Los sobrinos que sostienen al tío Lionel: la juventud que revitaliza a Messi y a Argentina en el Mundial de Qatar
Un cuarteto de veinteañeros cobra importancia en el renovado equipo de Lionel Scaloni, que ya se inscribió en los octavos de final del Mundial, Todos, eso sí, ya se han generado una amplia experiencia, que justicia que Scaloni los haya llevado al torneo que se disputa en Asia.
Argentina recupera el tranco. La Albiceleste deja atrás el dubitativo comienzo que había tenido en el Mundial, cuando cayó frente a Arabia Saudita, y ratificó las mejorías que había evidenciado ante México para vencer a Polonia e inscribirse en los octavos de final del máximo torneo de fútbol a nivel planetario. Lo hizo ganando su grupo y, sobre todo, revalidando su categoría. Incluso, sobreponiéndose a más imponderables, como que Lionel Messi se perdiera un penal frente a los europeos, en una situación que constituye una excepción a la regla en una carrera en la que el rosarino ha sido prácticamente infalible desde los 12 pasos.
En Qatar, Messi no está solo. Ya quedó suficientemente claro después de las amenazas que le profirió el boxeador mexicano Saúl Álvarez. Canelo le advirtió que era mejor que no se cruzaran, después de haberlo culpado de pisotear una camiseta que considera su bandera. Varios salieron en auxilio de la estrella del PSG. Finalmente, el púgil terminó retrocediendo y retractándose. En la cancha, donde realmente importa, el rosarino también camina acompañado. Por fin, después de mucho tiempo, cuenta con una selección a su medida, que gira en torno suyo. Y, aunque ya no tiene a su lado a Sergio Agüero, su gran amigo, en el camino se ha ido rodeando de valores jóvenes que entienden el plan de Scaloni y, sobre, todo que no tienen problemas a la hora de trabajar al servicio del ex delantero del Barcelona.
Juventud, divino tesoro
Si para Chile la palabra ‘recambio’ resulta traumática, para Argentina el proceso ha sido mucho más esperanzador. La lectura es, en principio, pura lógica: al otro lado de la cordillera hay una mayor amplitud de variantes a la hora de elegir. Y no solo en términos de cantidad. También lo hay en cuanto a calidad y experiencia. Gran parte de los jugadores jóvenes parten tempranamente a medios más poderosos, después de una consolidación rápida en el medio transandino. En esta selección, por ejemplo, los casos de Enzo Fernández, Julián Álvarez, Alexis McAllister y Thiago Almada dan cuenta de esa celeridad. Con 21 años, Fernández luce un currículo que se quisiera cualquier experimentado: ya se lució en River Plate, después de haber experimentado un proceso de crecimiento en Defensa y Justicia, en el que fue campeón de la Copa Sudamericana. Hoy es uno de los puntales en el mediocampo del Benfica, de Portugal.
El caso de Julián Álvarez habla de un auténtico prodigio. Lo sintetiza que en su primer partido como titular ante un Mundial, el del miércoles, frente a Polonia, haya sido capaz de anotar. La historia, eso sí, comienza a escribirse en las generosas canteras del equipo de Núñez, club al que llegó a los 11 años y del que partió con seis títulos, 122 partidos jugados, 54 goles y 31 asistencias. Con esos números y una calidad que salta a la vista cada vez que juega, no era extraño que un club grande desenfundara la billetera para ficharlo. Lo hizo el Manchester City, que lo compró en 25 millones de euros. En el equipo de Pep Guardiola aún vive a la sombra de Erling Haaland, pero aún así ha sido capaz de anotar siete veces en 20 encuentros.
Alexis Mac Allister es otro ejemplo más para la lista. El hijo de Carlos, el recordado Colorado, surgió, como su padre, en las series menores de Argentinos Juniors, que también se caracterizan por producir talentos de alto vuelo. Tres ejemplos: Fernando Redondo, Juan Román Riquelme y Diego Maradona. Desde ese club lo adquirió el Brighton, que luego lo cedió a Boca Juniors. Desde 2020 está de vuelta en el fútbol inglés. El sello forjado en los Bichos Colorados salta a la vista: es un mediocampista técnico, de buenas habilitaciones y ha podido llenar el vacío clave que dejó la ausencia de Giovanni Lo Celso, quien para muchos es el soporte ideal para que Messi luzca en plenitud en su selección.
Almada, con 21 años, completa un cuarteto que es tan real como prometedor. Formado en Vélez Sarsfield, saltó este año al Atlanta United en una transferencia histórica US$ 16 millones que lo convierten en el fichaje más caro de la historia de la MLS. Respondió plenamente a la inversión, convirtiéndose en el mejor jugador de la liga. Eso sí, cuando entró en la lista de Scaloni muchos le cuestionaron por su procedencia. A punta de talento acalló a los escépticos.
Renovación plena
El cuarteto mágico de los transandinos no es casual. Es más, bien, el reflejo de un proceso que ha funcionado, virtualmente, a la perfección. La renovación del conjunto transandino, sobre todo después de las traumáticas experiencias de las Copa América de 2015 y 2016 y del Mundial de Rusia, es evidente. Después de que Lionel Scaloni asumió el combinado en reemplazo de Jorge Sampaoli, el surgimiento de nuevos nombres ha sido una tendencia.
Qatar 2002 puede ser considerado, perfectamente, como una evidencia en ese sentido: solo siete de los 26 nominados habían disputado un Mundial: Franco Armani, Marcos Acuña, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico, Ángel Di María, Lionel Messi y Paulo Dybala. Y, por contrapartida, Emiliano Martínez, Gerónimo Rulli, Nahuel Molina, Gonzalo Montiel, Cristian Romero, Germán Pezzella, Lisandro Martínez, Juan Foyth, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Alexis Mac Allister, Guido Rodríguez, Alejandro “Papu” Gómez, Enzo Fernández, Exequiel Palacios, Lautaro Martínez, Julián Álvarez, Nicolás González y Joaquín Correa se estrenaron en el máximo evento, al menos a nivel de nómina.
Un dato más: con 42 años, Lionel Scaloni es el técnico más joven de la Copa del Mundo.
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