Los 45 días de vida de Máximo: Fiscalía formaliza a médicos del Hospital Clínico UC por muerte de bebé en fallido tratamiento

Hospital Clinico UC

Esta mañana se llevó a cabo la audiencia de formalización en la que la jueza del Séptimo Juzgado de Garantía, Marcia Figueroa, ordenó prohibir a los medios de comunicación la divulgación de los nombres de los facultativos a fin de cautelar el principio de inocencia La magistrada también rechazó la cautelar de arraigo nacional y fijó un plazo de ocho meses de investigación. “Se ha dado cumplimiento a todas las normas y estándares aplicables al caso y así se ha hecho saber en las etapas procesales que han correspondido en el ámbito de la demanda civil", dijo el recinto médico.


La Fiscalía Centro Norte formalizó por cuasidelito de homicidio a dos médicos del Hospital Clínico de la Universidad Católica luego que la familia de un neonato presentara una querella por una presunta negligencia médica que terminó con su vida a sólo 45 días de haber nacido. Los hechos se remontan al 21 de julio de 2018, y tres años después se concreta el primer hito judicial en que se atribuye responsabilidad a dos facultativos. En medio de la audiencia la magistrada Marcia Figueroa ordenó no difundir sus nombres para garantizar la presunción de inocencia. Mientras que el recinto médico aseguró a La Tercera PM que “se ha dado cumplimiento a todas las normas y estándares aplicables al caso y así se ha hecho saber en las etapas procesales que han correspondido en el ámbito de la demanda civil”.

Los médicos acusados cuentan con amplia experiencia, pero según la acción penal -presentada por Miguel Schürmann, socio de BACS Abogados.- serían los responsables directos de la muerte de Máximo. Los querellantes son Fernanda González, madre del niño; Matías Atenas es su padre; y Javier González el abuelo materno quien estuvo presente en todo momento, desde su nacimiento hasta su fallecimiento, y durante toda su estadía en el Hospital Clínico UC.

Según relató hoy el Ministerio Público, Máximo nació con la enfermedad de Hirschprung, la cual consiste en la ausencia de nervios que permitan al sistema digestivo la expulsión de los desechos orgánicos a través del intestino grueso. La familia -sostuvo en la querella- que si bien se diagnosticó rápidamente la enfermedad, los médicos a cargo de su atención prescribieron un tratamiento manifiestamente errado, lo delegaron del todo en personas sin capacitación sanitaria, y lo dejaron empeorar, sin examinación directa, hasta el punto de no retorno, su muerte.

Los padres del niño acusan a los querellados de dar malas instrucciones para su cuidado. En el escrito, explicaron que el día 3 de julio, Máximo presentó ciertos síntomas preocupantes y de ello dejó registro su madre en un correo. “Ayer noté su temperatura muy al límite de la fiebre (37,8º) por lo que opté por administrar paracetamol; por ahora su temperatura se han mantenido en ese rango 37,8-38 por lo que mantengo paracetamol cada 8 horas. Está un poco inquieto a ratos y se queja especialmente cuando tiene ruidos intestinales, los cuales son bastante fuertes, una sonajera. Esto es algo nuevo, es un ruido como cuando suena el estómago por fatiga.”, consignó el escrito.

“¿Esos ruidos intestinales son de preocuparse? Mantengo el tratamiento con paracetamol cada 8 horas?”, preguntó la madre del niño al doctor. Este último respondió: “Si está de buen ánimo, se alimenta bien y sigue con buenas deposiciones (espontáneas o con estímulo) podemos esperar a vernos en el próximo control.”

Un día después, el bebé ya no tenía fiebre y presentaba síntomas generalmente buenos, pero González se dio cuenta de que en sus deposiciones había una sustancia similar a la sangre. Preocupada por la situación, alerta a uno de los médicos que hoy fue formalizado vía correo electrónico. Acto seguido, uno de los doctores respondió: “Hola! No te preocupes, no es inusual ni es para preocuparse. Mientras esté sin fiebre y de buen aspecto, vamos bien. Mantén las estimulaciones, lo importante es que elimine bien las deposiciones. Saludos!”.

A juicio de la familia, esta es una muestra más de de la conducta adoptada por el querellado, quien constantemente envió mensajes de tranquilidad acerca del estado de salud de bebé, mientras que en los hechos, los intestinos del niño se estaban llenando de desechos que no era capaz de eliminar.

Tras 2 semanas estable, el día 10 de julio de 2018, se concretó un nuevo control médico especializado, al cual asiste sólo uno de los cirujanos. Al contarle las novedades de Máximo, y en particular, que el pequeño había logrado a ratos defecar por sí solo, el facultativo señala que aquello son excelentes noticias y que debían esperar un tiempo más para ver su evaluación. Ese día, uno de los médicos no examina ni palpa al pequeño, sino que solo les indica que debe volver en tres meses más. Les señala además que no hay urgencia en la cirugía.

Urgencia y hospitalización

Al llegar a su hogar en San Antonio, Región de Valparaíso, tras la consulta con uno de los doctores, Máximo pasó una de sus peores noches, no pudo conciliar el sueño, sin querer comer y demostrando mucho malestar. Durante esa noche le subió la temperatura.

Al día siguiente, sus padres angustiados al ver el sufrimiento de su hijo y el empeoramiento de sus síntomas, decidieron enviar otro correo electrónico a primera hora de la mañana a uno de los facultativos informándole lo sucedido y pidiendo orientación. “Le di paracetamol. Ahora bien continuaron las quejas y no logró conciliar el sueño en toda la noche, no tuvo deposiciones solito tampoco durante la noche, lloro mucho y hoy al mudarlo le encuentro su guatita muy distendida y dura. Está con muchos gases. Esto influyó notablemente en su apetito, y en las dos oportunidades en que pudo tomar leche la vomito toda. Doctor dígame en este caso se me junto toda la sintomatología, ¿es recomendable irme con él a Santiago inmediatamente?”, consultó la madre del niño.

Ante la evidente gravedad del estado del pequeño, sus padres deciden ir a Santiago al Hospital Clínico UC. Máximo ingresa por Urgencias, en donde se le evalúa como “paciente grave”, “en malas condiciones generales, mal perfundido, saturando bien, taquicárdico”. Es de inmediato internado en la Unidad de Cuidados Intensivo de Neonatología y no volvería a salir de tal unidad.

“Los querellados observan al niño. Uno de los doctores le informa a sus padres que sus síntomas calzan con una enterocolitis secundaria a su enfermedad de Hirschprung. En términos sencillos, la enfermedad de Hirschprung mal tratada causó en el bebé una obstrucción en los intestinos que empezó a generar su destrucción y sepsis”, consigna la querella. La familia de Máximo no entiende qué está sucediendo y cómo, en una cosa de días, pasaron de tener a su hijo en casa, a tener un niño en el estado que se encuentra ahora”, dice el libelo.

Frente a la gravedad de sus lesiones, producto de la enfermedad, el pequeño falleció el sábado 21 de julio de 2018. “Fernanda lo sostuvo en sus brazos por última vez, y siendo las 23:25, Máximo fallece rodeado de su familia, a sus 45 días de vida”, detalla la acción penal.

En paralelo, la familia presentó una demanda de indemnización de perjuicios en contra de los médicos querellados y el Hospital Clínico UC en la que exigen una compensación de $709.400.000.

Formalización

Esta mañana se llevó a cabo la audiencia de formalización en la que la jueza del Séptimo Juzgado de Garantía, Marcia Figueroa Astudillo ordenó prohibir a los medios de comunicación la divulgación de los nombres de los facultativos a fin de cautelar el principio de inocencia. La magistrada también rechazó la cautelar de arraigo nacional y fijó un plazo de ocho meses de investigación.

La Tercera PM contactó a ambos facultativos querellados y declinaron efectuar comentarios sobre este artículo.

En la misma audiencia el abogado de uno de los imputados, Fernando Díaz, sostuvo que su representado actuó de acuerdo a las normas de su especialidad. Además, recalcó que el 13 de julio de 2018, cuando el niño es dado de alta, su cliente le explica a los padres del menor los cuidados que debían aplicar para llevar a cabo una posterior cirugía.

“No hay ninguna vulneración a la obligación de informar a la unidad del paciente que era un lactante. No se lee en qué sentido que mi representado tenga un arraigo nacional. Es médico y trabaja en el Hospital de la Católica hace 25 años”, añadió.

Por su parte, Red Salud UC Christus respondió a La Tercera PM: “Se ha dado cumplimiento a todas las normas y estándares aplicables al caso y así se ha hecho saber en las etapas procesales que han correspondido en el ámbito de la demanda civil. Estimamos que estamos exentos de responsabilidad en este caso, como lo hemos sostenido en las instancias procesales respectivas”.

Asimismo sostuvo que “como institución estamos preocupados de que la investigación avance y que este tema se aclare prontamente por el bien de todos los involucrados. A su vez, la responsabilidad en materia penal es de carácter personal, por lo que los médicos están siendo defendidos por sus respectivo abogados”.

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