La próxima semana el presidente electo Gabriel Boric cerraría -en parte- el círculo de designaciones más significativas para su instalación con el nombramiento de embajadores y embajadoras.

El inminente hito tiene un cariz relevante para las relaciones de la coalición de gobierno, que se han tensionado tras la conformación de sus equipos a nivel ministerial, de subsecretarios y recientemente de delegados provinciales y regionales.

Así, las señales que dé Boric en materia de embajadas -cargos que tradicionalmente se han utilizado para hacer gestos políticos-, no será baladí para Apruebo Dignidad ni para Nuevo Pacto Social. De hecho, en la coalición confirman que varios partidos enviaron sus nombres hace ya un par de semanas. Algunos, incluso, lo hicieron directamente ante la futura ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola.

Y si bien en la próxima Cancillería recalcan que no hay “nombres cerrados”, distintas fuentes del futuro gobierno consultadas por La Tercera PM aseguran que Boric tendría previstas ya algunas apuestas para esos nombramientos. Una de ellas, y que suena fuerte para la embajada de Estados Unidos, es el senador socialista Juan Pablo Letelier.

La eventual designación del senador que termina su periodo el 11 de marzo en la Cámara Alta al estar con límite a la reelección, tiene una gran carga simbólica.

El legislador es hijo de Orlando Letelier, el exministro de Salvador Allende que -según desclasificó la CIA- fue asesinado por orden de Augusto Pinochet en Washington el 21 de septiembre de 1976, tras ser objeto de un atentado de bomba orquestado por el agente de la DINA Michael Townley.

Quien dirigió las carteras de Relaciones Exteriores, Interior y Defensa durante el gobierno de la Unidad Popular, también fue embajador en Estados Unidos en 1971.

Pese a la ciudadanía norteamericana del senador socialista desde su entorno aseguran que no tendría problemas para asumir el cargo. Las mismas fuentes explican que existen precedentes de otras autoridades nombradas en embajadas que han renunciado a sus nacionalidades para iniciar labores en el servicio exterior. Ese fue el caso de David Gallagher, el embajador de Chile en el Reino Unido, quien desistió de su nacionalidad inglesa para asumir en el cargo en 2018 tras ser nombrado por el Presidente Sebastián Piñera.

Asimismo, fuentes del gobierno afirman que Boric estaría inclinado a darle una embajada relevante a la excandidata presidencial del PS, Paula Narváez. La socialista fue objeto de duras críticas por parte de Nuevo Pacto Social luego de que, tras perder la consulta ciudadana por la que bregó insistentemente, no apoyara a quien terminó siendo la carta del sector, Yasna Provoste (DC).

Por lo mismo, su eventual nombramiento en otros cargos levantó suspicacia en sectores del bloque del socialismo democrático y, especialmente, en su partido. De hecho, Narváez estuvo sobre la mesa para asumir a nivel ministerial, lo que terminó no concretándose para evitar un problema con el Partido Socialista. Su directiva, liderada por Álvaro Elizalde, pidió expresamente a Boric llevar negociaciones institucionales y no con la disidencia, sector que respaldó a la psicóloga durante la campaña.

Con todo, en el gobierno destacan el paso de Narváez por ONU Mujeres y su experiencia en el ámbito internacional para asumir en una embajada. Y, además, la relación de confianza y “cariño” que forjó con el frenteamplista durante la contienda presidencial.

Uno de los nombres de Apruebo Dignidad que también estaría en la nómina preliminar -la palabra final la tendrá Gabriel Boric- es el diputado de Unir Marcelo Díaz.

El exsocialista -quien perdió en las pasadas elecciones senatoriales- no fue considerado para ningún cargo significativo en la plana mayor del próximo gobierno, pese a haber sido ministro de la expresidenta Michelle Bachelet. Ante la poca experiencia del Frente Amplio para gobernar en su movimiento esperaban que su trayectoria fuera, a lo menos, aprovechada. “Me hubiera gustado que Marcelo Díaz fuera ministro”, dijo la líder de Unir, Lorena Fries en enero.

De esta forma, las opciones de que el legislador asuma en alguna embajada, como un gesto de desagravio al exsocialista, son altas, dicen en la futura administración.

En el resto de Apruebo Dignidad, a su vez, han enviado algunos nombres al gobierno para que sean considerados en embajadas clave en la región de América Latina, espacio que Boric buscará revitalizar durante su administración tal como lo ha dicho públicamente su futura canciller.

En el PPD y el PL, en tanto, sostienen que ya han hecho llegar sus nombres. En el caso del primero, su presidenta, Natalia Piergentili, explica que “enviamos una lista puntual de personas con experiencia y capacidad que creemos son necesarias para gestionar y defender los interese de Chile como para representarlo de la mejor manera”.

Los liberales propusieron, por su lado, a su extimonel Luis Felipe Ramos, ya sea para la embajada de Holanda o Dinamarca.

Desde la próxima Cancillería explican que lo que ya está cerrado son los criterios que van a primar en la designación de estos cargos.

Uno de ellos responde a un compromiso que asumió Boric desde antes de ser electo: propiciar la máxima participación de mujeres en espacios de poder.

En ese contexto es que la nómina final de embajadores y embajadoras, dicen en el futuro gobierno, tendría un número mayor de mujeres que en gobiernos anteriores.

Por otro lado, en el futuro gobierno están decididos a seguir con la costumbre de designar solo un 20% de las embajadas con criterio político y en el resto, diplomáticos de carrera.

El diputado Marcelo Díaz y el senador Juan Pablo Letelier no respondieron los llamados de la La Tercera PM para referirse a su eventual nominación como embajadores. En el entorno de Narváez, en tanto, aseguran que hasta ahora no ha sido contactada.