Leonor Varas, directora del Demre: “Es dramático que a la PAES se la use para estos rankings de colegios”

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FOTO: Mauricio Mendez /AGENCIAUNO

La máxima autoridad del organismo responsable de construir la Prueba de Acceso a la Educación Superior asegura estar satisfecha con los resultados de esta segunda aplicación regular, pero también enfrenta la polémica por la advertencia sobre difundir los resultados que realizó el Mineduc.


La segunda Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) vio sus resultados a inicios de esta semana y Leonor Varas, directora del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) de la U. de Chile, órgano responsable de la construcción de los instrumentos de evaluación para la selección universitaria, dice estar satisfecha con los resultados, aun cuando parte de la atención se la robó la advertencia que la Subsecretaría de Educación Superior les hizo a las universidades sobre no divulgar los resultados.

Como sea, las primeras evaluaciones de esta segunda PAES regular -tercera si se suma la del invierno 2023- son positivas.

¿Qué saca en limpio con esta segunda versión regular?

Ya hemos aplicado tres PAES: dos regulares y una de invierno. Tenemos que acostumbrarnos a que las distribuciones cambian. Durante los años de PSU siempre mostramos la misma distribución de todas las pruebas, quedaba todo el mundo muy contento porque siempre era igual. Y justamente para que un puntaje de hoy se pueda considerar válido mañana, se necesita que la distribución no se fije. Hoy están todos comentando que en Comprensión Lectora es menor la media, pero es lo que es. La distribución de Matemáticas 1 (M1) nos alegra muchísimo porque la PSU tenía una acumulación tremenda de personas que respondían muy pocas preguntas. Y eso producía una tergiversación enorme porque había personas con 16 preguntas correctas, de 75, y tenían 450 puntos, el requerido para estar habilitado para postular. Si uno tiraba todo al azar podía llegar a eso. Y se producía porque era una prueba muy difícil. Matemática 1 la construimos para que no fuera una prueba tan difícil. Y mejoramos la asimetría, y aunque no mejoró tanto, es una muy buena noticia.

¿Por qué cambiaron tanto los resultados de un año a otro?

Porque cambió la población. Y puede haber cambiado porque como el año pasado entró mucha más gente a la universidad despertó expectativas mayores, y hoy día tenemos participando a más personas de los sectores que menos participaban. El año pasado era la primera vez de la prueba, ahora ya se conoce y están más preparados. Cuando la gente dice ‘¿regalaron los puntajes?’. No. Lo que ha cambiado es la habilidad que demuestra la población para resolverla. También se fijan en que hubo tantos puntajes máximos. No tienen ni una importancia los puntajes máximos. Es más, en M1 sabíamos que así sería y no nos importa porque para eso está Matemáticas 2 (M2). M1 se construyó así y M2 se construyó así.

¿Se puede entrenar más?

Claro, se puede ensayar más. Incluso la gente está más segura porque ya sabe lo que es.

¿Es correcto decir que es más fácil que la PSU o PDT?

La prueba se construye con más preguntas de menor dificultad.

Lo que resulta de eso es que hay más gente habilitada para postular a las universidades. ¿Significa que habrá gente menos preparada para la universidad?

No. El punto de habilitación antes se fijaba con un porcentaje de la prueba. Entonces decíamos ‘el 65% superior queda habilitado’. Se controlaba el número por la cantidad. Y ahora no se está controlando así, sino que se está diciendo un puntaje. Antes no teníamos idea dónde sería ese corte. No teníamos una buena razón para decir usted sí, usted no. Ahora sí sabemos lo que están rindiendo. Están mejor seleccionados.

¿Mejor ajustada?

La gente cree ‘están bajando el nivel’, pero se hizo una prueba más fácil para que se ajuste mejor a la población. Como era tan difícil, la gente contestaba lo que se le ocurría porque no lo sabía. Y si no lo sabe, adivina. Teníamos una medida contaminada por el azar.

Usted decía que a la PAES no se le podía pedir eliminar las brechas, pero sí que no las expanda. ¿Eso se está dando?

Sí. Ya con la primera PDT bajó un poco la brecha y de ahí se ha mantenido más o menos estable. El factor por el cual la PSU expandía la brecha era por preguntar todo el currículum y así le estaban preguntando algo que no le enseñaron a la gente. Hemos sido superestrictos en tener una prueba justa respecto del currículum que se logró pasar en todas partes.

¿Por qué a los colegios particulares les sigue yendo mejor que a los municipales y subvencionados?

Porque tenemos un país extremadamente segregado. En los colegios particulares están los hijos de las familias de más altos ingresos, personas que tienen un capital cultural mucho mayor. Tenemos un país segregado, pero a nivel educacional se hace más latente. Es sabido que en educación la variable que más influye es el nivel socioeconómico.

Es decir, seguirá siendo así hasta que no cambien cosas basales del país.

Sí. Hasta que no cambien otras cosas en Chile; la segregación y que el nivel socioeconómico sea menos diverso.

¿Es perfectible la PAES?

El peor pecado de la PSU fue que la blindaron, que quedó escrita en piedra. Y en esta prometimos desde el primer día que no sea así. Hay que monitorearla y seguro que va a haber cosas que hay que afinar, y está bien que sea así.

¿Es la PAES una mejor prueba?

Es una mejor prueba. Técnicamente es una mejor prueba. Es más justa por cómo fue construida. Y es más moderna porque eso es lo que todo el mundo valora, el tipo de competencia que se está evaluando. Otra consecuencia es quiénes ingresan. La barrera se aflojó por el lado de la población que estaba subrepresentada. Es más democrática en ese sentido. Casi el 90% de los que rindieron pueden postular.

¿El ranking de colegios es malo?

El problema con la información y con los rankings de colegios tiene que ver con qué es calidad en educación. Es dramático que a la PAES se la use para estos rankings de colegios, porque la validez es algo bien complejo. Está la validez predictiva, la validez de consecuencia, la validez de contenido. Y otra es la validez de uso. Está establecido en los estándares internacionales que no se debe usar jamás una prueba para aquello que no fue concebida. ¿Y por qué es tan complicado en este caso? Si uno quiere evaluar la calidad de un colegio, tiene que evaluar todo el currículum, cosa que uno no puede hacer con una prueba de selección universitaria. Y cuando tratas de hacerlo cometes injusticias, tienes que tener una vara común para todos, que todos tuvieron la oportunidad de aprender. Es más aberrante aun que se use eso para hacer un ranking de colegios, incluso más allá de la discusión de los rankings en general. Es tan simple como que esta prueba fue diseñada con otro propósito.

¿No significa nada que dentro de estos rankings que igualmente se hacen aparezcan los mismos colegios particulares de siempre o que dejaron de aparecer establecimientos como el Instituto Nacional?

Hay que saber mucho más de lo que está ocurriendo con esos colegios, de la población que atienden, las razones de por qué no están ahí. A mí sí me molesta que estemos discutiendo sobre 100 colegios cuando en nuestras bases de datos son 4.000 colegios. Con la prueba aparece Chile con toda su diversidad y con el ranking hablamos de 100 colegios de élite de Santiago. Realmente da pena y me parece un retroceso.

No se puede desconocer que también había estudios que tratan de pesquisar inequidades y otros análisis profundos.

No es no entregar la información, es no entregarla en ese momento. Tiene que ver con la protección de los datos personales, y que no se ha dicho. El problema con los datos personales es que todos los años hay llamados desde las universidades a los estudiantes con datos que no se entregaron ni debieron ser usados para eso. Esa es la petición: no uses esos datos. Y lo otro es el problema de uso que tiene que ver con estas normas internacionales de civilización. Yo entiendo que la gente dice que los padres quieren saber, pero entonces sépanlo de los 4.000 colegios, no de los 100 primeros. Nosotros el 8 de marzo les entregamos a los colegios un informe de cómo les fue en la prueba, no hay un ocultamiento de la información.

Hay gente que piensa muy distinto a esto. Pareciera un debate ideológico o de principios.

Se cruza con eso, se cruza con eso de la meritocracia y la crítica a ella. Se mezcla con cuestiones más ideológicas o incluso políticas contingentes, como los Servicios Locales de Educación Pública, y en realidad esta es otra limitación a la información, tiene que ver con unos estándares internacionales.

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