Lucía Dammert deja la jefatura del Segundo Piso: asume Miguel Crispi y se prepara reestructuración
La socióloga presentó su renuncia este jueves en la mañana ante las diferencias con partidos como Revolución Democrática y el Partido Socialista, y supuestas desavenencias con el entorno más cercano del Presidente Boric. Ahora, dirigido por el RD Miguel Crispi, el equipo de asesores tendrá un foco más político.
Estaba todo listo para la gira a las Naciones Unidas en Nueva York a la que partirá el Presidente Gabriel Boric junto a su equipo el lunes a las 13.00. Lucía Dammert, la jefa de asesores del Segundo Piso, no solo era parte de la delegación, sino que fue quien definió toda la agenda. Eso hasta este jueves, cuando a las 10.15 horas la socióloga le presentó su renuncia al Mandatario, lo que fue confirmado por Presidencia a través de un comunicado en el que también se informó que Miguel Crispi (RD) asumirá en su reemplazo. Incluso durante la mañana la renuncia de Dammert estuvo marcada -por error- en la agenda pública de Boric, que se publica en la web de la Presidencia.
La salida de Dammert no generó sorpresa en el oficialismo y tampoco en sus cercanos. En las últimas semanas había ido relegando su rol y había perdido protagonismo en la interna de La Moneda, tanto así que después del cambio de gabinete el Mandatario le pidió que pusiera el cargo a disposición -la semana pasada la socióloga se ausentó un par de días en su trabajo- y al menos desde el lunes se hablaba de una salida inminente. En el gobierno, eso sí, esperaban que la socióloga la concretara después de la gira a Estados Unidos.
Todo se intensificó tras la incorporación de Crispi al equipo de asesores, quien debió abandonar la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere) para dejarle el lugar a Nicolás Cataldo (PC), luego de que se viera frustrado su nombramiento en la Subsecretaría del Interior. En ese momento, ante los reclamos del PC, el Presidente tomó la decisión de remover a Crispi para que llegara al Segundo Piso. Dammert, cuentan en el gobierno, fue una de las que se opusieron a esa determinación, lo que no gustó en el ala frenteamplista de Palacio, porque Cataldo es muy cercano al Presidente y a las ministras Antonia Orellana (CS) y Camila Vallejo (PC).
Pero la solución para el PC fue un problema para Revolución Democrática, partido que quedó disconforme con la decisión y que, además, perdió su cupo en el comité político con el traspaso del ministro Giorgio Jackson a Desarrollo Social.
En ese escenario fue que hubo conversaciones entre la directiva de RD, liderada por el senador Juan Ignacio Latorre, y Presidencia para evaluar el perfil del cargo de Crispi -quien en su nuevo rol integrará el comité político-, ya que desde el Frente Amplio había una crítica consensuada al rol que estaba asumiendo el equipo de asesores, más enfocado en un perfil técnico y alejado del manejo político.
Latorre, consultado por La Tercera PM, no se refirió al tema.
“Poner a Lucía Dammert en el Segundo Piso era igual de arriesgado que poner a una independiente como Izkia Siches en Interior y no a alguien de Apruebo Dignidad. Se cometió un error al designar cuadros técnicos en áreas que sí son políticas, más allá del respeto que existe a su trayectoria académica. La jefatura de asesores no es solo coordinar minutas, y a ella no se le pidió “muñeca” política. Esto no se planteó antes, porque le dimos el beneficio de la duda”, dice una fuente del Frente Amplio.
Otra fuente de Apruebo Dignidad asegura que la idea ahora es darle un giro al enfoque del equipo de asesores con la llegada de Crispi y que el exdiputado ya trabaja en eso. Ahora deberá nombrar a su reemplazante en la Unidad de Seguimiento de Compromisos Presidenciales, cargo al que había llegado inicialmente en lugar de Diego Pardow, quien asumió como ministro de Energía y se llevó a su equipo a la cartera: su jefe de gabinete, Luis Díaz, y su jefa de asesores, Victoria Galleguillos, trabajaban con él en el Segundo Piso. Pero no bastará con sus reemplazos, porque en La Moneda ya se habla de un reenfoque del equipo tras la salida de Dammert.
Boric conoce a Crispi desde 2009, cuando ambos eran dirigentes estudiantiles. De hecho, cercanos al Presidente aseguran que en el último tiempo valora mucho los consejos del exdiputado, quien lo acompañó en su oficina el día del plebiscito y quien también participó en las decisiones de último minuto durante el cambio de gabinete. “El Presidente cree que Crispi será un aporte, es de los que le hacen críticas constructivas”, comenta alguien cercano a Boric.
De todas formas, en La Moneda y en RD niegan que la llegada de Crispi a la jefatura del Segundo Piso haya sido una exigencia del partido. También recalcan que Dammert tuvo divergencias internas con el jefe de gabinete del Mandatario, Matías Meza-Lopehandía, y su entorno más cercano respecto de criterios y definiciones políticas. Y que su peso específico por sus lazos con los anteriores gobiernos cayó tras el ingreso de Ana Lya Uriarte (PS) y Carolina Tohá (PPD) al gabinete.
A ello se sumó el ruido que generó el que Cancillería le denegara a la ahora exasesora la posibilidad de quedarse unos días extras en Nueva York, con cargo al Fisco, tras la gira presidencial a esa ciudad.
Diferencias con el PS
Las discrepancias de Lucía Dammert con el Partido Socialista son más conocidas, ya que se arrastran desde el segundo gobierno de Michelle Bachelet, cuando la socióloga salió del Ministerio del Interior por, entre otros motivos, su distanciamiento con Mahmud Aleuy (PS). Esas diferencias revivieron durante este gobierno, ya que parte de ese equipo trabaja con el subsecretario Manuel Monsalve.
De hecho, en La Moneda aseguran que era conocido que Dammert no podía compartir reuniones con integrantes del gabinete de Monsalve.
Pero, además, hubo problemas en las formas de mantener las relaciones con la Cancillería, que lidera Antonia Urrejola, también cercana al Partido Socialista. Los primeros reclamos llegaron tras la gira a la Cumbre de las Américas que se realizó en junio en Los Ángeles, Estados Unidos. En esa ocasión, la queja desde el PS fue que al Segundo Piso no le competía meterse en asuntos de política exterior y que sentían que Dammert estaba asumiendo mucho protagonismo. Desde ahí que la relación entre ambos equipos fue tensa.
Para la gira de la próxima semana también hubo diferencias. Parlamentarios del Socialismo Democrático confiesan que desde el Congreso manifestaron su disconformidad con la organización de la misma por la poca participación de congresistas. Por ahora, la única que asistirá será la senadora Isabel Allende (PS), quien viajará para un homenaje a su padre.
En ese contexto, ante los reclamos constantes de partidos del Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad, en La Moneda aseguran que Dammert estaba desilusionada del manejo de los partidos políticos, por las formas y por críticas que muchas veces sintió como injustas ante el esfuerzo que puso por la campaña el año pasado, cuando fue una de las voceras. En todo caso, quienes conocieron la conversación con el Presidente aseguran que fue en un buen tono y que la socióloga va a seguir colaborando en algunas cosas con el gobierno, pero que su foco volverá a la academia.
Aunque en Palacio se especuló que podría buscar aterrizar en un cargo en el extranjero, un cercano a la ahora exjefa de asesores confirma su derrotero: “Regresará a la universidad y a su vida anterior, fuera del gobierno”.
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