Magdalena Piñera y la amistad de la familia del Presidente con Renato Poblete: "Aunque duela, hay que creer"
Presidenta de la Fundación Futuro cuenta que el sacerdote era amigo de sus padres, que la estatua del parque que ya no lleva su nombre la retiraron porque "la gente la rayaba, y con razón", y que no la han fundido. Dice que "esta es la investigación humana que podemos hacer y confío en ella. Ya no están los tiempos para no creer. Recuerda tú cuando muchos chilenos ¡no creían en las violaciones a los derechos humanos!"
"Estoy muy afectada. Quise mucho al padre Poblete, fue muy cercano a nosotros, a mis padres, a Sebastián, mi hermano; fue muy cariñoso con la Fundación Futuro... o sea, es un personaje muy cercano a mi vida. Y a mí me afecta el cuento", es lo primero que dice, menos de 24 horas después de que la Compañía de Jesús reconociera oficialmente -en base a las denuncias investigadas por el Informe Bown- que el sacerdote tuvo una doble vida, en la que abusó de 22 mujeres, tuvo seis parejas, y en la que habría participado en al menos uno de los tres abortos que sufrió una de ellas.
En enero último, Magdalena Piñera Echenique, hermana del Presidente Sebastián Piñera y cabeza de Futuro -brazo histórico de la familia del gobernante- decía estar "boquiabierta y pensativa" al enterarse de los primeros antecedentes contra el cura, y sostenía que si bien quería ser "muy respetuosa y muy empática" con las denunciantes, prefería "esperar la investigación". Poblete fue amigo de sus padres antes que de ella y de su hermano, y por años fue miembro del directorio de la fundación Futuro. El Mandatario llegó a decir que "para mí es un santo", quiso llevárselo de capellán a La Moneda y en su primer gobierno se bautizó con el nombre de Poblete el parque que ya no lleva su nombre. Y se instaló allí una estatua que ya fue retirada.
Pero hoy ella mira su figura con otros ojos, aunque -eso sí- "pensé que el padre Poblete ya se murió. Está en otra dimensión y él tendrá que ver sus cosas con el Padre Todopoderoso y Todomisericordioso".
-Cara a cara con el Creador.
-Claro. Ahora el problema es nuestro. Uno ve muchas cosas que creo que podemos sacar, de este dolor inmenso, una oportunidad: ¿Qué sociedad, qué tipo de lazos tenemos, que no somos capaces de darnos cuenta que la misma persona con que yo me reía, que hacíamos actividades con la Fundación Futuro, con la que colaboré en la mesa Pan y Vino, tenía este otro mundo, y no nos dimos cuenta?
-Cuando hablamos en enero, me dijo que las denuncias la tenían "boquiabierta y pensativa". ¿Qué le pasa cuando escucha de los mismos jesuitas que Poblete tenía una doble vida?
-Es fuerte, por eso te digo. Por eso quiero separar. Evidentemente que estaba boquiabierta y choqueada. En esa ocasión quise ser prudente y te dije "esperemos la investigación", y me alegro haberlo hecho. Y me alegro que los jesuitas hayan tenido los cojones de hacer la investigación en forma rápida, expedita y que la hayan presentado tal cual. Aquí hubo una transparencia total.
Sigue: "En ese sentido, me honra y enorgullece como se están portando. Ahora, ¿Qué pasó en esa compañía antes, que se podía producir este nivel de desconocimiento de un compañero de actividades? Esa pregunta tienen que hacérsela ellos muy profundamente, y que va por sobre los protocolos. Se pueden poner cien protocolos: que tiene que tocar el timbre, que tiene que firmar acá. Pero ¿qué pasa con los protocolos humanos, que alguien puede tener una doble realidad tan disociada, tan esquizofrénica, y que nosotros no nos demos cuenta?".
"Llegó el momento de creer"
-La investigación habla de 22 denuncias de mujeres, cuatro de ellas menores de edad en ese momento; dice que Poblete tuvo seis parejas y que habría cometido algún tipo de abuso contra cinco de ellas, y que hubo tres abortos. ¿Cree todo eso? ¿Tiene alguna duda?
-No, no. Uno en la vida tiene que primero tener la cordura de "esperemos la investigación". Esta es la investigación humana que nosotros podemos hacer y confío en ella. Ya no están los tiempos para no creer. Recuerda tú cuando muchos chilenos ¡no creían en las violaciones a los derechos humanos!
-Por eso mismo, ¿cree en las denuncias sin reservas?
-Ah, no: cuando hay que creer, aunque duela, hay que creer. En enero, era una persona que hizo una denuncia muy fuerte, que todos la conocemos y para qué vamos a repetir. Y la Compañía de Jesús investigó, lo hizo en un tiempo prudente, con audacia y humildad; no empezó con el arreglín. Lo hicieron como corresponde. Y ahora llegó el momento de creer.
-Con todo lo que lo conoció, ¿Qué le pasó entre enero y ayer? ¿Creyó en las denuncias contra Pobelet ayer o ya las había dado por ciertas en el trayecto?
-Desde enero a la fecha uno escuchó mucho que "la investigación viene dura", que "te morís lo que viene" y uno dijo "esperemos". Estaba atenta esperándola. Soy muy cercana a la Congregación de los Jesuitas. Soy miembro del comité editorial de la Revista Mensaje. Y también soy miembro del directorio de Rostros Nuevos, que es del Hogar de Cristo.
"Él era amigo de mis padres, es una amistad heredada"
-¿Cómo se hicieron tan amigos de Poblete su hermano el Presidente, usted, los Piñera Echenique?
-Él era amigo de mis padres. Es una amistad heredada. Y cuando estudié en el Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales (Ilades) un posgrado de estudios sociales, el '84, él fue mi tutor (N. de la R: Poblete fue director del mencionado instituto perteneciente a la Universidad Alberto Hurtado entre 1967 y 1987). También fue muy amigo de mi madre.
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Magdalena Piñera y su hermano Sebastián, el Presidente.
Foto: Rodrigo Sáenz/AGENCIAUNO.[/caption]
-¿De ahí viene el vínculo que lleva a Poblete al directorio de la Fundación Futuro? ¿De sus padres?
-Así es. No es solo una amistad heredada. Uno quiere mucho a los amigos de sus padres porque sí, al que es medio ganso, al que es medio lento. Pero esta fue una amistad heredada que nos honraba. Él hizo aportes innegables en la Fundación Futuro, y también hizo aportes este padre al país, en ponernos en contacto con la pobreza. Eso ¡también es cierto!
"Esto es un remezón sicológico a los chilenos de aprender a mirarnos mejor", dice. Reflexiona: "Y de darnos cuenta -nos guste o no- de que el ser humano es infinitamente bueno y a la vez infinitamente perverso. No lo digo yo, no me voy a hacer la filósofa, lo dijo Blas Pascal. Y dentro de un mismo cuerpo humano, dentro de una misma sonrisa, dentro de una misma mano, existe esta capacidad de un bien muy grande, muy grande (infinito no, porque ese es Dios), y de un mal, de una perversidad, muy profundas".
-Esa vez dijo que Poblete "ya hizo su pega y eso no se le puede quitar". Con lo que ahora usted sabe y cree, esta segunda vida, ¿borra su otra vida?
-Creo que no. Tenemos que abrirnos en forma adulta a ser capaces de entender las insondables capas del ser humano. No lo borra, porque son distintas cosas. No es que uno sea "bueno, bueno" y el otro "malo, malo", ¡no es así! No somos así. Y esto no lo borra: él hizo un gran aporte al país en materia de visibilizar la pobreza, humanizarla. Necesitamos madurar y mirar al ser humano con el que convivimos con ojos más perspicaces. Este doloroso informe de los jesuitas respecto al padre Poblete nos muestra que los seres humanos somos capaces de un gran bien y también capaces de una gran maldad.
Piensa: "El cura Poblete ya se murió. A nosotros nos queda la tarea. Yo soy educadora, ¿cómo explicarle esto a los jóvenes?"
"La gente rayaba su estatua, con razón"
-En el Imperio Romano existía la sentencia damnatio memoriae, una 'condena a la memoria' o 'destrucción del recuerdo': borraban de todo registro a los caídos en desgracia. En la comuna de Padre Hurtado hay un jardín llamado Renato Poblete al que le están cambiando el nombre. Y al parque que inauguró su hermano, el Presidente, lo rebautizaron como "De la Familia". ¿Es adecuado?
-Me parece adecuado porque es una necesidad de los que quedamos acá. Nos ayuda a reencontrarnos con nuestra terapia el quitarle los nombres, lo que no significa que no se hable más del padre Poblete. Me parece pertinente. La estatua del padre Poblete, en el Parque Poblete, estaba entera rayada y genera una agresión en las personas.
-Esa estatua la retiraron del parque.
-Por supuesto. Fue retirada.
-¿No la han fundido ya?
-No. No se ha fundido. Está retirada porque la gente la rayaba. Y con razón. Y ahora la va a rayar con mayor razón, una vez que se constata hoy lo que era una hipótesis. Pero no creo que se saque nada con "no hablemos del padre Poblete, porque a mí me da angustia". Tenemos que hablar.
-¿Dónde está la estatua de Poblete ahora?
-La estatua no está expuesta en el parque. La estatua es de la Fundación Futuro, estaba en comodato. Y ahora no está ahí.
-¿Está en una bodega?
-Está por ahí.
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El Presidente Piñera ante la estatua de Poblete, en el parque que llevaba su nombre, 2014. FOTO:DAVID CORTES SEREY/AGENCIAUNO[/caption]
-Usted, ¿tiene en su casa o en la Fundación Futuro retratos de Poblete? El Presidente, ¿tiene algunos? ¿Qué van a hacer con ellos?
-Eso ya es una cosa personal. Uno anda con su historia, con las fotos de sus hijos, de su marido, de sus padres, aunque hayan sido buenos o no buenos. Aunque hayan sido como son, son sus amistades y sus familiares. Me parece que es entrar en un mundo privado. La foto es irrelevante, es un papel. El tema es qué hace uno con su historia. Yo pensaba anoche cómo mirarnos ahora en forma más íntima. ¿Cómo no se dieron cuenta?
-Fueron más de 40 años. ¿Cree que lo encubrieron?
-No sé. Me atengo a lo que digan ellos.
-¿Qué hará la Fundación Futuro ante esto? ¿Hará una declaración?
-Nada. ¿Qué va a hacer? ¿Para qué? Trabajamos con profesores, estamos llenos de desafíos. Nuestro trabajo tiene que seguir adelante.
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