Las denuncias por acoso laboral que complican a asesora clave de la ministra Aguilera
Maritza Labraña, jefa del Departamento de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Ministerio de Salud y una de las personas del círculo de hierro de la titular de la cartera, enfrenta una serie de acusaciones, que incluyen maltrato en el contexto del trabajo, una intervención del Instituto de Seguridad Laboral y profesionales con licencia médica por estos motivos.
En agosto de 2022, poco antes de que Ximena Aguilera fuera nombrada como ministra de Salud, otro movimiento importante se llevó a cabo en dicha cartera: la periodista Maritza Labraña, que era parte del Consejo Asesor Externo para el manejo de la pandemia y que antes ejercía como jefa de comunicaciones del Hospital San Juan de Dios, asumió la jefatura del Departamento de Comunicaciones y Relaciones Públicas del Minsal.
A poco andar la experta en comunicación de riesgo adquirió un rol protagónico dentro del ministerio y ganó influencia. De acuerdo a lo que señalan diversas fuentes del gobierno, hoy es una asesora clave de la ministra Ximena Aguilera. Centraliza no solo las comunicaciones del gabinete, sino también las salidas de prensa de los subsecretarios y otros actores de la cartera, y su opinión política es muy escuchada por la ministra.
Hoy la profesional enfrenta un momento delicado al interior del ministerio a raíz de una serie de denuncias por maltrato laboral. Existen quejas interpuestas en diversas instancias y licencias médicas de por medio. Estos hechos derivaron en una intervención del Instituto de Seguridad Laboral (ISL), dependiente del Ministerio del Trabajo y el cual, dentro de sus funciones, tiene como objetivo otorgar calidad de vida a los trabajadores.
En concreto, el ISL intervino el equipo de Comunicaciones de la cartera, obligando a la activación de protocolos y dictando charlas al respecto para mejorar el espacio laboral. En la cartera reconocen este hecho y reseñan que ese tipo de intervenciones son habituales cuando se trata de licencias por situaciones mentales.
Pero no lo es todo. Hacia fines de octubre, a la Contraloría Regional Metropolitana ingresó una denuncia por acoso laboral en contra de la jefa de comunicaciones del Minsal, hechos que, según la persona denunciante, constituirían acoso y menoscabo laboral. Esta persona señala, entre otras cosas, que si bien al inicio el trato con Labraña fue bueno, a los dos meses empezó a notar las primeras “muestras de maltrato y acoso laboral”. Quien denuncia aseguró que Labraña le gritó y lo retó en reiteradas ocasiones, “llegando al punto que me tuve que encerrar a llorar en una oficina del Minsal por la frustración y poco apoyo recibido, porque la única respuesta que obtenía era que toda la culpa era mía”.
La persona, además, acompaña su relato con una serie de transcripciones de conversaciones y correos electrónicos con la denunciada donde deja de manifiesto algunas situaciones, así como reiterar que siguió recibiendo malos tratos, principalmente de forma verbal, “con cuestionamientos o retos por temas como pedir permisos administrativos o días libres post turno”. A esto, suma, “una cantidad importante de veces en las que me ha retado, gritado o señalado que mi pool de capacidades es bastante limitado”. Y cierra: “Durante más de un año también he sido testigo de maltratos y gritos a otros compañeros del departamento y comentarios fuera de lugar respecto a lo que se come a la hora de almuerzo, el peso de otras personas e, incluso, la forma en la que yo he realizado las pausas activas. Actualmente, mi psicólogo me quiere derivar al ISL porque estoy con cuadro ansioso depresivo y estrés laboral, por lo que él considera maltrato y acoso laboral”.
Por otra parte, a inicios de ese octubre la misma entidad regional ya había recibido otra denuncia “por presuntos episodios de acoso laboral” en contra de la periodista. “Se ha dirigido a esta Contraloría Regional una persona bajo reserva de identidad, denunciando reiterados malos tratos en contra de profesionales que componen el equipo de Comunicaciones del Ministerio de Salud, por parte de su jefatura directa, doña Maritza Labraña”, dice el escrito.
Hay otro hecho que también marca las denuncias en contra de la asesora de Aguilera. Otra persona acusó formalmente que el 29 de septiembre Labraña comenzó a gritar y maltratar a una periodista delante de la hija de ésta. Tras este hecho la persona decidió hablar con Recursos Humanos y realizar la denuncia formal, en la que se describe ansiedad, problemas para dormir, pena y ganas de llorar durante los meses que, dijo, duró el maltrato. Esto sumado al hecho de que el 3 de octubre esta misma periodista denuncia que Labraña se acercó, le golpeó el hombro para llamar su atención y le dijo que “no responderle” es también un acto de maltrato. Después de esto la periodista fue al ISL y a Contraloría a estampar la denuncia.
Algunos de los hechos como los descritos derivaron en licencias médicas identificadas como “enfermedades profesionales” por el mismo ISL, donde han analizado la idoneidad de Labraña para el cargo y donde uno de los informes de la entidad sobre la enfermedad de uno de los trabajadores señala que la información disponible permite concluir que la persona “ha estado expuesta desde el año 2022 al trato inadecuado por parte de la jefatura, mediante la indiferencia, no respeta horarios, tiene malas actitudes, descalifica de forma solapada, entre otros comportamientos”.
En el Minsal esta situación no es secreta. Incluso hacia afuera es conocido. En La Moneda, por ejemplo, están al tanto del inicio de los procedimientos de investigación. Y es que, coincidencia o no, desde el arribo de Labraña se han dado renuncias, solicitudes de cambio de unidad de sus subalternos y licencias laborales de origen psiquiátrico como las expuestas recientemente.
Al respecto y consultada por esta nota, al cierre de esta edición no había sido posible tener una versión de la titular de Salud, mientras que en el entorno de la profesional cuestionada explican que no conocen el detalle de las denuncias, porque son privadas, por lo que optaron por guardar silencio.
Con todo, en la cartera actualmente hay en curso una investigación sumarial que tiene por objetivo investigar si hay mérito para cursar un sumario administrativo.
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