Las similitudes y diferencias de las crisis sociales en Chile y Colombia
Toques de queda, canciones, cacerolazos y la respuesta del gobierno son algunas de las características que han marcado las protestas en ambos países, que se enmarcan en una demanda relativamente similar: mejoras en materia laboral, de pensiones y educación.
Son dos crisis sociales consecutivas. Con un poco más de un mes de diferencia con el estallido social en Chile, los colombianos salieron a las calles la semana pasada en un masivo paro nacional para reclamar contra una serie de políticas del Presidente Iván Duque, resumidas la mayoría en el "paquetazo económico" y fallas en la implementación de los acuerdos de paz. Hoy, a cinco días desde el paro (jueves 21 de noviembre), se han desvelado una serie de similitudes y diferencias con respecto a las manifestaciones en ambos países, así como la gestión presidencial en estos dos casos.
Similitudes
- Uno de los videos que se hicieron más virales entre los chilenos y los colombianos fue el de dos manifestaciones, una en Medellín y otra en Cali, en donde los manifestantes entonaban y bailaban la canción de Los Prisioneros, El Baile De Los Que Sobran. Para las protestas en Chile, este tema se convirtió en una suerte de himno de las demandas sociales, lo que fue replicado por los colombianos. De todas formas, a fines del año pasado, los estudiantes en Colombia protagonizaron unas masivas protestas en las que también se escuchó la canción chilena.
- Lo que más marcó las manifestaciones en Colombia ha sido el histórico cacerolazo que se registró la noche del jueves, para cerrar el día de paro, pero que ha ido repitiéndose en los días siguientes. Con cacerola y cuchara en mano, miles de colombianos mostraron su descontento frente a la violencia y los disturbios que se generaron en el país producto del paro, y quisieron demostrar que sí se puede protestar de forma pacífica. En Chile, el cacerolazo se ha vuelto un símbolo de protesta, y todavía se escucha el sonido de las cacerolas en las manifestaciones en Plaza Italia, así como en los balcones y ventanas de las casas.
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FOTO: AFP[/caption]
- Lo que inició el estallido social chileno fue el alza en los pasajes del transporte público. Por eso, los primeros disturbios se generaron en el Metro con varias estaciones dañadas. Durante las manifestaciones del jueves en Colombia, en ciudades como Bogotá y Cali, grupos de personas también dañaron las estaciones del sistema de transporte. Por eso, al día de hoy varias estaciones permanecen cerradas, generando un caos en el transporte. De acuerdo con Transmilenio (Bogotá), en los tres días iniciales de paro se afectaron 87 de las 138 estaciones que componen el sistema.
- El toque de queda fue una medida que impulsó el Presidente Sebastián Piñera durante el segundo día de las manifestaciones en Chile, como una forma de resguardar el orden y la seguridad. Su homólogo colombiano, Iván Duque, recurrió a la misma medida, aunque la decisión final quedó en manos de las autoridades locales. Así, el jueves solo Cali decretó el toque de queda, mientras que Bogotá lo hizo el viernes. Se trató del primer toque de queda en cuatro décadas en la capital colombiana.
- También los colombianos han protestado con pancartas y carteles con casi los mismos mensajes que en Chile.
Diferencias
- Una de las diferencias de ambas crisis ha sido la respuesta del gobierno. La respuesta de Duque y las acciones concretas que ha desplegado fueron casi inmediatas. El viernes en la noche, es decir, un día después del paro nacional, el Presidente colombiano anunció un diálogo social denominado "conversación nacional" en el que se realizarán encuentros con los ciudadanos, con distintos sectores y conversaciones en varias regiones del país. Para ello, se invitará a estudiantes, juntas de acción comunal, indígenas y campesinos, entre otros. Duque inició el domingo el diálogo con alcaldes y gobernadores, con el objetivo de construir una hoja de ruta que acelere el trabajo para cerrar la brecha social en el país. Son seis los ejes en los que se enfocará el diálogo: transparencia y lucha contra la corrupción, educación, paz, medioambiente, fortalecimiento de las instituciones, y crecimiento con equidad.
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FOTO: EFE[/caption]
- El paro nacional del jueves, que devino en manifestaciones que perduran hasta hoy, fue organizado y convocado el 3 de octubre por las principales centrales obreras. Posteriormente, otros sectores de la ciudadanía se fueron uniendo a la paralización, como los estudiantes, pensionados, indígenas, la Iglesia, etc. Con casi dos meses de antelación, los convocantes pudieron organizar y movilizar a la mayor cantidad de gente. Además, también provocó que el gobierno saliera a dar sus explicaciones frente a las demandas del paro, todo esto antes de que se concretara la manifestación.
- La antelación de la convocatoria también permitió que el gobierno e instituciones como la Policía, pudieran prepararse para enfrentar de forma más asertiva las manifestaciones y posibles disturbios. Días antes del paro, Duque facultó a las autoridades locales a decretar algunas medidas que permitan resguardar el orden si fuera necesario, como toque de queda, ley seca, etc. Además, la Policía también pudo diseñar estrategias ante los posibles hechos de violencia. El día anterior a la manifestación, se produjeron 27 allanamientos a miembros de organizaciones sociales y sindicales, y a un medio independiente de comunicación. El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, indicó que los operativos tenían como fin "prevenir" cualquier hecho de violencia que pudiera suceder.
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