Las propuestas de los comandos de Provoste y Kast para administrar la pandemia

victor torres
María José Hernández, encargada de salud del comando del candidato José Antonio Kast; y el diputado Víctor Torres, quien dirige el equipo de salud del comando de Yasna Provoste.

El diputado Víctor Torres, encargado del equipo de salud de la candidata Yasna Provoste, y la enfermera María José Hernández, a la cabeza de esta área en el comando de José Antonio Kast, abordan las medidas que aplicarían desde marzo, si sus candidatos llegan a la Presidencia. Si bien ambos plantean continuar con la red integrada de salud, existen diferencias -por ejemplo- en cuanto a la vacunación: para Torres es un tema central a impulsar, mientras desde el equipo de Kast plantean que nadie debe ser obligado y eliminarían el Pase de Movilidad.


Eliminar el pase de movilidad, profundizar en las medidas no farmacológicas para contener el virus y mantener el modelo de red asistencial integrada para abordar las listas de espera, son algunas de las propuestas que entregan los encargados de salud de las campañas a La Moneda de los candidatos Yasna Provoste y José Antonio Kast.

En el comando de la senadora hace pocos días asumió como vocero el diputado y médico cirujano de la Universidad de Valparaíso, Víctor Torres, quien además asesora en los temas sanitarios a la candidata presidencial de la Democracia Cristiana Y por otro lado, la enfermera de la Universidad Católica, María José Hernández, tomó el mismo rol en la campaña de el postulante del Partido Republicano, aunque desde el extranjero. La enfermera en estos momentos está en Rochester, EE.UU., realizando una pasantía en la Clínica Mayo.

Y ante un virus que, según los expertos, “llegó para quedarse”, ambos encargados del área de Salud entregaron a La Tercera PM sus visiones y planteamientos sobre cómo continuarán administrando la crisis sanitaria, los eventuales rebrotes del virus y sus consecuencias.

Víctor Torres, médico y diputado: reforzar medidas no farmacológicas

¿Qué medidas aplicaría para la contención del virus?

Nos parece relevante ir cambiando la mirada centrada en la atención hospitalaria de este gobierno. Es clave fortalecer -antes de que los pacientes lleguen al hospital infectados- las medidas no farmacológicas de contención. Me refiero al uso correcto mascarillas, a un distanciamiento físico adecuado y a la ventilación. Allí es fundamental la comunicación de riesgo, la transparencia y la gobernanza frente a la pandemia. Asimismo, tenemos que potenciar la estrategia de vacunación en la atención primaria de salud, que han sido fundamentales en el éxito de esta estrategia.

Si la situación empeorara, ¿estarían de acuerdo en imponer una cuarentena corta, pero muy estricta?

Eso depende mucho de la de la situación epidemiológica del momento y de la respuesta que tenga la ciudadanía a estas medidas (no farmacológicas). Quizás si hubiésemos aplicado una estrategia de ese tenor al principio de la pandemia, hubiese sido mucho más eficiente y quizás hubiésemos tenido encierros más cortos, sin afectar tanto la salud mental y la economía. Sin embargo, en estas circunstancias una medida como esa, obviamente, no resiste mucho análisis. No solo por las cifras actuales, sino porque la ciudadanía también hoy presenta un agotamiento que no nos permitiría implementarlas. Lo lógico es evitar llegar a una cuarentena, y allí tenemos que ser capaces de tener en control la enfermedad, que se comporte como una endemia.

En caso de que asuman el gobierno y si aumentaran los casos, ¿impondrían un nuevo Estado de Excepción Constitucional?

No podemos adelantar cómo se van a manejar las tasas de contagio. Si estamos en una situación que lo amerita, tenemos que usar las herramientas para mantener a salvo a la población. Sin embargo, si se hace, debe ser de forma correcta y pertinente, que fue la crítica que se le planteó al gobierno en su momento, cuando las cuarentenas comunales tenían unos límites bastante absurdos. Tuvimos incluso comunas divididas, donde a un lado de la calle había cuarentena y al otro no. Son errores que no se pueden volver a cometer.

Hablaba de mayor transparencia y una “nueva gobernanza”. ¿Es proclive a incluir o a escuchar a otros actores en la toma de decisiones, como el Colegio Médico o sociedades científicas?

Durante mucho tiempo, al inicio de la pandemia, esto era una situación desconocida. Y entre medio, había mucha confrontación, principalmente con el gobierno. De aquí para adelante, entonces, es necesario una gobernanza distinta. Al inicio de la pandemia veíamos como los gremios, universidades y especialistas decían una cosa, y desde el otro lado, otra. En esa situación, para mí es importante abordar esos temas con mayor transparencia. Mientras más instancias participan, mejora la transparencia y la adhesión a las medidas. Además, nos alinea a todos bajo la misma estrategia.

Si los números se mantienen a la baja, ¿cómo recuperarían las atenciones postergadas por la pandemia y las listas de espera?

Suponemos que hay una menor cantidad de diagnóstico en determinadas patologías producto de la falta de acceso a los profesionales sanitarios, así como la falta de continuidad de tratamiento en los enfermos crónicos y, en ese contexto, estamos planteando una estrategia de financiamiento especial para aumentar la capacidad de respuesta en la red de salud pública. Un segundo punto es continuar con la gestión de la red integrada (público-privada) de atención. Hemos podido observar cómo ha funcionado de mejor manera la red asistencial en pandemia, para poder enfrentar los requerimientos Covid-19, así como también podría hacerse para la lista de espera GES y no GES. También proponemos gestión de lista de espera mediante el uso de “navegadores” (guías). Esto es en base a una experiencia piloto impulsada por profesionales de la Universidad Católica que permite acompañar a las personas en todo el proceso, que lleguen con sus exámenes tomados a los controles con especialistas y así ir acelerando el proceso.

María José Hernández, enfermera: eliminar el Pase de Movilidad

¿Qué evaluación hacen del manejo de la pandemia?

El estudio internacional Ipsos acaba de declarar que Chile fue el mejor país que administró la pandemia (en América Latina) y también es mejor en cuanto a la vacunación. Si comparamos con la región, lo hemos hecho mucho mejor que nuestros vecinos, como Argentina, que no tienen la misma disponibilidad de vacunas. Sin embargo, hay aspectos que definitivamente cambiaríamos: eliminaríamos el “pase verde”, reabriríamos totalmente el comercio. Es decir, que cada local opte por las medidas de prevención a tomar frente al contagio. También haríamos una mayor apertura de fronteras, eliminando las cuarentenas. Nos sumaríamos a la política que está tomando Estados Unidos para noviembre, de solo exigir la vacunación. Lo otro es que consideramos es que los colegios nunca se deberían haber cerrado por tanto tiempo, en Suecia -por ejemplo- los niños nunca dejaron de asistir a clases. Y frente a las cuarentenas o confinamientos, creemos que ya no se justifican medidas así con la cantidad de población vacunada.

¿Por qué eliminaría el Pase de Movilidad?

Nosotros optaríamos por medidas más preventivas que no pasen a llevar las libertades de las personas, por eso no creemos en los pases verdes. Más que un incentivo, ya casi parece una obligación (por ejemplo, para el ingreso al interior de bares y restaurantes). Y por lo tanto, implementaríamos que cada local opte por las medidas preventivas que estime. En EE.UU. los locales a la entrada de su puerta, exigen mascarilla, primera o segunda dosis y cuál es la cantidad de aforo. Si la persona no se siente segura en ese local, optará por otro.

¿Avanzarían a una vacunación obligatoria?

No. Estamos expectantes a lo que dice la ciencia sobre las dosis de refuerzo, desde qué edades, pero ya tenemos muchas personas que se han vacunado, consideramos que estas son decisiones personales y optamos por la libertad de las personas de decidir si vacunarse o no. Por eso eliminamos estos pases verde que entregan mayores o menores libertades. No utilizaremos ese tipo de incentivos.

¿Recurriría al toque de queda o al Estado de Exepción?

Considerando el estado actual del coronavirus, es difícil que vayamos a tener lo que tuvimos en los anteriores peaks. Hoy la población de mayor riesgo -que eran los mayores de 70 años- han ido en bajada en los contagios, se ha ido mitigando. Y las personas que sí se están contagiando no son personas que estén requiriendo mayor hospitalización. No es un escenario probable para marzo. Sin embargo, respecto al Estado de Emergencia, queremos considerar la experiencia de otros países que sí han sido exitosos. El mismo caso de Suecia, que comentaba antes, ellos constitucionalmente no pueden decretar un estado de emergencia si están en período de paz. Son medidas que deberíamos estar considerando y evaluando en el momento.

¿Continuarían con ese modelo integrado de hospitales y clínicas para abordar, por ejemplo, las listas de espera?

La colaboración público-privada es una de la estrategia que proponemos en Ideas Republicanas. Es decir, que el gobierno se preocupe de tener una accesibilidad en los servicios de salud, pero quien debe decidir o quien es el que posee el derecho de salud son las personas. Y bajo ese concepto, son las personas también las que deben elegir cual es el prestador que mejor resuelve su situación de salud. Para ello tenemos la idea de que el Estado puede subsidiar a las personas según su riesgo, para que ellas puedan decidir a qué prestador acudir. Si el sistema público no resuelve porque no tiene camas, el Estado puede llamar a licitaciones para poder cumplir. Es un tema moral resolver los retrasos en las otras atenciones de salud y la forma más correcta de hacerlo es profundizar las licitaciones.

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