¿Mantener o no el uso de mascarillas en colegios? Crece el debate por las restricciones en recintos escolares

Regreso a clases presenciales
FOTO KARIN POZO /AGENCIAUNO

Mientras profesores y apoderados evidencian un cansancio por su uso, algunos expertos creen que se debe persistir con el cubreboca.


Cinco meses han transcurrido desde que el gobierno asumió como tal, casi en paralelo -apenas nueve días de diferencia- con el inicio de un nuevo año escolar. Así, a las autoridades entrantes les tocó lidiar, dentro de otras cosas del quehacer ciudadano, con el retorno a clases presenciales tras casi dos años de encierros y pantallas.

Desde su arribo, el nuevo gobierno poco a poco ha ido introduciendo modificaciones a las restricciones y consecuencias ante brotes de Covid, como dejar de catalogar a una persona como contacto estrecho, modificar el Plan Paso a Paso o relajar el uso de mascarilla en ciertos contextos.

Sin embargo, mientras algunos establecimientos y actividades se han ido acercando de a poco a la normalidad, en los colegios las restricciones se mantienen, lo que ha derivado en reclamos de algunos de sus actores y la mirada con recelo de expertos.

Así, por ejemplo, en la sección ‘Preguntas frecuentes’ de las ‘Orientaciones para el reencuentro educativo’ del sitio web del Ministerio de Educación se lee que “dado los altos índices de vacunación en el país, no será necesario establecer aforos en el recinto educativo”. No obstante, añade, “en los recreos el uso de mascarillas es obligatorio”. Esto también corre para las clases, con lo que el cubrebocas está presente durante toda la jornada escolar. “El uso de mascarilla será obligatorio para todos los estudiantes desde los 6 años”, agregan los lineamientos de Educación, donde detallan que su uso podrá exceptuarse al momento de la alimentación y en el caso de estudiantes con necesidades educativas especiales que presenten alguna condición de incompatibilidad.

Esta información, eso sí, no advierte que hay una más reciente entregada por el mismo Mineduc en el documento llamado ‘Medidas sanitarias para establecimientos educativos en el marco del plan Seguimos Cuidándonos Paso a Paso’, donde se lee que “en los recreos, cada comunidad educativa deberá evaluar esta medida según sus condiciones particulares” y que en las fases de medio y bajo impacto sanitario, su uso será voluntario en espacios abiertos, siempre que se cumpla con las condiciones establecidas en el Plan. En espacios cerrados como gimnasios, aun cuando sea para realizar actividad física, el uso es obligatorio.

“En marzo entregamos las definiciones sanitarias a las comunidades educativas, contenidas en el documento Orientaciones para el Reencuentro Educativo. En estas se establece que el uso de mascarillas es obligatorio desde los seis años”, aclaran desde el Mineduc, donde suman que en abril, complementando lo anterior, y siempre siguiendo los lineamientos del Minsal, “se entregó a las comunidades educativas una actualización a raíz de la entrada en vigencia del plan ‘Seguimos cuidándonos Paso a Paso’”. Esta actualización es la que se detalló en el párrafo anterior.

Con todo, algunos expertos entran al debate. “El nivel de cumplimiento de las restricciones en eventos sociales, tanto en espacios cerrados como abiertos, es muy bajo o nulo, lo que destaca la incoherencia de tanta restricción en colegios y gran laxitud en otro tipo de eventos”, analiza Cinthya Urquidi, doctora en salud pública y académica de la Universidad de los Andes.

Un ejemplo de esto es que mientras las autoridades eliminaron el concepto de contacto estrecho, pasando solo a alerta Covid, un curso, nivel o colegio completo puede irse a cuarentena si es que se llega a cierto número de casos positivos de coronavirus.

Mis estudiantes me entienden poco”. “Tengo la cara para la embarrada”. “Los niños se ahogan, pero siguen siendo obedientes”. Son solo algunos testimonios que entregan profesoras consultadas por La Tercera.

Así las cosas, el movimiento ciudadano Escuelas Abiertas, compuesto por padres y apoderados de distintos establecimientos educacionales, ya lleva adelante una campaña para modificar las restricciones en las escuelas.

“Pedimos a las autoridades eliminar la obligatoriedad de las mascarillas en las escuelas y colegios y eliminar las cuarentenas a niños sanos, dos restricciones que aún persisten, son discriminatorias de los niños y niñas respecto a los adultos, entorpecen el retorno a clases y van en contra de una salud integral”, señalan desde el movimiento, donde pretenden entregar una carta con esta solicitud al Presidente Boric, a los ministros de Educación y Salud y al Consejo Asesor Externo.

Y es que, desde la organización ven que si un estudiante que acude a un colegio debe tener puesto el cubrebocas en casi todo momento de la jornada escolar, en la otra vereda un adulto puede acudir a un restaurant, fiesta, concierto o una discoteque y sacarse su mascarilla sin demasiados impedimentos, aun cuando en algunos lugares sigue siendo obligatorio. “La gente se la está sacando, pero en una discoteque o concierto no tendría por qué la gente estar sin mascarilla, si en todo lugar público debe usarse”, advierte Lidia Amarales, exsubsecretaria de Salud Pública y hoy subdirectora académica del CADI de la U. de Magallanes, quien recuerda que en esos escenarios es el dueño del local el que debe hacer la exigencia. En todo caso, sí dice estar de acuerdo con que el uso del cubreboca “tiene que ser coherente desde una mirada de salud pública para todo el país. No puede haber discordancia que unos sí y otros no”.

Por eso último, justifican desde Escuelas Abiertas, su llamado “es urgente, porque los niños, niñas y adolescentes de Chile pasan alrededor de siete horas diarias en las escuelas con la mascarilla puesta, muchos deben hacer deporte o jugar al aire libre con mascarilla y ésta afecta el aprendizaje y genera incomprensión por la incoherencia entre lo que deben hacer en las escuelas y lo que hacen en sus casas y barrios”.

Ante lo expuesto, opina Cinthya Urquidi, “la vigilancia del Covid-19 debería pasar a ser centinela en lugares de baja cobertura vacunal, fronteras y aeropuertos; las medidas restrictivas como uso de mascarillas y aislamiento solo en poblaciones de alto riesgo y contagiados; y más bien reforzar la vacunación en los rezagados”.

Eso sí, Cristián Rebolledo, jefe del programa de Políticas, Sistemas y Gestión en Salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, enfatiza primero que “la pandemia sigue y los números no son muy alentadores. Tal vez no es tan crítico como en algún minuto, pero hay situaciones que hacen ver que la actualidad no es buena, con 22 días con una positividad cercana al 15%, con varias muertes a la semana”. Por eso, dice, “en ningún caso” las decisiones deberían ser tendientes a relajar las medidas con niños y adolescentes, aunque confiesa que “a uno le llama la atención que haya permisividad en otros espacios”. Y suma: “Pero ese es justamente el problema: el relajo que se ha generado sobre todo en espacios recreativos”.

Es más, el experto añade que los menores están todo el día compartiendo en sus establecimientos y que es en esos rangos etarios donde el porcentaje de vacunación no es muy alto. “En ese escenario, sin esquema completo de cuatro dosis, hay que tener mayor resguardo con los niños. Es cierto que se ve medio paradojal ser restrictivos con niños y no con adultos, pero ese es otro tema. Lo otro se ha relajado mucho y puede que las medidas en niños resulten incómodas para padres y apoderados, pero ese no debe ser el criterio”.

La exsubsecretaria Amarales coincide: “Debe ser dentro de una estrategia nacional y coherente, es decir, en lugares cerrados seguir usándose mientras no veamos un quiebre en la curva de contagios. No debería haber un cambio de estrategia respecto del uso de mascarilla en lugares cerrados, pero junto con eso es importante que el Pase de Movilidad debería ser obligatorio en todas las actividades públicas, como colegios, restaurantes, fondas o conciertos; en todo espacio donde hay aglomeración de personas. El Pase ayuda a la estrategia de vacunación”.

Quitar la mascarilla debería ser el norte, pero antes de tomar ese paso hay que lograr que haya una cobertura ojalá casi completa a nivel escolar de la vacuna”, refuerza Amarales.

Con todo, el académico Rebolledo sí cree que en los recreos, toda vez que son al aire libre, hay un contacto de bajo riesgo y con mayor distancia, “podría flexibilizarse y protocolizarse”.

¿Y qué dice la Organización Mundial de la Salud (OMS)? “El uso de mascarilla no debe ser obligatorio para los niños de hasta cinco años, en aras de la seguridad y el interés general del niño y dada su incapacidad de utilizar adecuadamente una mascarilla con una asistencia mínima”, se lee en su web, donde junto a la Unicef recomiendan que la decisión de utilizar mascarillas en niños de entre 6 y 11 años se base en ciertos factores como de transmisión, la capacidad del menor para usarla o las posibles repercusiones. Además, dicen que a partir de los 12 años los niños utilicen mascarilla en los mismos supuestos que los adultos.

Consultados en el Mineduc por la posibilidad de flexibilizar el uso de mascarilla, solo señalan que “los lineamos sanitarios para la gobernanza de la pandemia por Covid-19 son definidos por el Ministerio de Salud, con base a estudios técnicos y a las recomendaciones de la Comisión de Respuesta Pandémica. En este contexto, como Ministerio de Educación hemos trabajado en coordinación con el Minsal para la adecuación de las medidas sanitarias al contexto escolar”.

En ese orden, ayer María Begoña Yarza, ministra de Salud, dijo sobre el uso de mascarilla que “hay muchos estudios que indican es que una barrera segura par evitar el contagio de ómicron y otras variantes. También sabemos que en los colegios es muy difícil mantener aireados los espacios, porque estamos en invierno. Le pedimos a los colegios que abran y que haya circulación de aire, pero es muy difícil. Este ministerio y yo en la particular como pediatra le puedo decir a esa organización (Escuelas Abiertas) que mantengamos la mascarilla y que mejoremos la cobertura de vacunación de los niños y adolescentes”.

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