todo cerrado. No corresponde”, dice el presidente del PDG, Luis Moreno.
En esa colectividad existía molestia con el acuerdo, del cual acusaron que era una “cocina” política. Pero de todas maneras querían participar con candidaturas. “No obstante, nosotros sí de todas formas vamos a participar igual que todos los partidos, si se llega a llevar a cabo. Vamos a trabajar directamente con nuestros candidatos”, agrega.
Moreno junto al secretario general, Emilio Peña, se trasladaron hasta el Congreso Nacional para afinar detalles de lo que haría el partido. Además tenían planes de hacer una consulta digital a su militancia para abordar qué pasos seguir en medio de una nueva crisis detonada por la renuncia de los diputados Yovana Ahumada (jefa de bancada), Víctor Pino y Roberto Arroyo, quienes acusaron mala conducción de la directiva y hostigamientos de su compañero de bancada Gaspar Rivas.
A eso se suma además que Gloria Naveillán y Enrique Lee también abandonarán el comité del PDG en su calidad de independientes, por lo que se redujo el número de diputados, quedando solo algunos, como Rubén Oyarzo y Karen Medina. Ello reduce las posibilidades del PDG de optar por la designación de un experto.
Dentro de exintegrantes del PDG tenían pensado participar en la discusión constitucional, presentando indicaciones o invitando a expertos a exponer a fin de dilatar el proceso.
La idea es que el proyecto que habilite un nuevo proceso constituyente ingrese con discusión inmediata, pero estas fuentes sostienen que buscarán hacer demorar su tramitación a fin de complicar el calendario del proceso que comienza en enero del 2023 con la elaboración de un anteproyecto por parte de expertos.
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