Líos de familia: la disputa que enfrenta al exministro Claudio Alvarado con su hermana por el millonario patrimonio de su padre

Líos de familia: la disputa que enfrenta al exministro Claudio Alvarado con su hermana por el millonario patrimonio de su padre
El exministro Claudio Alvarado.

Una compleja situación vive el extitular de la Segegob, el ingeniero comercial Claudio Alvarado (UDI). Su única hermana, María Eugenia Alvarado, lo está acusando en tribunales de realizar contratos simulados para traspasarse bienes aprovechándose de los mandatos judiciales que le otorgó su progenitor, quien actualmente padece una grave enfermedad que le impide comunicarse. La otrora autoridad se defiende asegurando que esto se trata de una arremetida judicial por una deuda que ella tiene con su padre y por lo cual a fines del año pasado presentó una demanda. "El único propósito es afectar mi imagen pública", aseguró.


Una compleja situación familiar vive el exministro Claudio Alvarado Andrade (UDI) por estos días. Y es que se acaba de enterar de que su única hermana, María Eugenia Alvarado (61), lo ha llevado ante los tribunales de justicia acusándolo de apropiarse de manera indebida del millonario patrimonio de su padre, afectando -de paso- su futura herencia. La trama se estampó en una querella declarada admisible el 19 de enero por el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago y en que la mujer acusa al ingeniero comercial y expersonero del gobierno de Sebastián Piñera de realizar una serie de maniobras y contratos simulados para hacerse de propiedades de su progenitor, quien desde hace cinco años se encuentra postrado sin posibilidad de comunicarse debido a la avanzada enfermedad de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) que lo afecta desde el año 2013, cuando fue diagnosticado.

La exautoridad entiende esta acción de su hermana como una arremetida judicial, ya que él, en representación de su progenitor, la demandó en sede civil, el 14 de diciembre del año pasado, por supuestas deudas que tendría respecto a un inmueble que le vendió su padre. Al ser consultado por La Tercera PM por la querella, el extitular de la Segpres sostuvo: “Se trata de una reacción destemplada, de la que me entero por la prensa, que se origina en una demanda que presenté en su contra, en representación de mi padre, por su incumplimiento de diversas obligaciones económicas, habiendo reconocido su propio abogado en el tribunal que no ha cumplido con el pago que adeuda. Lamento que un problema familiar escale a la prensa, y con el único propósito de afectar mi imagen pública. Enfrentaré el caso con la tranquilidad de mi integridad y trayectoria pública y privada, que interesadamente se pretende enlodar. Tendrá que hacerse cargo de las graves acusaciones que formula.”

El padre de ambos es José Guillermo Alvarado Cárcamo (92), un reconocido empresario y representante gremial de la zona de Castro. Partió trabajando en el MOP, para luego en 1966 ingresar al mundo privado, ejerciendo actividades en los negocios en el mundo de los cigarros, con representación en la Compañía Chilena de Tabaco. Para 1979 su patrimonio fue incrementando cuando compra Honsa la hostería de Castro, que luego fue vendida a buen precio, según su hija, a comerciantes salmoneros chilotes. Posterior a esto ingresó al negocio de los servicentros y después de medio siglo de trabajo habría logrado adquirir numerosos bienes compuestos por inmuebles ubicados en las ciudades de Castro y Viña del Mar e importantes inversiones en el Banco Santander y en el Banco de Crédito e Inversiones, según se lee en la querella de la administradora de empresas que es patrocinada por el exfiscal Carlos Gajardo.

En tanto, en la demanda presentada por Alvarado contra su hermana se lee que el 14 de junio de 2016 José Guillermo Alvarado suscribió un contrato de compraventa con su hija María Eugenia, en el que el empresario le vendió un inmueble ubicado en calle Esmeralda, en la ciudad de Castro, fijando como precio $ 400 millones. La mujer, por su parte, se comprometía al pago del precio mediante la constitución de una renta vitalicia a favor de su padre consistente en el pago durante toda la vida de $ 1 millón mensual, que debía efectuarse en efectivo dentro de los cinco primeros días de cada mes. Según la acción judicial, la administradora de empresas “nunca ha cumplido con su obligación del pago del precio, a diferencia de mi representado que, conforme consta en las inscripciones antes referidas y acompañadas, ha cumplido a cabalidad con las obligaciones contraídas”.

Junto con esto, además, Alvarado acusa un incumplimiento de contrato, pues desde el 2019 su hermana estaría arrendando el primer piso del inmueble, no respetando entonces el usufructo del acuerdo notarial en cuestión.

Acusaciones cruzadas

La querella de María Eugenia Alvarado fue presentada el 16 de enero de este año y acogida a trámite tres días después por el juez Cristián Sánchez, quien derivó los antecedentes a la Fiscalía Centro Norte, la que inició una investigación. En el libelo, la profesional tiene una versión totalmente distinta de lo que ha ocurrido estos últimos años y acusa derechamente a su hermano, y exministro, de realizar contratos simulados y triangulaciones indebidas aprovechándose de los mandatos que le otorgó su padre antes de quedar postrado.

“En el año 2013 aproximadamente mi padre fue diagnosticado con la enfermedad de ELA( Esclerosis Lateral Amiotrófica), grave enfermedad que hasta el día de hoy lamentablemente padece. Debido a esta enfermedad mi padre firmó el año 2015 un poder que preparó mi hermano Claudio Alvarado. A causa de esta patología por su edad mi padre se fue deteriorando, comenzó a tomar un medicamento para retardar la enfermedad (Rilutek), pero empezó a hablar incoherencias a partir del año 2016, para el año 2018 a la fecha quedar postrado, con sonda gástrica, permaneciendo en su casa ubicada en la ciudad de Castro con la asistencia de personal tens que lo acompañan las 24 horas del día, más personal de aseo y una asesora del hogar. Desde el año 2018 y actualmente mi padre no puede mover sus manos, no puede hablar, solo mueve los ojos y, por tanto, se encuentra impedido de ejercer sus derechos respecto de graves hechos que han afectado sustancialmente su patrimonio, ejecutados por mi hermano Claudio Alvarado”, se lee en la querella.

De ahí en más la mujer relata que su hermano cuenta con amplias facultades para ejercer en representación de su padre, tales como la administración y disposición de bienes, entre otras. “Mi hermano Claudio Alvarado, teniendo a su cargo el patrimonio de mi padre, debiendo haberlo salvaguardado, ha ejecutado una serie de actos en que abusando de las facultades que le fueron otorgadas le ha irrogado un importante perjuicio, disminuyendo significativamente el patrimonio de mi padre, transfiriendo importantes bienes fundamentalmente a su patrimonio personal o de sus sociedades, como se explicará, celebrando contratos que en mi concepto son simulados y aparece recibiendo dineros en su representación cuyo destino no tengo constancia que haya sido el patrimonio de mi padre, todo lo cual deberá ser investigado por el Ministerio Público”, apunta la mujer.

¿Contratos simulados?

María Eugenia Alvarado asegura que actualmente tiene nula propiedad sobre el bien inmueble de calle Esmeralda que aparece en la demanda en su contra. “Con sorpresa me di cuenta posteriormente que mi hermano Claudio Alvarado había utilizado abusivamente el mandato que se confirió para realizar importantes transferencias de activos de mi padre; que mi padre no decidió ni realizó directamente y solo tuvo por objeto acrecentar abusivamente el patrimonio de Claudio Alvarado en desmedro de mi padre y de la suscrita como futura heredera a través de actos jurídicos simulados”, asegura.

Una de las situaciones que describe es la del inmueble de calle Esmeralda, que en un principio estaba bajo el dominio de una sociedad perteneciente a su padre. Ahí la administradora de empresas apunta a contratos simulados en que no existe constancia de los pagos y que se realizaron por su hermano cuando su padre ya no tenía poder de decisión y aprovechándose de que él era su representante. Es decir, que compraba y a la vez se vendía a sí mismo inmuebles y sitios que eran de su progenitor.

“A través de esta escritura de 25 de abril de 2018, mi padre aparece vendiendo, cediendo y transfiriendo a mi hermano Claudio Alvarado Andrade ,quien “compró” y “adquirió” para sí el 45,5 % de los derechos sociales de la sociedad. Según la escritura, el precio de esa cesión fue la suma de $ 172.900.000, monto que según la escritura, mi hermano Claudio Alvarado pagó en ese acto al contado y en dinero en efectivo, el cual, según la escritura, fue recibido por el “representante” del señor José Guillermo Alvarado Cárcamo a su entera satisfacción, es decir, por el propio Claudio Alvarado”, dice la querellante.

Pero eso no sólo habría quedado ahí, sino que además se habría ocupado a un palo blanco. “Según esta escritura de cesión, además, mi padre aparece vendiendo, cediendo y transfiriendo a María Alejandra Villegas Huinchaman (pareja del exministro), quien “compró” y “adquirió” para sí el equivalente al 4,5% de los derechos sociales de la sociedad. Según la escritura el precio de esa cesión fue la suma de $17.100.000, monto que, según la escritura, María Villegas H. pagó en ese acto al contado y en dinero en efectivo, el cual, según la escritura, fue recibido por el “representante” del señor José Guillermo Alvarado Cárcamo a su entera satisfacción, es decir por el propio Claudio Alvarado”, se lee en el escrito.

Finalmente, María Eugenia Alvarado Andrade expone que busca que la justicia esclarezca el comportamiento que ha tenido su hermano respecto del patrimonio de su padre y si ha incurrido como autor del delito de apropiación indebida. “Como se puede apreciar, mi padre estando gravemente enfermo, postrado en su casa en la ciudad de Castro, sin dar instrucción alguna, sin la suscrita tener constancia que hubieren ingresado efectivamente al patrimonio de mi padre dichos dineros por la cesión de sus derechos sociales, respecto de los cuales existen serias sospechas de que en la realidad no se pagaron, dejó de ser socio de una sociedad con un importante patrimonio, apareciendo un precio irrisorio dado el patrimonio social, quedando bajo el control y dominio de mi hermano Claudio Alvarado, quien con sus acciones perjudicó gravemente el patrimonio de mi padre y a la suscrita como futura heredera”, finaliza.

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