Las presiones de la derecha que explicaron el fugaz nombramiento de Cataldo en Interior y que tienen en jaque cita con Boric de esta tarde
En Chile Vamos provocó molestia que se designara al comunista Nicolás Cataldo en la cartera que maneja las relaciones con los policías, en circunstancias que en el pasado había emitido polémicos mensajes en contra de Carabineros. Conocido su nombramiento, hubo conversaciones directas con La Moneda, haciendo ver al gobierno que, si éste no se bajaba, los partidos no acudirían a la cita agendada por Boric para hoy para conversar sobre un acuerdo constitucional. Hasta el cierre de esta edición, su presencia se mantiene en duda.
Llamadas telefónicas a personeros de gobierno e, incluso, mensajes al Presidente Gabriel boric. Esas fueron parte de las gestiones que hicieron dirigentes de Chile Vamos para advertir su molestia con el nombramiento que trascendió durante la mañana del comunista Nicolás Cataldo como subsecretario del Interior. Tanto su designación como la revelación que hizo La Tercera más tarde de los tweets en que cuestionaba severamente a Carabineros -que dependerían de su gestión- generó una molestia transversal en la oposición.
Rápidamente por redes sociales los dirigentes del sector salieron a criticar en masa la decisión y a exigir a Boric que se revirtiera. Pero los dirigentes avanzaron un paso más allá y de forma directa le transmitieron un mensaje a La Moneda: que no acudirían a la reunión que Boric convocó para esta tarde en que se buscaba conversar sobre cómo darle continuidad al proceso constituyente luego de que ganara el Rechazo en el plebiscito de salida. Es más: amenazaron con restarse totalmente de una conversación para un nuevo acuerdo constitucional.
Cerca de las 13 horas, el presidente de RN, Francisco Chahuán, le escribió al jefe de gabinete de Boric, Matías Meza-Lopehandía, que no irían a La Moneda si es que se mantenía el nombramiento. El mismo mensaje le transmitió el jefe de bancada de la UDI, Jorge Alessandri, al mismo funcionario. Lo propio hizo el timonel UDI, Javier Macaya.
En paralelo, otros jefes de bancada le escribieron su molestia al entonces ministro Segpres, Giorgio Jackson, buscando revertir el nombramiento de Cataldo, lo que finalmente ocurrió. Pero las presiones no cesaron cuando comenzó a trascender otro nombre para Interior: el también PC Alejandro Urquízar, quien había hablado de “refundar” a las policías.
“Para nosotros será imposible asistir”, decía el secretario general de RN, el diputado Diego Schalper, en el Congreso. Finalmente -tras la fuerte presión de la oposición, que también alcanzaba a la DC- ambos nombres se revirtieron, y se zanjó que Manuel Monsalve (PS) seguiría en el cargo.
Lo cierto es que hasta antes del episodio, partidos como la UDI y RN ya habían definido participar del encuentro, a diferencia de Evópoli, que ya temprano tenía definido no acudir pues empujaban la idea de sostener un encuentro sólo de Chile Vamos con el Mandatario. Y al cierre de esta edición, durante la tarde, los presidentes de los tres partidos se reunirían para analizar la decisión en el Congreso Nacional.
Sin embargo, el propio Chahuán adelantó que no acudiría y que se complicaba la búsqueda de un acuerdo: “Le quiero decir que en este nivel de improvisación se hace muy difícil, pero muy difícil. Y se presiona para un acuerdo antes del 11 de septiembre. RN tiene un compromiso por una buena y nueva Constitución y lo mantenemos, pero no puede haber este nivel de improvisación. Yo no voy a la tarde a La Moneda”.
Desde la UDI, en tanto, aseguraban que Macaya en principio acudirá a la cita, sobre todo, si Cataldo era removido de Interior.
Molestia interna en la derecha
No obstante, la cita en La Moneda de esta tarde provocaba resquemores en sectores de los partidos. Antes de conocerse el nuevo gabinete, hoy en el almuerzo de bancada de la UDI -al que asistiría el timonel gremialista- un grupo de diputados esperaban manifestarle su molestia por la decisión de la directiva de acudir a la reunión, junto con pedirle que se restara del encuentro convocado por Boric.
Este ruido interno no solo salpicaba a la UDI, sino también al resto de Chile Vamos. Luego de que ayer Chahuán afirmara que sí iba a concurrir a la reunión en el Palacio de gobierno, entre los diputados de ese partido también se molestaron.
Y algo distinto ocurría en la mañana en Evópoli, donde su directiva presidida por Luz Poblete ya tenía definido no acudir.
Tras la polémica de Cataldo, los distintos sectores vieron una oportunidad para presionar en bloque al gobierno, y empoderarse en la negociación de la búsqueda de un acuerdo.
El domingo en la noche, tras la jornada electoral, si bien todos los partidos de Chile Vamos manifestaron su compromiso a dar continuidad al proceso constituyente -a diferencia del Partido Republicano que además se restará del encuentro en La Moneda- ninguna de ellos quiso participar en el primer encuentro convocado para el lunes.
En esa oportunidad los dirigentes fueron contactados directamente por el propio Boric, pero manifestaron su negativa argumentando que hacía falta una autocrítica del gobierno por la derrota que sufrió en el plebiscito, junto con exigirle a La Moneda que “ordenara” la casa y definiera a los ministros interlocutores que habría para buscar un entendimiento.
Una segunda invitación llegó ayer martes pasadas las 13 horas por medio de un correo enviado por el entonces ministro Segpres, Giorgio Jackson (RD). Luego de que Chahuán ratificara sus intenciones de ir, comenzaron las presiones internas.
A estas las atravesaban, primero, una disputa entre la UDI y RN por quien lidera la búsqueda de acuerdos. Ayer en Renovación molestó que Macaya autoimpusiera la búsqueda de un acuerdo para la fecha del 11 de septiembre. Chahuán incluso le quitó el piso, dijo que se necesitaba más tiempo y deslizó que el senador UDI estaría buscando “protagonismo”.
Adicional a eso vino una presión interna de sectores más duros de los partidos, que estiman que el gobierno debería juntarse solamente con los partidos de oposición -ya que el Rechazo, la opción que esas colectividades apoyaron, fue la que ganó- y no con el resto de las tiendas. A eso además se agrega que se tiene que remarcar que el gobierno de Boric fue “derrotado” tras el plebiscito y que no hay que hacerle el juego a La Moneda, concediéndole al Presidente que pueda ser él un protagonista en la búsqueda de acuerdos.
“Ir hoy día me parece un poco prematuro, cuando todavía necesariamente tenemos que ponernos de acuerdo con los caminos a seguir. Hay que hacer una evaluación de los interlocutores. No es necesario en este minuto adelantar todavía este proceso”, decía el senador de la UDI, David Sandoval, antes de que estallara la polémica por el nombramiento de Cataldo.
La percepción por los otros ministros
En Chile Vamos ya en la mañana tenían definidas las bajadas comunicacionales para plantear sus críticas a los nuevos nombramientos. Existía consenso de que a la nueva ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), se le iba a reprochar por el juicio de cuentas que tiene abierto en Contraloría, y por supuestos vínculos con el caso SQM. De hecho hasta anoche el excandidato presidencial, José Antonio Kast (Partido Republicano) le enrostró eso por Twitter.
Otra arremetida que se esperaba hacer era apuntar a Jackson por ser trasladado desde la Segpres hasta el Ministerio de Desarrollo Social. En Chile Vamos tenían definido la línea de tildarlo como un “premio de consuelo” -debido a las críticas que tuvo en su cargo anterior- y como una “sillita musical”.
En cuanto al nombramiento de Ana Lya Uriarte (PS) en la Segpres, hubo voces que se manifestaron conformes, aunque otros esperaban recordarle sus nexos on el caso Caval.
Por otra parte, existía buena opinión sobre otros ministros más sectoriales, como Ximena Aguilera, titular de Salud, quien fue parte del consejo asesor Covid-19 durante la administración de Sebastián Piñera.
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