Los 33 años en EE.UU. del acusado de la muerte de Víctor Jara
Tras ser detenido en medio de un control policial el pasado 5 de octubre, al constatarse que en su contra había una orden de captura y una alerta de Interpol, Pedro Barrientos se mantiene a la espera de que un juez de migraciones dicte la orden que detallará el mecanismo mediante el cual será expulsado del país.
En pleno régimen, en 1978, Joan Jara inició la arremetida judicial que recién décadas más tarde comenzó a rendir frutos. Ese año, con el patrocinio del penalista Luis Ortiz Quiroga, la viuda de Víctor Jara interpuso ante el Quinto Juzgado del Crimen de Santiago una querella por el asesinato del cantautor en dependencias del Estadio Chile, a solo cinco días del golpe de Estado.
Si bien dicha acción no prosperó, fue la primera de una seguidilla de medidas que la bailarina emprendió con miras obtener justicia. Y es que concluido el régimen militar, Joan Jara llegó hasta el estudio del abogado Nelson Caucoto y activaron nuevamente la ofensiva. Así, en agosto de 1999 interpusieron una querella contra Augusto Pinochet y desencadenaron una investigación en medio de la cual consiguieron decenas de testimonios. Eso sí, no fue hasta julio de 2018 que el ministro en visita Miguel Vázquez dictó condena contra nueve miembros del Ejército por su responsabilidad en el crimen de Jara y del exdirector de prisiones Littré Quiroga Carvajal.
Recientemente, el pasado 28 de agosto, la Segunda Sala de la Corte Suprema dictó sentencia definitiva y condenó a Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto a 25 años de cárcel por su calidad de autores de los delitos de homicidio y secuestro calificado de ambas víctimas.
Pero ello, en todo caso, aún no logra ser el cierre de la batalla judicial que han librado Jara y su familia, pues quien es sindicado como el exmilitar que percutó el disparo que le dio muerte al artista recién fue detenido hace seis días en Estados Unidos.
Se trata de Pedro Pablo Barrientos Núñez, quien fue capturado en Deltona, en el estado de Florida, por parte de efectivos de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés). Esto, luego de que en julio un tribunal decidiera despojarlo de la nacionalidad estadounidense que había obtenido años antes.
“Se revoca la naturalización del demandado Pedro Pablo Barrientos y se cancela el Certificado de Naturalización (...) emitido al demandado, con vigencia a partir de la fecha original de su naturalización, 17 de diciembre de 2010″, notificó el juez Roy Dalton en dicha oportunidad.
De esta forma, las autoridades nacionales, en coordinación con la Policía de Investigaciones (PDI), han activado los procedimientos para traer de regreso a Chile al encausado y que así enfrente los cargos que hay en su contra. Según explicó la prefecta inspectora Catalina Barría, jefa nacional de Cooperación Internacional PDI, se está a la espera de la resolución que pueda dictar el juez de migraciones, quien debe determinar el modo en que se ejecutará la expulsión del imputado.
Al respecto, Francisco Bustos, abogado del equipo que representa a Joan Jara y sus hijas, manifestó: “Es importante que los perpetradores de crímenes de lesa humanidad puedan enfrentar la justicia. Existen deberes de los Estados de investigar, juzgar y sancionar con penas efectivas, con miras a impedir la impunidad. Por tanto, el hecho de que una persona que intentó eludir la justicia pueda enfrentarla pronto, sin duda es motivo de alegría para todos quienes hemos trabajado en el caso”.
Su vida en Estados Unidos
De acuerdo con antecedentes acompañados durante procesos judiciales en Estados Unidos, Barrientos ingresó a ese país en julio de 1990 con visa de turista y siete años después se casó con una ciudadana estadounidense, lo que le permitió iniciar trámites para obtener una residencia definitiva y la nacionalidad. Como se indicó, durante sus años en ese país mantuvo residencia en el estado de Florida.
Sin embargo, según consta en documentos del caso, mintió y falseo información en medio del proceso, pues, como se acreditó, ocultó detalles respecto de sus acciones durante la dictadura chilena. Como se ventiló en el tribunal, negó cualquier vinculación con el asesinato de Víctor Jara o con cualquier otro crimen, lo que lo llevó a perder el beneficio y luego ser detenido.
Todo esto se logró luego de que en 2016 un tribunal federal en Orlando -previa demanda civil interpuesta por Joan Jara y sus hijas- lo declarara culpable por las torturas y el asesinato extrajudicial del cantautor. Asimismo, le ordenaron el pago de una compensación por daños y perjuicios por 28 millones de dólares, ya que se estimó que había una fuerte conexión entre él y la muerte de Jara.
Pese a la serie de antecedentes, Barrientos nunca ha reconocido su participación en los hechos y ha negado haber pisado el Estadio Chile en el momento en que se perpetraron los crímenes.
Así, de hecho, lo manifestó en una entrevista que dio a Chilevisión en 2012. “Yo nunca he estado en el Estadio Chile, no conozco el Estadio Chile y no sabía lo que era el cantante Jara (...) No tengo que enfrentar a la justicia porque yo no he matado a nadie”, sostuvo el exteniente al programa “En la mira”, pese a que sí reconoció haber cumplido labores en el Regimiento Tejas Verdes.
Pese a todos los argumentos que ha esgrimido, en Chile se le consideraba un prófugo y así lo manifestó el canciller Alberto van Klaveren en Radio Pauta.
“Hemos estado en contacto con el gobierno de Estados Unidos en torno a este tema desde hace ya bastante tiempo. No lo dijimos públicamente básicamente porque el señor Barrientos se encontraba prófugo. Sabíamos que estaba prófugo y sabíamos que lo estaban buscando. Incluso, las autoridades norteamericanas nos pidieron mantener en reserva esa situación, precisamente para que no siguiera huyendo y no supiera que lo estaban buscando”, explicó el secretario de Estado.
El testimonio clave
Fue el 26 de diciembre de 2012 que el ministro Miguel Vásquez sometió a proceso a Pedro Barrientos Núñez por su responsabilidad como autor del delito de homicidio calificado cometido en la persona de Víctor Lidio Jara Martínez. Por lo mismo, en enero de 2013 la Corte Suprema declaró “procedente” pedir a Estados Unidos su extradición.
“Como se advierte del pronunciamiento ejecutoriado mediante el cual se sometió a proceso al requerido, así como del informe de la Sra. fiscal judicial (...), todas las exigencias para efectos de requerir la entrega del procesado se satisfacen, de modo que corresponde acceder a la petición de extradición y continuar con su tramitación”, se indicó en esa época por parte de la Segunda Sala del máximo tribunal.
En ese momento el ministro Vásquez ya contaba con una serie de antecedes, entre ellos el testimonio del exconscripto José Paredes Márquez, quien reconoció su participación en hechos perpetrados en el Estadio Chile, pidiendo, eso sí, que se persiguiera a los mandos. “Hay que buscar los altos mandos. Yo solo era un ‘pelao’ nomás”, dijo cuando fue trasladado en 2009 a la Cárcel de Alta Seguridad.
Tres años después, en entrevista con “En la mira” de Chilevisión, además apuntó directamente a la responsabilidad de Barrientos en el asesinato de Víctor Jara. “Le disparó a quemarropa casi, porque el hombre no le respondía, para mí que ahí lo sacó de quicio y le disparó”, declaró al citado medio.
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