Luis Fernando Sánchez (republicano) y reforma previsional: “Nos acercamos a un electorado transversal, una mayoría quiere que se defiendan sus ahorros”

Jefe de bancada de diputados republicanos, Luis Fernando Sánchez
Foto: Prensa Partido Republicano

El diputado aborda las críticas de su partido a la iniciativa impulsada por el gobierno y Chile Vamos, y las razones para quedar fuera de un acuerdo transversal. El parlamentario defiende que sí tienen capacidad de dar gobernabilidad al país y reitera sus críticas a Evelyn Matthei y a la coalición de centroderecha. "José Antonio Kast se atrevió a liderar”, dice.


“Matthei no se atrevió a dar la cara ante el país porque sabía que era una posición impopular”, asegura el jefe de la bancada de los diputados del Partido Republicano, Luis Fernando Sánchez, tras el despacho a ley de la reforma previsional.

En entrevista con este medio, el parlamentario defiende la decisión de su colectividad de no sumarse al acuerdo entre Chile Vamos y el gobierno, y recalca que “rendirse a las ideas de la izquierda es algo que le va a hacer daño a Chile Vamos”. En esa línea, advierte que “lo que vemos es un gobierno de izquierda que sale muy fortalecido”.

Ustedes han hecho un balance negativo de la reforma. ¿Qué implicancias políticas tiene?

Las consecuencias las vamos a ir viendo en el tiempo. Lo que sí podemos decir es que, la forma en cómo se aprobó, especialmente en la derecha, evidencia muchas diferencias entre los liderazgos. Algunos liderazgos que salen a dar la cara, que han denunciado con fuerza los efectos nocivos que va a tener esta reforma. Y, por otro lado, tienes otros que han guardado silencio y que finalmente no han sido capaces de liderar su sector hacia las decisiones correctas como resguardar la propiedad de nuestros fondos de pensiones y también el derecho a elegir cómo se invierte esa plata.

¿Se refiere a Evelyn Matthei?

Matthei no se atrevió a dar la cara ante el país porque sabía que era una posición impopular. Sabe que hoy en día la mayoría de los chilenos demandan que se proteja la propiedad de nuestros fondos y ella escondió la mano. En contraste, José Antonio Kast se atrevió a liderar, se atrevió a asumir el rol que él ha tomado con convicción desde el Partido Republicano, que es pelear por el derecho a la propiedad.

¿Cree que Kast sale fortalecido de esta discusión?

José Antonio está mostrando una vez más el carácter y la valentía para asumir todo tipo de debates, por más difíciles que sean, y eso es lo que el país está demandando. Quien quiera gobernar, tiene que asumir la responsabilidad de defender estas posiciones. En esta pasada, el que hizo eso fue José Antonio.

Pero hay quienes plantean que es todo lo contrario, que restarse de los acuerdos es negativo...

Siempre estuvimos involucrados en las conversaciones, lo que no hicimos fue involucrarnos en una cocina dirigida a pegarle un manotazo a ese 1,5% de la cotización y a eliminar los multifondos, que han sido el verdadero motor de la rentabilidad de los ahorros. No íbamos a ponerle nuestra firma a un mal acuerdo, y eso es algo que nos distingue a los republicanos, no nos interesan los acuerdos por los acuerdos, definimos nuestra participación en la medida que ellos sean positivos para Chile.

Bancada republicanos
En la imagen, la bancada del Partido Republicano

¿Y no cree que les pueda afectar haber quedado fuera?

Esto le va a afectar a Chile Vamos por la falta de sintonía total, especialmente con la gente que ellos pretenden representar. Lo que vemos es un gobierno de izquierda que sale muy fortalecido, que logra su cometido, que es hacer retroceder la propiedad individual sobre las cotizaciones y los fondos de pensiones. Y Chile Vamos dejó la puerta abierta a otros cambios mucho más graves que puedan venir hacia adelante. Entonces, los que salen dañados con el electorado de derecha son ellos.

En Chile Vamos apuntan que son un partido con el que no se puede conversar. ¿No ven un costo en eso?

Nosotros nos acercamos a un electorado bastante transversal. Hay una gran mayoría de chilenos que espera que se defienda la propiedad de lo ahorros y eso va mucho más allá de la derecha. No sintonizar con ello y rendirse a las ideas de la izquierda es algo que le va a hacer daño a Chile Vamos. Por eso desde ya estamos trabajando para alcanzar el gobierno y tener una mayoría en el Congreso que nos permita deshacer esta mala reforma.

Pero para ser gobierno no solo necesitan al electorado de derecha. ¿Cómo esperan asegurar gobernabilidad si no muestran capacidad de llegar a acuerdos?

Tener una mayoría contundente en el Congreso es fundamental para lograr el éxito de ese plan de gobierno. Hemos visto que cuando un Presidente no tiene mayoría en el Congreso no logra avanzar en su agenda y por eso también es relevante que cuando eres oposición, no te dediques a administrar derrotas, que es lo que hace Chile Vamos. Estando en el gobierno, aspiramos a tener una mayoría que nos permita orientar esa agenda en la dirección correcta y esperamos contar con apoyo de otros sectores.

En el Consejo Constitucional ya fueron mayoría y no lograron sacar el proceso adelante...

Ese caso es un ejemplo de que logramos convocar a otros sectores políticos en la votación de gran parte de las normas que estaban en ese proyecto. Hubo un problema después al momento del plebiscito. Había una ciudadanía muy desgastada que estaba aburrida con estos procesos constitucionales y nosotros lo habíamos dicho oportunamente antes de que se aprobara ese segundo proceso.

¿Cómo quedó la relación con Chile Vamos?

Difícil. Aquí hemos visto una diferencia muy radical en temas de fondo. Chile Vamos decidió entrar a un acuerdo con la izquierda, con el gobierno. Entonces, evidentemente, es difícil proyectar un trabajo de unidad con un sector que no defiende la propiedad de los ahorros previsionales.

¿Ve posible llegar a ser gobierno con Chile Vamos?

Tendremos que verlo en su minuto, pero obviamente va a ser una gran diferencia quién lo lidere. No es lo mismo un gobierno de Matthei que uno de Kast, que defiende su postura, que lidera a su bancada de diputados, en contraste con Matthei, que se escondió, que influyó por debajo, pero no se atrevió a jugársela por su postura porque sabía que era impopular.

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