La trastienda del adiós de Peñaloza a su repostulación en Las Condes
La alcaldesa confirmó que no competirá por un nuevo cupo, despejando el camino a Marcela Cubillos, a quien los partidos no quisieron apoyar durante el punto de prensa. Las colectividades buscan amarrar que la exministra compita dentro del pacto del bloque.
Después de realizar el punto de prensa, la alcaldesa de Las Condes, Daniela Peñaloza, subió al segundo piso de la sede de la UDI y rompió en llanto. En la oficina del presidente del partido, Javier Macaya, se reunieron tras concretar el anuncio, que tal como adelantó La Tercera, se venía conversando hace unos días: que no irá a la reelección por la comuna en los comicios de octubre de este año.
Peñaloza transmitió a los presentes que tuvo temor de ponerse a llorar frente a las cámaras, mientras leía su discurso. Los asistentes, entre ellos su papá y otros personeros del sector, la abrazaron para contenerla.
Antes de eso, para participar del anuncio, también llegaron a la casona gremialista su esposo, el exsubsecretario Alejandro Weber; y dirigentes de la UDI, entre ellos, Máximo Pavez, Cristián Labbé y Constanza Hube. Al lugar también concurrieron los timoneles de la RN y Evópoli, Rodrigo Galilea y Gloria Hutt, respectivamente.
Los dirigentes, previo a la declaración ante la prensa, estuvieron reunidos para terminar de afinar el diseño de la puesta en escena del anuncio, lo que fue calificado como una decisión “triste” y “dolorosa” para Peñaloza. Así, acordaron enfatizar el concepto de “unidad” y “colectivo”, con la finalidad de también hacer un contrapunto con la irrupción de la independiente Marcela Cubillos como alternativa para competir en Las Condes.
La exministra entró en carrera luego de que el presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, dijera que estaban dispuestos a competir en Las Condes ante los cuestionamientos en materia de probidad y transparencia contra la gestión de Peñaloza.
Por lo mismo, el “gesto” a la unidad apuntaba directamente contra de los republicanos, aunque los dirigentes no aludieron directamente al partido fundado por José Antonio Kast.
Peñaloza se veía con un desplante serio y firme cuando inició el punto de prensa. Ahí, leyendo un discurso que escribió ella y donde no respondió preguntas de la prensa, comunicó su decisión. En su lugar, Macaya contestó solo tres preguntas. La puesta en escena en la sede de la UDI fue más cuidada, pues a los periodistas, fotógrafos y camarógrafos se les tenía recluidos en el jardín y la sala de puntos de prensa, mientras que el resto de las puertas estaban cerradas.
El tema era delicado, según sostenían, pues la bajada de Peñaloza viene a suponer una derrota a la UDI con la pérdida de una comuna que históricamente les ha pertenecido. En el punto de prensa, la alcaldesa, quien también estuvo acompañada por algunos de los asesores de la municipalidad, fue aplaudida al terminar sus palabras.
Si bien los tres presidentes de los partidos de Chile Vamos aludieron a gestos de Peñaloza y a “nobleza” en su actitud de bajarse, lo cierto es que ocurrió en el marco de cuestionamientos judiciales que tienen tanto a la Contraloría General de la República como al Ministerio Público investigando su municipalidad y parte de su gestión.
Por ejemplo, la fiscalía indaga más de $8 mil millones en pagos de horas extras en Las Condes, también está el caso de una denuncia por “sobreprecio” de un terreno que Las Condes compró para un Cesfam, el cual la Contraloría calificó como un caso más grave que el de Sierra Bella en Santiago. De igual forma, el ente contralor investiga descontrol en millonarias transferencias a organizaciones a las que no se les exigía rendición de gastos.
Asimismo, se criticó una indemnización de $240 millones que cobró el exdirector del Centro Cultural de Las Condes y la contratación de la exconvencional constituyente Carol Bown (UDI) para la gestión de redes sociales.
Pero lo más grave -que terminó por sepultar sus intenciones- vino con la solicitud del Ministerio Público de levantar el secreto bancario de ocho funcionarios municipales, incluyendo a la propia alcaldesa.
En su discurso, Peñaloza afirmó que “quienes me conocen saben que estoy en el servicio público porque creo profundamente en un proyecto colectivo”, agregando que “lamentablemente, en los últimos meses, se ha buscado majaderamente enlodar la gestión municipal, mi honra, de manera infundada, con especulaciones que son injustas que buscan crear falsos empates sin medir consecuencias y que terminan produciendo un gran daño”.
Luego agregó que “esto ha puesto en Las Condes en un foco de un conflicto político que no existe, que no le hace bien a los vecinos y no le hace bien a mi coalición, por eso, eso debe terminar hoy día”.
Y, en esa misma línea, concluyó que “la política, la tan cuestionada política, que muchas veces cae presa de la pequeñez, del individualismo y de la división. Por el contrario, yo creo en la buena política, porque Chile merece lo mejor de cada uno de nosotros. Hoy es tiempo de la generosidad y de la unidad”.
Tras su turno de hablar, Macaya defendió su gestión y aludió a que fue “transparente” en los cuestionamientos y entregó antecedentes a los tribunales.
¿Y Cubillos?
Durante el punto de prensa, Chile Vamos evitó entregar su apoyo a Cubillos, apelando a que no era el momento de hacerlo. Eso sí, pidieron la unidad del sector.
La apuesta del bloque, según transmitían al cierre de esta edición, es conseguir que la exministra -quien llega mañana a Chile- se comprometa a competir por el bloque y no como independiente.
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