Los nuevos criterios para declarar a “no infectantes” y el carnet de alta: La prueba de blancura que divide a expertos

TEST COVID-19
Foto: AFP

Mientras varios países del mundo trabajan en una medida similar, no hay consenso sobre los criterios de confianza que entregarían los certificados de alta del Covid-19 o el modo de declarar a los pacientes como no contagiantes.


El sábado pasado, en la última reunión del Consejo Asesor Covid-19 y luego de que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunciara la emisión de un “carnet de alta” para casos recuperados de coronavirus, se ultimó la definición de criterios para declarar a pacientes como “no infectantes”.

Hasta ahora, la aparición de casos con un segundo test PCR positivo -cumplidos los 14 días de confinamiento por enfermedad -y la criticada metodología de “proyección” de los pacientes recuperados, una vez vencida esa cuarentena, el tema en el Minsal estaba pendiente y era un continuo reparo de expertos y académicos.

Pero ya fue anunciado: la definición de quienes han superado el virus tendrá como parámetro, según detalló Mañalich, la forma en la que se cursó la enfermedad: asintomático (14 días desde la confirmación o aparición de síntomas), hospitalizados (14 días tras la salida del centro de salud) e inmunodeprimidos (28 días tras diagnóstico positivo).

Así, y durante la vocería de hoy, el ministro Mañalich fue enfático y citó los lineamientos entregados por el consejo asesor: “Llamamos a los laboratorios, sobre todo cuando se trata de exámenes pagados, y en el seguimiento de los casos positivos, que dejen inmediatamente de hacer PCR de control (...). Puede seguir positivo (después de dos semanas), pero no significa de ninguna manera que esa persona sea infectante”.

Sin embargo, algunos expertos apuestan que el criterio es aún aventurado. Y más aún para entregar “carnet de alta”, medida que también trabajan países como Alemania, Reino Unido, Estados Unidos e Italia, bajo el nombre de certificados o pasaportes sanitarios.

El dilema ético

Desde el departamento de ética del Colegio Médico, la doctora Ana María Arriagada señala que tener una “prueba de la blancura” frente a una infección como el Covid-19 es uno de los temas que vienen: “La entrega de un certificado o carnet se está basando en supuestos que, dentro del gremio médico, no tenemos claridad aún ni evidencia. No sabemos, por ejemplo, bajo qué criterios se está implementando en otros países”.

La facultativa recalca que el criterio más extendido para dar un alta dentro de la comunidad médica sigue siendo un PCR de salida. Con todos los antecedentes sobre la mesa, Arriagadada teme que un instrumento como un carnet de alta, no sea infalible: Hay fuertes dudas técnicas para poder decirle con seguridad a un paciente que está de alta. Las implicancias que eso tiene claro que son éticas, porque son daños a otros pacientes, posibles contactos de este paciente con otros, la implicancia de volver o no a trabajar. También contra la confianza, pues, si esto falla, ¿con qué confianza queda población con respecto al ente sanitario?”.

Pablo Vial, infectólogo y miembro del Consejo Asesor Covid-19, señala que “en toda medida hay dilemas éticos”, sin embargo, detalló que su aplicación entregaría datos de tipo epidemiológico. “La determinación de anticuerpos (vía test rápido y no examen PCR) hay que mirarla por un lado positivo. Nos interesa saber quiénes son todavía vulnerables a la infección, quiénes son susceptibles y quiénes están protegidos”.

Sobre los cuestionamientos referidos a los pocos estudios que aborden la recuperación e inmunidad de pacientes afectados por el coronavirus, Vial señala que hay que tener cautela, pues “la certeza científica en este minuto es mucho pedir, porque el virus ha estado presente en el mundo un poco menos de cuatro meses, pero hay que actuar con los conocimientos que uno tiene en el momento. No podríamos decir que la inmunidad de esto dura tres años. Hay muchas preguntas sin respuesta aún”

Como sea, Jaime Mañalich hoy en el reporte desde La Moneda fue taxativo: “La detección de anticuerpos específicos (inmunoglobina-G) permite señalar que esos pacientes no son infectantes y están recuperados, al menos, por los próximos tres o cuatro meses”.

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