La salida de Raúl Castro, el rumbo de la economía y la relación con EE.UU.: las claves del VIII Congreso del PC de Cuba

Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y expresidente, saluda a los miembros de la colectividad en la sesión inaugural del VIII Congreso del PCC, mientras el Presidente Miguel Díaz-Canel aplaude en el Palacio de Convenciones, en La Habana. Foto: AP

Con el traspaso del mando del partido al Presidente Miguel Díaz-Canel, el país dejará de tener a un Castro como máximo líder por primera vez en 62 años.


“Nada, nada, nada me obliga a esta decisión... mientras viva estaré listo con el pie en el estribo para defender a la patria, la revolución y el socialismo con más fuerza que nunca. Viva Cuba libre, viva Fidel, patria o muerte”. Emocionado ante el aplauso de sus correligionarios reunidos en el Palacio de las Convenciones de La Habana, el líder cubano y exmandatario, Raúl Castro, anunció este viernes que renuncia como máximo dirigente del Partido Comunista de Cuba (PCC). Su salida pone fin a una era de liderazgo de los Castro desde el triunfo de la revolución en 1959.

“En lo que a mí se refiere concluye mi tarea como primer secretario al comité central del Partido Comunista de Cuba con la satisfacción de haber cumplido y la confianza en el futuro de la patria”, señaló Castro durante un informe de apertura del VIII Congreso de la organización.

El general de 89 años dijo que tiene la satisfacción de retirarse como jefe del poderoso Partido Comunista y entregar el cargo a un grupo de dirigentes “llenos de pasión y espíritu antimperialista y sabedores de que representan la continuidad de la Revolución”, según consigna la estatal Agencia Cubana de Noticias. Castro aseguró que tomó la decisión “con la meditada convicción de no aceptar propuesta para mantenerme en los órganos superiores de la organización partidista en cuyas filas continuaré militando como un combatiente revolucionario”.

Su salida se hará efectiva el lunes, al cierre del congreso y cuando se elijan las nuevas autoridades partidarias, que se espera que esta vez sean encabezadas por el actual gobernante Miguel Díaz-Canel.

Según Cubadebate, el encuentro quinquenal de los comunistas cubanos “centrará su mirada en asuntos medulares de la vida política, económica y social del país, entre los que resalta la conceptualización del modelo económico y social de desarrollo”. El VIII Congreso del PCC, marcado por la salida de Raúl Castro del poder, también encuentra a un país sacudido por una profunda crisis económica y la reciente llegada del internet móvil.

La partida de Raúl

Durante el primer congreso del PCC, en 1965, Fidel Castro anunció la despedida de Ernesto “Che” Guevara, y 56 años más tarde fue el turno del hermano menor del fallecido líder de la revolución. Tres años después de haber dejado la presidencia de Cuba, Raúl Castro pasará el cargo de primer secretario del PCC al Presidente Miguel Díaz-Canel. El exmandatario ha dicho que se retira “sin el menor atisbo de tristeza o pesimismo”, y se dedicará a “cuidar nietos” y leer.

Raul Castro
Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y expresidente, asiste a la sesión inaugural del VIII Congreso del PCC, en el Palacio de Convenciones de La Habana. Foto: AP

Esto significa que, por primera vez en 62 años, el máximo líder del país no tendrá el apellido Castro. Tras la revolución de 1959, Fidel fue la máxima figura hasta 2006, cuando cedió el puesto a su hermano Raúl por enfermedad, quien fue mandatario entre 2008-2018, y en 2011 tomó las riendas del partido.

“Los efectos simbólicos de la salida de Raúl del poder en Cuba durante el congreso del Partido Comunista de Cuba son profundos. Por primera vez en 62 años no habrá uno de los hermanos Castro al mando del país”, explicó a La Tercera Jon Lee Anderson, periodista de investigación estadounidense y autor de Che Guevara: Una Vida Revolucionaria (1997).

Aunque esto le dará más libertad de acción a Díaz-Canel, los analistas piensan que el exmandatario cubano seguirá presente y siendo parte de la toma de decisiones. De hecho, Jon Lee Anderson reconoce que, “en términos prácticos, no se pueden percibir intenciones de cambios bruscos próximamente”.

“Pase lo que pase en este VIII Congreso, el hombre fuerte del régimen totalitario seguirá siendo la familia Castro”, dijo a La Tercera Máximo Omar Ruiz Matoses, exteniente coronel del Ministerio del Interior cubano, quien cumplió 20 años de prisión en la isla por pedir las renuncias de Fidel y Raúl Castro.

“Diálogo respetuoso” con Washington

La elección del demócrata Joe Biden como Presidente de Estados Unidos en noviembre de 2020 dio esperanzas a Cuba, tras cuatro años de fuertes sanciones por parte de la administración republicana de Donald Trump.

Joe Biden
El Presidente Joe Biden habla desde la Casa Blanca, el jueves, en Washington. Foto: AP

Biden prometió en campaña dar marcha atrás en ese ámbito, al menos parcialmente. Sin embargo, tres meses después de haber asumido el cargo, el mandatario estadounidense no se ha referido a la isla, y su administración se ha mantenido firme en materia de derechos humanos.

“El portavoz de Biden ha dicho que Cuba no está ahora al frente de la agenda del presidente”, comentó a La Tercera Philip Brenner, profesor emérito de Relaciones Internacionales e Historia de la American University y coeditor del libro A Contemporary Cuba Reader: The Revolution under Raúl Castro (2014).

De hecho, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, reconoció este viernes que un cambio en la política hacia Cuba no se encuentra entre las principales prioridades de la política exterior de Biden.

Con todo, Raúl Castro ratificó “la voluntad (de Cuba) de desarrollar un diálogo respetuoso y edificar un nuevo tipo de relación con EE.UU.”, sin renunciar “a los principios de la revolución y el socialismo”.

El gobierno cubano sostiene que las últimas sanciones estadounidenses provocaron entre abril de 2019 y marzo de 2020 daños por US$ 5.570 millones. De hecho, La Habana teme que se cumplan las promesas que hizo Biden en campaña, cuando hablaba sobre volver a la senda que había transitado Barack Obama, de quien fue vicepresidente.

El VIII Congreso del PCC “sucederá, además, dentro del marco del 60 aniversario de Playa Girón, el histórico arranque de hostilidades entre EE.UU. y Cuba en que Fidel Castro hizo su declaración de la ‘naturaleza socialista’ de la revolución cubana”, recordó Jon Lee Anderson.

Profunda crisis económica

Cuba está sumida en una profunda crisis económica -la peor en 30 años- debido al endurecimiento del embargo impuesto por Estados Unidos. Además, la pandemia ha provocado una gran caída del turismo, que es la principal fuente de ingresos del país.

Un agricultor cubano carga un balde de leche en su finca en Batabano, provincia de Mayabeque. Foto: AFP

En 2020, la economía se desplomó un 11%, la peor caída en la isla desde 1993. La crisis es notoria para los cubanos, que pasan largas horas frente a mercados semivacíos para abastecerse.

Cuba importa el 80% de lo que consume, y no tiene dólares. Por lo tanto, ha crecido la escasez, y con ella el malestar social. Las reformas económicas de los últimos años sólo han conseguido acentuar las diferencias sociales.

Cuba poised to enter post-Castro era at Communist Party Congress
Personas esperan en la fila para entrar a una tienda en La Habana. Foto: Reuters

En febrero se autorizó al sector privado a tener un mayor protagonismo en ciertas áreas, lo que ha permitido que unas 600 mil personas ya trabajen por su cuenta. Ahora se espera la luz verde para la creación de pequeñas y medianas empresas. Sin embargo, la Constitución aprobada en 2019 defiende el carácter “irreversible” del socialismo.

“Aunque parezca una frivolidad la rapidez y garantía de que se hagan esos cambios como fruto del VIII Congreso, depende de que Raúl Castro tenga la lucidez y la entereza de hacer un discurso de despedida donde convide a su relevo a hacer los cambios que él no se atrevió a llevar a cabo”, señaló a La Tercera Reinaldo Escobar, periodista cubano y editor jefe de 14ymedio, el diario digital fundado por su esposa, la activista Yoani Sánchez.

Internet y la “subversión político-ideológica” en redes sociales

Este ha sido el mayor cambio de los últimos años en Cuba, que hasta entonces era uno de los países menos conectados del mundo. La llegada del internet móvil (3G) a finales de 2018 puso fin a la sensación de aislamiento que sentían los habitantes de la isla.

Jóvenes con mascarillas con la bandera de Estados Unidos se conectan a internet en una calle de La Habana. Foto: AFP

Internet permitió a los cubanos contar sobre su día a día, pero también expresar demandas, acusar represión y organizar manifestaciones, algo que nunca habían podido hacer. A raíz de esto, el congreso del PC se propuso que el partido sea más eficaz frente a la “subversión político-ideológica” en redes sociales.

Covid-19 y vacunación

La detección de los primeros casos de coronavirus en Cuba, en marzo de 2020, fue una oportunidad para mostrar los resultados de un modelo que ha dado mucha importancia a la salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la isla tiene 82 médicos por cada 10.000 habitantes. A modo de comparación, Francia tiene 32 y Estados Unidos, 26.

El sanador Jorge Goliat realiza una cirugía, la semana pasada, en La Habana. Foto: Reuters

Con 11,2 millones de habitantes, el país apenas supera los 91 mil casos y 500 decesos por coronavirus.

Además, apuestan por desarrollar su propia vacuna, y tienen dos candidatas de cinco en la fase tres de ensayos. De hecho, se cree que el congreso del PC podría ser la ocasión para anunciar el inicio de la campaña de vacunación, prevista para junio. Así, Cuba se convertiría en “el primer país de América Latina y del Caribe que produce su propia vacuna contra el virus”, celebró el representante de la OMS en el país, José Moya.

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