Los efectos en la carrera presidencial opositora tras el “dedazo” de Michelle Bachelet

Michelle Bachelet

El apoyo que entregó la exmandataria a su otrora vocera de gobierno para que asuma el desafío presidencial removió las aguas no solo en el PS sino que también en el resto de la centroizquierda. El espaldarazo del bacheletismo dejó algunos huérfanos como los exministros Heraldo Muñoz y Marcelo Díaz, terminó con la “ilusión” de un apoyo para Daniel Jadue, pero también remeció la eventual opción de Álvaro Elizalde.


Nadie lo puede negar. La firma que estampó ayer la expresidenta Michelle Bachelet a la carta abierta -que hoy cuenta con casi 1.200 rúbricas- en que militantes socialistas promueven la candidatura presidencial de Paula Nárvaez remeció el escenario presidencial de la centroizquierda. La determinación tuvo sus efectos más significativos al interior del Partido Socialista, a pocos días de que un grupo de 14 diputados y algunos senadores le pidieran a su timonel, Álvaro Elizalde, asumir el desafío, instalando el debate para la realización de primarias abiertas y complicando el camino al líder de la colectividad, quien hasta ahora solo tenía en el frente a José Miguel Insulza.

Pero el alcance de la decisión de la alta comisionada para los DD.HH. de la ONU de dejar de lado su prescindencia del debate político local, no solo se reduce a la contienda socialista sino que se extiende -según reconocen en el sector- a varios de los abanderados opositores ya en carrera.

Se complica el camino de Elizalde y se tensiona el PS

La opción de Narváez se venía escuchando desde hace tiempo al interior del PS. Pero fue la carta que impulsaron 14 diputados y algunos senadores la semana pasada pidiéndole al timonel Álvaro Elizalde asumir una precandidatura, lo que terminó precipitando a sus impulsores a irrumpir con su nombre. Y lo hicieron con fuerza.

En medio del vacío en que se encontraba el partido y cuando el líder socialista no ha definido aún si va a competir, la opción de la exvocera del segundo gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet modificó completamente el escenario en que estaba sumido el socialismo desde hace meses ante la negativa de Carlos Montes e Isabel Allende de explorar una candidatura, forzando de forma inmediata el debate sobre la realización de una primaria abierta. “Hasta ahora la directiva no había sido clara sobre la realización de una consulta ciudadana, lo de Narváez contribuye a eso”, dice un dirigente del partido.

De hecho, fue justamente tras la irrupción de la exministra como carta presidencial, que la directiva se comprometió ayer públicamente a proponer al comité central un itinerario que incluya una primaria abierta al interior del partido.

El respaldo de Bachelet a su exministra, reconocen en el PS, fue un “duro golpe” a Elizalde, quien también se desempeñó como vocero del segundo mandato de la alta comisionada. Pero más allá de eso, dicen las mismas fuentes, el apoyo explícito de la exmandataria complicaría el camino presidencial del timonel. Esto porque, de competir, en el partido aseguran que si la carrera contra Insulza se entendía ganada, con Nárvaez en el cuadro el resultado no estaría tan claro.

Las mismas fuentes sostienen que si bien, a diferencia de Elizalde, la también psicóloga no tiene maquinaria partidaria -algo clave para ganar una elección de esta naturaleza- su candidatura podría convocar además de la disidencia a fuerzas independientes y también a algunos desencantados del propio tercerismo.

De hecho, figuras de esa facción -que lidera Elizalde- como la exvicepresidenta de la Mujer del partido, Violeta Reyes, la carta del PS a la municipal de Ñuñoa, Paula Mendoza, y la directora de la Fundación Horizonte Ciudadano, Paulina Vodanovic, firmaron también la carta en favor de Narváez. Con todo, otros en la colectividad aseguran que Narváez tiene poco conocimiento y, por tanto, el senador por El Maule tendría altas posibilidades de imponerse en una primaria en la que se midan ambos.

Pese a eso, Elizalde ha transmitido a sus cercanos que su rol debe estar enfocado en ser garante del proceso y, por lo tanto, se estaría inclinando por no asumir una candidatura. Asimismo, ha dicho que espera que la candidatura de Narváez irrumpa con importante apoyo ciudadano. “No busco ser candidato”, sostuvo esta mañana.

Cercanos a Insulza, en tanto, aseguran que la tesis que ha defendido el parlamentario de realizar una consulta abierta y no decidir al abanderado mediante el comité central, como ocurrió en 2017 cuando el PS apoyó a Alejandro Guillier en desmedro de Ricardo Lagos, se refuerza con este nuevo escenario. Las mismas fuentes sostienen que es clave que el partido presente nuevos liderazgos y reconcurse ante la ciudadanía en un proceso participativo y abierto, sobre todo, tras los resultados de las primarias de alcaldes, en que la colectividad perdió en zonas clave como Pudahuel.

Y si bien la irrupción de Narváez fue bien recibida, en algunos sectores del PS han manifestado preocupación por el tono con que la exjefa de gabinete de la expresidenta, Ana Lya Uriarte, defendió su postulación. La abogada aseguró ayer a La Tercera PM, que si Elizalde decide ser candidato, debe dejar la presidencia del partido. “Le hace un flaco favor a Narváez y genera tensión”, dice un parlamentario que respalda la opción del timonel socialista.

Los exministros que quedan “huérfanos”: Díaz, Muñoz, Vidal, Rincón y Undurraga

Antes del respaldo de Bachelet a Narváez, en la centroizquierda esperaban que la exmandataria no se pronunciara respecto de la carrera presidencial en Chile. Y si bien hoy los candidatos presidenciales -en su mayoría exministros de sus gobiernos, con excepción de Jorge Tarud- aseguran que ven como “natural” que le entregue su respaldo a una militante socialista, lo cierto es que el gesto de Bachelet -dicen- también removió las aguas en la arena presidencial de Unidad Constituyente.

El hecho de que Bachelet escogiera a su exvocera como su candidata dejó “huérfanos” a todos sus exministros en carrera, como su excanciller, Heraldo Muñoz; a su extitular de Defensa, Francisco Vidal; a su extitular del Trabajo, Ximena Rincón; de Obras Públicas, Alberto Undurraga; y Segegob, Marcelo Díaz.

En ese sentido, algunos en el grupo reconocen que les sorprendió el respaldo que entregó la expresidenta a Narváez por sobre a todos sus otros exministros, algo que esperaban que ocurriera más adelante en la carrerera presidencial. En ese sentido, algunos aseguran que los movimientos en el bacheletismo podrían mover la balanza en el partido más gravitante de la oposición y, por tanto, generar una candidatura competitiva para las eventuales primarias de Unidad Constituyente.

Pese a esto, otros descartan haber “esperado” contar con el apoyo de la exmandataria para sus propias candidaturas y cuestionan el significado del “dedazo” de Bachelet. “Quizás ya no estemos en tiempos para los ungidos”, dice uno de ellos.

“Yo soy un bacheletista 100%, entonces comprendo que una militante socialista desde los 18 años como Michelle Bachelet tenga la legítima opción de otra militante socialista que, además, es mujer y fue su ministra. Entonces, esta va a ser una competencia entre bacheletistas. Si yo gano la primaria y Paula la suya, qué mejor que una competencia entre bacheletisitas”, sostuvo Vidal. Y agregó: “Que el bacheletismo mire a otro lado no creo que nos afecte”.

Asimismo, en el sector aseguran que, en caso de que Narváez no se logre imponer en el PS, la apuesta de la expresidenta pueda terminar afectando a su propia figura.

Sin embargo, la mayoría de los precandidatos se negaron a dar su opinión sobre el significado del apoyo de la expresidenta, aunque valoraron la aparición de una nueva candidatura en el PS.

“Estimo que son bienvenidos y bienvenidas todas las opciones presidenciales en el mundo de la izquierda socialdemócrata y me parece que el nombre de Paula Narváez agrega a esta competencia, donde espero que florezcan mil flores”, comentó Muñoz.

En tanto, Undurraga señaló que “el candidato o candidata socialista debe resolverlo el PS. Con todo, más allá de los apoyos de cada uno, espero que lo resuelvan en primarias abiertas, por el bien de la coalición y de la oposición en su conjunto”.

Por su parte, el único que no se vería tan afectado, dicen sus cercanos, sería el diputado exsocialista, Marcelo Díaz, quien se desempeñó como vocero de gobierno en los tiempos de la Nueva Mayoría, pero que hoy forma parte del Frente Amplio y apuesta por un electorado distinto.

Jadue: se acaba la ilusión

Generó inquietud entre quienes lo apoyan y, de hecho, hoy se levantó el hashtag #JaduePresidente en Twitter. Entre los comunistas no pasó desapercibido el claro apoyo que entregó la expresidenta a una candidatura presidencial a su exministra, situación que dejó bajo la alfombra el hecho de que el último gesto político que había realizado Bachelet lo recibió el alcalde de Recoleta y una de las figuras presidenciales mejor posicionadas de la oposición, Daniel Jadue.

El 19 de octubre, ambos coincidieron en un foro sobre mujeres y el proceso constituyente de la Universidad de Santiago, lo que fue leído como un respaldo al edil.

De hecho, en el círculo del alcalde de Recoleta han reconocido la buena relación que tiene este con la alta comisionada para los DD.HH. de la ONU. Comentan que incluso mantienen contacto permanente, por lo que al menos esperaban prescindencia de Bachelet para la carrera presidencial.

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