Las bochornosas horas de Djokovic en Australia y el porqué de su tozuda postura ante las vacunas
El número uno del mundo se encuentra retenido en un hotel de Melbourne a la espera de que un juez resuelva el lunes su deportación. El asunto ha escalado a límites diplomáticos.
Dos pinchazos. Con esa fórmula, Novak Djokovic hoy estaría entrenando en las apacibles canchas del Melbourne Park, sede del Abierto de Australia. Sin embargo, hace un tiempo eligió otro camino, el de no vacunarse contra el Covid y apelar a una exención médica, que hasta ahora parece no tener sustento, para ir en busca de su vigésimo primer Grand Slam y superar a Rafael Nadal y Roger Federer como el más ganador de los tiempos. Hoy, incluso, su número uno del mundo peligra ante la ahora concreta opción de no poder defender el título.
Hace dos días, Craig Tiley, el director ejecutivo de Tennis Australia, la entidad federada a cargo de este deporte en ese país, justificaba el permiso para Djokovic argumentando que un panel de expertos altamente calificados había aprobado las razones (hasta ahora desconocidas) para que el tenista serbio pudiera ingresar. “Novak Djokovic competirá en el Abierto de Australia y está en camino hacia allá. Djokovic pidió una exención médica, la cual le ha sido otorgada tras un riguroso proceso de revisión que ha envuelto a dos comités independientes de expertos médicos. Uno de ellos ha sido el Independent Medical Exemption Review Panel, designado por el Consejo de Salud del estado de Victoria. Ellos han evaluado todas las aplicaciones para compobar si seguían todas y cada una de las directrices del ATAGI (Australian Technical Advisory Group)”, explicó la entidad que preside.
Lo antecedentes público al menos no acompañan mucho al balcánico. Hace un año y medio, Nole marcaba su postura sobre las vacunas. “Personalmente, me opongo a la vacunación, y no quisiera ser forzado por nadie a vacunarme para poder viajar. Pero si se vuelve obligatorio, ¿qué pasará? Tendré que tomar una decisión. Tengo mis propios pensamientos al respecto y si cambiarán en algún momento o no, no lo sé. Hipotéticamente, si la temporada se reanudara en julio, agosto o septiembre, que es improbable, entiendo que la vacuna se volverá un requerimiento, justo después de salir de una cuarentena estricta, y todavía no hay vacuna”, decía en ese entonces.
Su postura no cambió mucho y finalmente todo derivó en un escándalo. Luego del anuncio de Tiley, la decisión fue muy criticada por la ciudadanía y el primer ministro Scott Morrison respondió que Nole debía probar sus razones para eximirse. De lo contrario, sería deportado. Y justamente fue eso lo que sucedió, aunque la decisión final logró posponerse después de los recursos presentados por los abogados del número uno del mundo. El serbio fue retenido y las autoridades fronterizas explicaron que no había justificado su exención médica. Ni siquiera con mínima documentación.
De acuerdo, al periódico australiano The Age, el abogado Christopher Tran, en representación del gobierno federal, dijo que el gobierno no se opuso a una orden judicial contra la deportación inmediata. El juez Anthony Kelly aplazó el caso para ser escuchado desde las 10 de la mañana del lunes, una semana antes de que comience el Abierto de Australia. El magistrado debió aplazar dos veces la audiencia porque no había recibido el material escrito presentado por los abogados de Djokovic. Mientras tanto, el tenista se encuentra en el Carlton Park Hotel a la espera de la resolución. Y afuera del recinto se congregaron algunos manifestantes pidiendo su liberación.
Por otro lado, en las últimas horas se dio a conocer la advertencia previa de las autoridades de salud federales hacia Tiley, a quien le comunicaron que no habría exenciones de ningún tipo para las estrellas participantes en el Abierto de Australia. De acuerdo a lo que reporta The Age, la primera subsecretaria del Departamento de Salud, Lisa Schofield, le dijo el 18 de noviembre que “las personas que previamente han tenido COVID-19 y no han recibido una dosis de vacuna no se consideran completamente vacunadas”. Y agregó que estas personas “no serían aprobadas para la entrada libre de cuarentena, independientemente de si han recibido exenciones de vacunación en el extranjero”.
Mientras que el 29 de ese mismo mes, Greg Hunt, ministro de Salud, fue más allá y le profundizó las medida a Tiley. “En relación con sus preguntas específicas, puedo confirmar que las personas que contrajeron Covid-19 dentro de los seis meses y buscan ingresar a Australia desde el extranjero y no han recibido dos dosis de una vacuna aprobada por la Administración de Productos Terapéuticos (TGA) o reconocida por TGA no se consideran completamente vacunados”
Por otra parte, la situación de Djokovic derivó en una investigación del gobierno australiano a los otros 25 jugadores que pidieron exenciones para participar en el certamen.
Asunto de Estado
La situación de Novak Djokovic ha llegado a instancias diplomáticas, ya que el gobierno serbio manifestó su indignación acerca de cómo se ha manejado la situación del serbio. “Lo que no es juego limpio es la caza política (contra Djokovic), en la que participan todos desde el primer ministro de Australia pretendiendo que las reglas son válidas para todos”, señaló Aleksandar Vukic, Presidente de Serbia.
El mandatario calificó como “infame” el hotel donde el número uno del mundo se encuentra retenido tras no permitírsele habitar la casa que había alquilado junto a su equipo para quedarse durante su participación en el torneo. “Creo que esta especie de encarnizamiento político sobre Novak va a continuar para que puedan probar algo. Cuando no puedes vencer a alguien entonces te dedicas a este tipo de cosas”, sentenció.
En una línea aun más incendiaria, la familia Djokovic atacó con todo a las autoridades en una conferencia de prensa ofrecida en Belgrado, donde el padre del tenista, Srdjan Djokovic, lanzó un discurso de corte nacionalista. “Nuestro Novak, nuestro orgullo. Novak es Serbia y Serbia es Novak. Están pisoteando Serbia y, al hacerlo, pisotean al pueblo serbio”, afirmó. Y luego agregó: “El líder de esa tierra lejana, Scott Morrison se atrevió a atacar a Novak y expulsarlo antes de que llegara a su país. Querían ponerlo de rodillas, y no solo a él, sino a nuestra hermosa Serbia”.
“Los serbios somos un pueblo europeo orgulloso. A lo largo de la historia, nunca hemos atacado a nadie, solo nos hemos defendido. Eso es lo que Novak, nuestro orgullo, nuestro serbio, el orgullo de todo el mundo libre, está haciendo ahora con su comportamiento hacia los anfitriones y los organizadores (de torneos) de todo el mundo, mostrando de qué tipo de personas proviene. Los serbios somos un pueblo orgulloso, que estamos orgullosos de nuestra luz al final del túnel, y ese es nuestro Novak. Esa oligarquía política no la extinguirá”, finalizó.
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