Las luces rojas que encendió el polémico plan de Trump para Gaza

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, da la bienvenida al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a la entrada de la Casa Blanca en Washington, el 4 de febrero de 2025. Foto: Reuters

Además del rechazo generalizado que provocó la propuesta del presidente estadounidense de “tomar el control” de la Franja, expertos advierten sobre el impacto que la iniciativa podría tener en países como Jordania.


Cuando el presidente estadounidense Donald Trump empezó a hablar hace diez días de Gaza como un lugar de demolición y a llamar a “limpiar todo ese lugar”, no quedó claro hasta qué punto se trataba de comentarios improvisados.

Pero en los días previos a la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a Washington este martes, en sus comentarios en la Oficina Oval antes de la reunión y en la propia conferencia de prensa, ahora está claro que sus propuestas son profundamente serias.

En lo que el diario español El País calificó como “uno de los anuncios más sorprendentes en décadas de historia de Medio Oriente, y en un giro radical a la política de Washington en la región”, Trump detalló su plan, más radical aún de lo que se esperaba, para el futuro de Gaza. Su país “tomará el control” de la Franja, la “poseerá” y demolerá para reconstruirla de forma que se convierta en la “Riviera de Medio Oriente” en la que vivirá “gente del mundo”, tras desplazar por la fuerza de forma “permanente” a sus habitantes.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, responden preguntas durante una conferencia de prensa conjunta en la Sala Este de la Casa Blanca en Washington, el 4 de febrero de 2025. Foto: Reuters

“Estados Unidos se hará cargo de la Franja de Gaza y haremos un trabajo con ella también. Seremos sus dueños y seremos responsables de desmantelar todas las bombas peligrosas sin explotar y otras armas en el lugar (...) Si es necesario, lo haremos, nos haremos cargo de esa parte, la desarrollaremos, crearemos miles y miles de puestos de trabajo, y será algo de lo que todo Medio Oriente podrá estar muy orgulloso”, añadió Trump en conferencia de prensa con un primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que no ocultaba su satisfacción y que lo definió como “el mejor amigo que Israel ha tenido nunca en la Casa Blanca”.

El anuncio del martes, según The Wall Street Journal, marcó un “cambio sorprendente para Trump”, quien describió Medio Oriente como “sangre y arena” en su primer mandato, según un asesor de larga data. “Trump ahora propone reconstruir Gaza, algo que según sus propios asesores podría llevar entre 10 y 15 años”, indicó el medio.

The New York Times tampoco ocultó sus reproches al anuncio de Trump, calificándolo como “una de las ideas más descaradas que cualquier líder estadounidense haya propuesto en años”. “Aunque el presidente presentó el asunto como un imperativo humanitario y una oportunidad de desarrollo económico, en realidad reabrió una caja de Pandora geopolítica con implicaciones de largo alcance para Medio Oriente. El control de Gaza ha sido uno de los principales puntos álgidos del conflicto árabe-israelí durante décadas, y la idea de reubicar a sus residentes palestinos recuerda una época en la que las grandes potencias occidentales rediseñaban los mapas de la región y trasladaban a las poblaciones sin tener en cuenta la autonomía local”, escribió el periódico.

Asimismo, el Times destacó que la idea de que Estados Unidos se apodere de territorio en Medio Oriente sería un “cambio radical para Trump”, que “se postuló por primera vez a las elecciones en 2016 prometiendo sacar a Estados Unidos de la región después de la guerra de Irak y criticando la construcción de naciones de sus predecesores”. Al revelar el plan, agregó el diario neoyorquino, Trump no citó ninguna autoridad legal que le dé derecho a apoderarse del territorio, ni abordó el hecho de que la expulsión forzosa de una población viola el derecho internacional y décadas de consenso en política exterior estadounidense en ambos partidos.

El rey Abdulá II de Jordania se reúne con el presidente palestino Mahmoud Abbas en el Palacio Al Husseiniya en Amán, Jordania, el 5 de febrero de 2025. Foto. Reuters

En ese sentido, Tom Bateman, corresponsal de la BBC en el Departamento de Estado, en Washington, dijo que las propuestas de Trump “representan el cambio radical más radical en la posición establecida de Estados Unidos sobre Israel y los palestinos en la historia reciente del conflicto, y serán vistos como una violación del derecho internacional”.

“Además de la forma en que la gente común en el terreno asimilará el anuncio, también podría tener un impacto significativo en el proceso más inmediato de alto el fuego gradual y liberación de rehenes, en un momento crítico”, recordó.

Impacto en tregua

En efecto, el anuncio de Trump se produjo en un momento simbólico: su encuentro con Netanyahu en Washington tuvo lugar justo el día 16 después de la firma del acuerdo de alto el fuego en Gaza, cuando deben empezar las negociaciones de cara a la segunda etapa de la tregua.

Los rivales de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Mahmoud Abbas y el grupo islamista Hamas se unieron para rechazar lo que dijeron era un plan para apoderarse del territorio costero del Mediterráneo y expulsar a los palestinos de su tierra natal.

Sami Abu Zuhri, portavoz de Hamas, dijo el miércoles a Reuters que “los comentarios de Trump sobre su deseo de controlar Gaza son ridículos y absurdos, y cualquier idea de este tipo puede incendiar la región”. En todo caso, el vocero del grupo radical palestino afirmó que Hamas sigue comprometida con el acuerdo de alto el fuego con Israel y con “garantizar el éxito de la negociación en la segunda fase”.

El presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, en tanto, afirmó que los palestinos no renunciarían a “sus tierras, derechos y lugares sagrados, y que la Franja de Gaza es parte integrante de la tierra del Estado de Palestina, junto con Cisjordania y Jerusalén Este”.

La sorprendente medida de Trump fue rápidamente condenada también por las potencias internacionales. Turquía calificó la propuesta de “inaceptable” y Francia dijo que corría el riesgo de desestabilizar Medio Oriente. Rusia, China, Alemania, España, Irlanda y Reino Unido dijeron que seguían apoyando la solución de dos Estados que ha constituido la base de la política de Washington en la región durante décadas, que ha sostenido que Gaza formaría parte de un futuro Estado palestino que incluya la Cisjordania ocupada.

Si bien la UE evitó pronunciarse sobre el plan de Trump, recordó su apoyo a la solución de los dos Estados, destacó El País. Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, respondió a la propuesta de Trump de expulsar a los palestinos de la Franja de Gaza a otros países recordando que “toda deportación o transferencia forzada de personas sin base legal está estrictamente prohibida”. “El derecho internacional es muy claro, la autodeterminación es un principio fundamental y debe ser protegida por todos los Estados, como la Corte Internacional de Justicia ha subrayado recientemente”, señaló.

Arabia Saudita y Jordania

Y Arabia Saudita, el peso pesado regional que Trump espera que establezca lazos con Israel, rechazó de plano la propuesta sobre Gaza. El Ministerio de Asuntos Exteriores del reino manifestó su oposición a cualquier intento de desplazar a los palestinos de su tierra, añadiendo que su postura hacia los palestinos no es negociable. El príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman Al Saud, ha manifestado la posición de Riad de “una manera clara y explícita” que no permite ninguna interpretación bajo ninguna circunstancia, según el comunicado.

Reuters recordó que Estados Unidos había liderado meses de diplomacia para conseguir que Arabia Saudita, uno de los Estados árabes más poderosos e influyentes, normalizara los lazos con Israel y reconociera al país. Pero la guerra de Gaza, que comenzó en octubre de 2023, llevó a Riad a dar carpetazo al asunto ante la ira árabe por la ofensiva israelí.

A Trump le gustaría que Arabia Saudita siguiera los pasos de países como Emiratos Árabes Unidos, centro neurálgico del comercio y los negocios en Medio Oriente, y Bahrein, que firmaron los llamados Acuerdos de Abraham en 2020 y normalizaron sus lazos con Israel. Con su plan para Gaza, ahora Trump ve peligrar su estrategia con Riad.

A finales de enero, Trump había dicho que Jordania y Egipto deberían acoger a más palestinos de Gaza, donde la guerra de Israel contra Hamas ha provocado una crisis humanitaria. Pero el rey Abdalá II de Jordania expresó el miércoles su rechazo cualquier intento de anexionarse tierras y desplazar a los palestinos. “Su majestad el rey Abdalá II subraya la necesidad de poner fin a la expansión de los asentamientos (israelíes), expresando su rechazo a cualquier intento de anexionarse tierras y desplazar a los palestinos”, dijo la corte real jordana en una publicación en X.

Incluso, según Middle East Eye, Jordania estaría dispuesta a declarar la guerra a Israel en caso de que Netanyahu intente expulsar por la fuerza a los palestinos de su territorio. “Fuentes bien informadas en Ammán y Jerusalén dijeron a MEE que lo último que Jordania quiere es una guerra y que está ansiosa por encontrar una solución pacífica. Pero insisten en que los jordanos cerrarán la frontera si los refugiados comienzan a cruzar hacia el país. Si los israelíes intentan reabrirla, eso sería ‘un casus belli’, dijo una fuente”, apuntó el medio.

Foreign Policy destacó que Abdulá II estableció una “línea roja clara” para Israel y Estados Unidos después de los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023: “No habrá refugiados en Jordania, no habrá refugiados en Egipto”. Según la revista, el papel de Jordania como estabilizador regional está en riesgo si acepta más refugiados palestinos.

Aunque Jordania no distingue oficialmente entre ciudadanos de ascendencia jordana y ciudadanos de ascendencia palestina en los registros gubernamentales, se estima que entre el 55% y el 70% de la población se identifica como palestina por origen o nacionalidad. La población ha crecido de 750.000 desplazados en 1948 a una cifra estimada de entre 5 y 7 millones. Esto incluye al menos 2,4 millones de refugiados palestinos en Jordania registrados en la UNRWA, la agencia de la ONU que trabaja con los refugiados y refugiadas de Palestina, muchos de los cuales son de segunda generación y tienen ciudadanía jordana.

Pero, en una columna para Middle East Monitor, Mahmoud Assan advirtió que la “insistencia” de Trump en que Egipto y Jordania acepten a los palestinos desplazados de la Franja de Gaza “plantea importantes preocupaciones sobre un posible acuerdo que se esté negociando a puertas cerradas para facilitar su desplazamiento forzado”.

Assan, de hecho, sostiene que Trump ya ha ofrecido incentivos a Egipto, eximiéndolo, junto con Israel, de la congelación de la ayuda estadounidense a países de todo el mundo. “El presidente estadounidense puede recurrir a cortejar a su homólogo egipcio, Abdel Fattah Al-Sisi, con una invitación oficial a la Casa Blanca, un paquete de asistencia financiera de los países del Golfo, acuerdos económicos y militares y la posible condonación de parte de la deuda externa de Egipto (que asciende a la asombrosa cifra de 153.000 millones de dólares). Estos incentivos podrían servir para suavizar la postura de El Cairo”, escribió.

Cómo se gestó el plan

El plan del presidente estadounidense, en todo caso, no parece ser algo improvisado. Según The Wall Street Journal, dos funcionarios de la administración Trump dijeron que la idea de tomar el control de Gaza surgió recientemente, y que el mandatario la había comentado con sus ayudantes y aliados en los últimos días. La propuesta se mantuvo en secreto, indicaron otros funcionarios de la administración que trabajan en temas de Medio Oriente. Los funcionarios fuera del círculo íntimo de Trump no sabían que la idea estaba sobre la mesa durante los días de planificación de la reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

“La propuesta de Trump sorprendió incluso a algunos de sus partidarios más fervientes e influyentes en la comunidad judía. Un antiguo recaudador de fondos pro-Israel que ha recaudado dinero para Trump durante años calificó la idea de ‘insensata’ y cuestionó cómo podría implementarse, señalando que este tipo de política probablemente tardaría más de un año en completarse y que hay demasiadas variables desconocidas para que se lleve a cabo sin problemas”, indicó el Journal.

The Wall Street Journal señala que Trump suele hablar de política exterior en términos inmobiliarios. Y tal vez la idea sobre Gaza podría haber estado rondando la cabeza del presidente de EE.UU., que hizo fortuna como promotor inmobiliario, desde hace tiempo. De hecho, su yerno, Jared Kushner, marido de su hija Ivanka, ya dejó ver hace unos meses que la línea costera de Gaza, ante el Mediterráneo, tenía potencial para ser “muy valiosa” como zona residencial y abogaba por expulsar a sus pobladores y “limpiar” el territorio.

Fue en una entrevista en la Universidad de Harvard en febrero de 2024 que fue subida en el canal de YouTube de Middle East Initiative, un programa de la Facultad Kennedy de Gobierno de la Universidad. Kushner fue asesor de política exterior de su suegro en su primer mandato (2017-2021) y fue encargado de preparar un plan de paz para Medio Oriente que fue criticado por no tener en cuenta los deseos de los palestinos.

“La propiedad en línea costera de Gaza podría ser muy valiosa… si la gente se concentrara en mejorar su modo de vida (...) Si piensas en todo el dinero que se ha gastado en esta red de túneles y en todas las municiones, si se hubiera destinado a educación o innovación, ¿qué se podría haber hecho?”, dijo Kushner al profesor Tarek Masoud.

“La situación es un poco desafortunada allí, pero desde la perspectiva israelí, haría todo lo posible por sacar a la gente de allí y limpiarlo. Pero no creo que Israel haya dejado claro que no quiere que la gente regrese allí después (de la guerra)”, prosiguió Kushner. En su opinión, Israel debería llevar a los gazatíes al desierto del Negev, en el sur de Israel, donde, si de él dependiera, “construiría algo”, o a Egipto.

Cuando los comentarios salieron a la luz un mes después, Kushner dijo que sus críticos habían usado “deshonestamente partes seleccionadas” de sus comentarios, por lo que puso un link al video completo. “Mantengo esta postura y creo que la vida del pueblo palestino mejorará SÓLO cuando la comunidad internacional y sus ciudadanos empiecen a exigir responsabilidades a sus dirigentes”, escribió el yerno de Trump en X.

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