Las otras derrotas estratégicas de los últimos gobiernos de Piñera y Bachelet

Sebastián Piñera y Michelle Bachelet

Reveses legislativos propiciados con votos de su propio sector, resultados adversos infligidos por sus opositores en materias emblemáticas para el ideario que encarnan y concesiones que implicaron derrotas ideológicas. Estos son algunos de los fracasos -totales y parciales- del último mandato del Presidente Sebastián Piñera, quien enfrentó la semana pasada una de sus peores decepciones en el Congreso, y de su antecesora Michelle Bachelet.


Retiro de fondos: La histórica derrota de La Moneda

Con 13 votos a favor y 30 abstenciones de diputados de Chile Vamos, la sala de la Cámara de Diputados aprobó el miércoles pasado la idea de legislar del proyecto que permite a los cotizantes retirar hasta un 10% de sus fondos en AFP. El desmarque oficialista le propició una dura e histórica derrota al gobierno, quienes consideraban la iniciativa como “inconstitucional” y “regresiva”.

En ese sentido, el resultado de la votación profundizó la crisis que se vive al interior de Chile Vamos, desencadenando, además, duras críticas cruzadas y poniendo en tela de juicio la capacidad del comité político liderado por Gonzalo Blumel (Interior). Esto último, debido a que los ministros intentaron contener con intensas gestiones el adverso resultado, situación que, a pesar de sus diversas propuestas para robustecer el plan de clase media -a petición de RN y la UDI- no pudieron resolver.

40 Horas: el proyecto comunista que complicó a Piñera

Interrumpida su tramitación por la pandemia, el proyecto -que hoy se encuentra en la Comisión del Trabajo del Senado- le propició distintos dolores de cabeza al Ejecutivo durante su paso por la Cámara Baja. La iniciativa impulsada por las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola y que busca reducir la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, dividió al oficialismo y su avance significó una compleja derrota legislativa para el gobierno.

El 7 de noviembre del año pasado, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto y lo despachó al Senado con votos de Chile Vamos, particularmente de cinco diputados de RN, mientras que el resto del bloque se dividió entre rechazos y abstenciones. Ante la ofensiva opositora, el gobierno cedió en enviar una propuesta alternativa, hecho que causó molestia al interior de la coalición. Algunos en el sector resintieron que quienes rechazaron insistentemente el proyecto, defendiendo la postura del gobierno, hayan tenido que pagar el costo político frente a la ciudadanía, para que luego el Ejecutivo de todas formas impulsara una medida similar.

Admisión Justa: El portazo al proyecto más emblemático del Mineduc

Hace un año atrás el gobierno del Presidente Sebastián Piñera sufrió otra derrota significativa en el Congreso. El proyecto en que la exministra de Educación, Marcela Cubillos, se jugó gran parte de su capital político y que buscaba “establecer un sistema de selección por mérito con inclusión en los establecimientos educacionales de alta exigencia académica y de especialización temprana” fue rechazado en su idea de legislar por 79 votos en contra y 69 a favor por la sala de la Cámara de Diputados. Y pese a que algunos en Chile Vamos se mostraron críticos de la forma en cómo se legisló una iniciativa emblemática para el Ejecutivo, a diferencia de lo ocurrido esta semana, todos se cuadraron detrás del Mineduc, no registrándose ningún rechazo oficialista. El revés legislativo dejó al gobierno impedido de legislar en la materia por el periodo de un año, a menos que insistiera en el Senado, lo que finalmente no ocurrió.

Reforma Laboral de Bachelet: de la prohibición del reemplazo en huelga a los servicios mínimos

No alcanzó a ser rechazada con los votos de la DC, pese a que sus senadores ya le habían advertido al gobierno de la expresidenta Michelle Bachelet que no respaldarían -tal como estaba- el texto de la Reforma Laboral que tramitaba La Moneda, en marzo de 2016, en la Cámara Alta. Para evitar una derrota -en los hechos- en una de las reformas clave de la segunda administración de la exmandataria con rechazos de su propio sector, el gobierno tuvo que aceptar en cambio una derrota ideológica: concedió la prohibición total del reemplazo en huelga, tras negociar con esa colectividad, un esquema intermedio. Así, el Ejecutivo ingresó indicaciones a su propuesta inicial y terminó estableciendo lo que hoy se conoce como servicios mínimos y equipos de emergencia. Dicha disposición permite que, ante una huelga, las empresas puedan disponer de trabajadores para cumplir labores que garanticen su funcionamiento, previo acuerdo con los sindicatos. En la exNueva Mayoría admiten que fue un revés estratégico que tensionó al Ejecutivo con sectores como el PC, colectividad que calificaba como un “intransable” ese punto.

Reforma Previsional: la truncada apuesta del bacheletismo

A poco más de un mes de haber perdido las elecciones frente al candidato Sebastián Piñera, el gobierno de la ex Nueva Mayoría vivió una jornada clave en la Cámara de Diputados. Pasadas las 21.30 de la noche del 24 de enero de 2018, la sala de esa corporación se pronunciaba sobre “el corazón” de la reforma previsional impulsada por la expresidenta Michelle Bachelet, que aumentaba en 5 puntos la cotización -con cargo al empleador- y creaba un ente público para su administración. Esa noche, la exmandataria sufriría un duro revés, al no contar con los votos de parlamentarios de su sector que no llegaron a votar y ante el rechazo del Frente Amplio, desde donde dejaron caer disposiciones claves al no alcanzarse el quórum requerido, pese a que la iniciativa había sido aprobada en general. El hecho fue lamentado por el exministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, quien aseguró entonces que “fue un traspié, pero las ideas que planteó la Presidenta Bachelet van a quedar y créanme que más temprano que tarde van a volver a la discusión”, dijo. La iniciativa nunca más registró movimiento en el Congreso.

Reforma Tributaria: la desintegración que no fue

Julio de 2014. La reforma tributaria -una de las más emblemáticas de la segunda administración de Michelle Bachelet- pendía de un hilo. Ante la amenaza opositora de llevar al Tribunal Constitucional la propuesta del Ejecutivo, que planteaba un sistema desintegrado de renta atribuida, lo que se sumaba a las dudas de la Democracia Cristiana y expertos ligados a la centroizquierda, el gobierno se abrió a negociar, precisamente, para evitar que la iniciativa fuese rechazada en su segundo trámite en el Senado. Tras gestiones entre el oficialismo y la oposición y la denominada “cocina” entre el exminsitro Alberto Arenas y Juan Andrés Fontaine -donde se zanjó un protocolo de acuerdo que terminó siendo respaldado transversalmente-, el gobierno terminó cediendo la desintegración total para pasar a un sistema semi integrado, lo que fue considerado como una concesión “al corazón” de la reforma. En la exNueva Mayoría aseguran que se actuó con realismo político y que la derrota fue “parcial” porque de todas formas se logró asegurar la recaudación a la que apostaba la exmandataria.

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