Las 24 horas en que el lío de platas volvió a remecer a La Moneda y a poner a Crispi en la cuerda floja
Los nuevos antecedentes dados a conocer por el exseremi Carlos Contreras despertaron nuevamente críticas hacia el jefe de asesores de La Moneda, a quien desde el propio oficialismo le piden su salida. En el gobierno improvisaron un comité de crisis para recabar antecedentes y entregar una respuesta y optaron por un contenido respaldo al militante de RD.
Eran alrededor de las 19:00 horas de ayer cuando el ministro de Justicia, Luis Cordero, salió raudo por la entrada principal de La Moneda. “Yo no me voy a referir a eso”, aseguró al ser consultado por los antecedentes que había expuesto Carlos Contreras, exseremi de Vivienda de Antofagasta, imputado por el caso Democracia Viva, en medio del escándalo por el lío de platas entre el Estado y fundaciones.
A través de un comunicado, la exautoridad regional contradijo la versión del jefe de asesores de La Moneda, Miguel Crispi, sobre cuándo se enteró del caso. “Respecto a hechos nebulosos, aclaro que, de acuerdo a mi conocimiento, el día 7 de junio del presente año, Presidencia recibió un informe que confirma un convenio entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y la Fundación Democracia Viva; en él se menciona que no existían irregularidades en lo legal y reglamentario. Digo esto, para evidenciar que siempre se actuó con transparencia y seriedad; el informe contaba con información recopilada y analizada durante semanas, por lo que el tema nunca se ha tratado de un ‘rumor’, como dijo en su minuto el Jefe del Segundo Piso de La Moneda, Miguel Crispi”, salía en la declaración que comenzó a circular rápidamente en redes sociales y medios de comunicación.
En ese momento La Moneda realizó un “comité de crisis reducido” con el ministro Cordero, la ministra Camila Vallejo, en el que también participó Crispi y otros asesores de gobierno para definir la salida técnica y comunicacional ante los nuevos antecedentes expuestos por Contreras.
El titular de Justicia fue parte del grupo que se creó para revisar los antecedentes del lío de platas por lo que era el indicado para responder al caso. En todas las consultas y revisiones que se hicieron la conclusión fue clara y muy distinta a la que expuso el exseremi: según exponen en el gobierno -y dicen que pudieron revisar nuevamente durante la tarde de ayer- no llegó ese informe a Presidencia en esos días y que se trataba de un documento que había sido entregado en mayo a la exsubsecretaria de Vivienda, Tatiana Rojas (RD), quien -según Presidencia- no elevó la información. Esa misma versión le transmitieron algunos integrantes del comité político a los partidos que llamaban preocupados.
En paralelo, el ministro de Vivienda, Carlos Montes, -quien había sufrido el allanamiento de su cartera durante la mañana por un caso del lío de platas que venía del gobierno anterior- también se puso a revisar todo, como ya lo había hecho en “innumerables oportunidades”. Según dicen en su equipo, no encontró nada.
Así lo que quedó por resolver en La Moneda fue la salida comunicacional. Si bien, ayer en la tarde en un principio se evaluó una vocería para responder a la fuerte presión de la derecha y de algunos sectores del oficialismo, se definió por seguir un camino judicial y que fuera el abogado de Crispi, Guillermo Chahuán -quien reemplazó a Luis Hermosilla luego de que se destapara su caso- quien entregara una respuesta a través de un comunicado.
“Miguel Crispi asistió a la Comisión Investigadora sobre el Caso Convenios donde respondió durante más de tres horas a las preguntas de las y los honorables parlamentarios. Su presentación en dicha comisión se ajusta plenamente a los hechos: no recibió el informe señalado”, decía el documento que envío el abogado.
En La Moneda tenían el objetivo de sacar la crisis del corazón del gobierno y, por lo mismo, que quedara en el ámbito judicial.
Para sostener la estrategia, el Ejecutivo optó por ni siquiera difundir el comunicado de Chahuán, quien quería acceder a él, debía comunicarse directamente con el entorno de Crispi. De hecho, para no tener que entregar declaraciones, los ministros del comité político salieron por el subterráneo de Palacio. Una estrategia diferente al respaldo que le entregaron al ministro Montes, tras el allanamiento, lo que fue un claro contraste.
“Es inconcebible que algunos pretendan que le pidamos la renuncia al ministro (Montes) por una denuncia que interpuso por un exfuncionario que viene de la administración anterior”, dijo Vallejo.
De todas formas, pese a estar fuera de La Moneda, las conversaciones siguieron hasta la noche, ya que al día siguiente el Presidente lideraría el consejo de gabinete que se realiza el primer viernes de cada mes, que contaría con la participación de Crispi y luego la ministra debía entregar una vocería.
Finalmente el Presidente se ausentó del consejo y de todas sus actividades de este viernes por un cuadro gripal y la vocera salió a referirse al tema. La estrategia fue la misma: guiarse por las palabras de Chahuán.
“No sacamos nada a esta altura de entrar en dimes y diretes, declaraciones cruzadas o especulaciones. Ustedes saben que esto además, está en la Justicia ya y esperamos que las instituciones funcionen. Ojalá tengamos cuanto antes, obviamente, un resultado de esta investigación”, comentó la vocera.
La secretaria de Estado, además, fue consultada sobre la continuidad de Crispi, a quien le dio un contenido respaldo. “Es el Presidente el que define cuándo y cómo hace cambios de gabinete (…) otras autoridades, o de sus equipos”, dijo, agregando que “si eso no ha pasado, es porque efectivamente cuenta con la confianza y el respaldo del Presidente”.
Vallejo, además, agregó: “No hay nada que ocultar. La información está entregada sobre cómo fueron los tiempos, cómo se fueron conociendo los hechos, cómo se fueron profundizando en el conocimiento de los hechos y, además, todas las acciones que se desplegaron desde el primer momento cuando se tomó nota y conocimiento de la gravedad de estos hechos, sea por lo administrativo, por lo judicial, en lo político y en lo legislativo”.
El ministro Montes a la salida del consejo también se refirió a las acusaciones. “Yo desconozco lo que declaró Contreras si es efectivo... Yo me atengo a la información que tengo, yo conocí el día 16 de junio esto y el gobierno, no tengo nada más que agregar. Yo no tuve ninguna información al respecto de un informe que saliera desde Antofagasta, y si la Presidencia dice que no es así yo lo creo completamente. Seguramente se va a investigar (si el informe salió), se está pidiendo que vean los archivos de la Seremi”, comentó el ministro.
De todas formas, en el entorno de Contreras aseguran que cuentan con el informe que fue enviado a Presidencia y que será puesto a disposición de la investigación.
La presión del oficialismo
Dentro de la alianza de gobierno, donde ha habido mayor desazón con respecto a los nuevos antecedentes del Caso Convenios es en el Socialismo Democrático, coalición que agrupa al PS, el PPD, los radicales y los liberales. Desde ahí, son varias las voces que, tanto públicamente como en privado, diagnostican que se arriesga un “desangre” del Ejecutivo al mantener a Crispi en su cargo.
En esa línea, la directiva del PS se encargó de hacer control de daños. La conclusión que toma fuerza en la tienda es que la presencia de Crispi en el Segundo Piso no aguanta más y eso, dicen lo han conversado con autoridades del gobierno que se han mostrado abiertos a la posibilidad de que el jefe de asesores tenga que salir. Y que, hoy más que nunca, es necesario blindar al ministro Montes.
Ven necesaria la salida de Crispi, en parte, por el desafío electoral al que el oficialismo tendrá que hacer frente en 16 días: el plebiscito que resolverá si se aprueba o rechaza la propuesta de nueva Carta Magna redactada por el Consejo Constitucional.
Lo que plantean algunos dirigentes socialistas es que, de seguir en el Segundo Piso, Crispi podría favorecer la estrategia de la derecha: plantear que el referéndum constitucional es una definición sobre si se aprueba o rechaza el gobierno. Aunque esa misma tesis es planteada por algunos para sostener la continuidad del asesor: sacarlo podría acentuar más la crisis y acercarla a Boric.
Entre quienes han exigido la salida de Crispi están los senadores socialistas Gastón Saavedra y Fidel Espinoza. El primero de ellos dijo ayer a La Tercera que “se requiere de decisiones tajantes, porque el gobierno no puede seguir desangrándose. Se tiene que tomar una decisión de sacar a Crispi”. En tanto, Espinoza publicó en X que “Crispi simplemente no resiste un minuto más en La Moneda (...). Basta, Miguel”.
Por su parte, el diputado Nelson Venegas -también socialista- planteó a este medio que “nosotros estamos haciendo un esfuerzo tremendo por sostener este gobierno y no es fácil, nos resulta bastante complicado en muchas oportunidades. No es la primera vez que Crispi nos genera un problema”.
“Hay cargos que tienen que entender que su función es proteger la figura presidencial. Al final, mientras (Crispi) se mantiene en el cargo, genera daño a la imagen del Presidente. Si yo fuera el Presidente de Chile, le hubiera solicitado que diera un paso al costado”, agregó Venegas.
Más allá del PS, el senador por Antofagasta Pedro Araya (independiente por cupo PPD) aseveró que, aunque es el Presidente quien finalmente toma las decisiones, “cuando una persona se empieza a transformar en un foco permanente de conflictos para el gobierno, lo más razonable es que dé un paso al costado”.
“Espero que el gobierno clarifique el punto, que señale cuándo llegó la información. Pero, independiente de eso, yo creo que Crispi tiene que dar un paso al costado. Ya es demasiado el daño que le está haciendo a la figura presidencial. Un buen asesor sabe cuándo tiene que dejar su cargo”, agregó el senador.
Eso sí, el legislador desestimó que este asunto impacte electoralmente a la opción “En contra”. “Yo no comparto que esto vaya a tener una alta influencia en la campaña. Alguien podría decir que coyunturalmente afecta el tema electoral, pero tengo la impresión de que el daño es mucho más profundo: pega en la línea de flotación del gobierno de Gabriel Boric, le botó buena parte de su discurso”, explicó.
Otros, en cambio, le restan valor a la versión de Contreras y no ven necesaria la salida de Crispi. Ese es el caso del presidente del PPD, el senador Jaime Quintana, quien dijo a La Tercera que “no se le puede asignar tanto valor a una simple declaración, que, por lo demás, puede responder a una estrategia de la defensa en este caso”.
En la misma línea, el Frente Amplio ha salido ha respaldar al jefe de asesores. El presidente de Revolución Democrática, Diego Vela, enfatizó este jueves que Contreras “señala que ‘de acuerdo a su conocimiento’ se habría hecho llegar un informe”. En ese sentido, el timonel planteó que le resulta complejo “tomar en serio” al exseremi en consideración de que “ya le ocultó información a la directiva anteriormente”.
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