Los votos del Senado que podrían salvar al juez Muñoz

La suerte no está completamente echada para el ministro de la Corte Suprema Sergio Muñoz, cuya acusación constitucional, presentada por los diputados de Chile Vamos y aprobada por la sala de Cámara, se resolverá entre el martes y miércoles de la próxima semana.

Si bien el libelo acusatorio del alto magistrado iba amarrado al caso de la recientemente removida jueza Ángela Vivanco, a diferencia de los diputados, los senadores están obligados a votar por separado cada capítulo de imputaciones.

Muñoz enfrenta un panorama más adverso que en la Cámara, ya que la oposición, que tiene una visión crítica de sus fallos, es mayoría en el Senado y podría aprobar su destitución si los senadores de la UDI, RN, Evópoli y de los partidos Socialcristiano, Republicano y Demócratas actúan alineados.

A pesar de la resistencia en bloque del oficialismo, que tiene una alta valoración del ministro por su rol en los casos de derechos humanos, o que han tenido impacto en políticas sociales, la oposición ya tiene 27 votos de los 26 necesarios. Incluso, podrían llegar a 28 si se suma el independiente Karim Bianchi, quien tiene una visión severa de la crisis del Poder Judicial.

Sin embargo, el ministro, considerado el miembro más poderoso de la Suprema, aún tiene posibilidades por algunos legisladores opositores que no se han formado convicción ante los cargos y las pruebas que se han levantado en su contra. Al magistrado se le acusa de favorecer a su hija -Graciel Muñoz, titular del 12° Juzgado de Garantía de Santiago- con información privilegiada en la compra de un departamento y, además, por no haberla denunciado por haber residido en Italia mientras seguía cumpliendo labores jurisdiccionales.

Una ventana de esperanza para Muñoz abrieron las bancadas de senadores de RN y Demócratas que acordaron dar plena libertad de acción a sus miembros, a diferencia de otros comités opositores, como la UDI y Evópoli, que intentarán actuar coordinados.

En RN, especialmente, hay al menos tres votos en suspenso por diversos factores. Y considerando que los libelos requieren necesariamente de 26 apoyos, cada ausencia, abstención o inhabilidad voluntaria -al igual que los votos en contra- juega a favor del acusado.

Uno de esos votos en suspenso es el de la senadora Paulina Núñez (RN), quien se encuentra de posnatal y aún no está confirmada su asistencia.

También está el caso del senador Francisco Chahuán (RN), quien está casado con Sandra Ibáñez, jueza del Juzgado de Familia de Viña del Mar. En 2020, ante una anterior acusación a un miembro del Poder Judicial, la ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Silvana Donoso, Chahuán decidió prudencialmente “inhabilitarse”, debido a la dependencia jerárquica de su cónyuge con la acusada, a pesar de que no estaba obligado constitucionalmente a restarse de la votación.

El senador Manuel José Ossandón (RN), por su parte, es uno de los que están con dudas y dedicará gran parte del fin de semana a estudiar el caso de Muñoz.

En tanto, en Demócratas, el senador Matías Walker es conocido entre sus pares por tener un criterio restrictivo de las acusaciones constitucionales. Desde que era diputado, suele fundar su voto más en consideraciones jurídicas que políticas.

Por mientras, el Senado ya convocó para el próximo martes a una sesión especial como “día inicial para comenzar a tratar de la acusación constitucional” cursada por la Cámara. La idea es escuchar a las partes ese día y destinar el miércoles 16 a las fundamentaciones de senadores y a las respectivas votaciones.

A diferencia del libelo contra Muñoz, que aún depende de un puñado de votos, en el caso de Vivanco, quien fue sancionada con su remoción este jueves por el Pleno de la Corte Suprema, ya hay consenso transversal de que su situación no es defendible; por lo tanto, es altamente probable que el Senado ratifique casi por unanimidad su destitución, lo que adicionalmente le impediría ejercer cargos públicos por los próximos 5 años.