Marcela Ferrés frente a la variante delta: “Los que no están vacunados son los primeros en la fila para pasarlo mal”
Con las fronteras abiertas para chilenos inmunizados, la ampliación de aforos en la mayor parte del país y la reactivación de las actividades sociales, la diseminación de la variante que está causando los principales rebrotes en Asia, Norteamérica y Europa es un foco de preocupación. En este contexto, sumado a la reaparición de los virus y alergias, que podrían confundirse con este nuevo linaje, la infectóloga de Red UC Christus llama a “bajar el umbral de solicitud de PCR en casos respiratorios para identificar a tiempo la variante Delta en Chile”. Hoy el Minsal informó que 4 personas se han contagiado con esta variante por transmisión comunitaria. Otras 55 la han contraído en el extranjero.
El jueves pasado, en una comisión del Senado donde se abordó la obligatoriedad de la vacuna, la infectóloga pediátrica Marcela Ferrés comentó que en las urgencias de los 11 centros médicos de la Red de Salud UC Christus -donde ejerce como jefa del laboratorio de infectología y virología molecular-, “nos hemos encontrado las dos últimas semanas con un 6% de variantes sospechosas de Delta”, cuyos resultados están siendo analizados por el Instituto de Salud Pública.
Y es que, según distintos expertos, hoy se conjugan diferentes factores que, de no manejarse correctamente, podrían generar una tormenta perfecta: las fronteras están abiertas para chilenos vacunados, por lo que se prevé un fuerte incremento de los viajes al extranjero, a la vez que se han flexibilizado las medidas de aforo y multiplicado las actividades sociales que se pueden desarrollar en las comunas más avanzadas en el Plan Paso a Paso.
¿En que puede redundar esto? De no mediar control, advierten, en un nuevo rebrote que nos traslade a la situación que hoy viven países de Asia, Europa y Norteamérica, frente a la variante Delta.
Mientras, con la remisión en la circulación del coronavirus, han reaparecido en el país los tradicionales virus respiratorios y se diseminan las alergias estacionales. ¿El riesgo? Que se presenten cuadros de Covid-19 que pasen desapercibidos, pues la variante Delta trae otra sintomatología, más asimilable a estornudos y congestión nasal que a una infección respiratoria aguda baja, como ocurrió con el linaje original y los que le han sucedido.
En este contexto, Ferrés afirma que es necesario que los PCR se apliquen con un estándar de sintomatología más bajo: “mi sugerencia es bajar el umbral de solicitud de PCR en situaciones respiratorias que se puedan confundir con resfríos comunes, de modo de no perder la posibilidad de identificar la variante Delta, y rápidamente confinar y detectar contactos”.
¿A qué se refiere con “bajar el umbral” del testeo frente a la variante Delta?
El que busca, encuentra. Y en la medida que busquemos vamos a identificar a sujetos infectados que, a lo mejor, por la variedad de la sintomatología que pueda expresar Delta, se nos pueda pasar como otra cosa. Una estrategia sería que ante la presencia de síntomas respiratorios como los descritos en infectados por Delta -como rinorrea (congestión nasal), dolor de garganta, cefalea, fiebre, tos persistente- se haga el examen de PCR o antígeno para SARS-CoV-2 para descartar positivos o confirmarlos, aislarlos, y seguir sus contactos. Por ejemplo, el año pasado no hubo otro virus respiratorio dando vuelta, pero ahora que estamos saliendo ya nos empezamos a resfriar. Y en la medida en que no nos hacemos el PCR, no vamos a saber si es Covid. ¿Dónde identificar nuevos casos? En la población que tenga los síntomas respiratorios, porque allí será el nicho de hallazgo de esta variante Delta si prende de forma tan efectiva como lo ha hecho en el resto del mundo.
¿Es necesario ampliar el testeo, ahora que han bajado los casos?
En este minuto tenemos una disminución de los casos, pero también de sujetos que se testean. Tenemos un 2% de positividad en la Región Metropolitana, y estamos muy contentos por eso (...) pero si tenemos sujetos consultantes nuevamente, un incremento, de a poquito, con algún síntoma respiratorio, es importante que estemos seguros de que ese sujeto que está consultando por sintomatología respiratoria no tenga Covid, y eso lo vamos a confirmar o descartar en un PCR. Tenemos que ser acuciosos en preguntar por contactos estrechos o si está vacunando. Los médicos estamos alerta para que no se nos pase un caso Delta. Por lo tanto, si uno tiene la sospecha: estuvo en un evento, no uso mascarillla y ha tenido algunos malestares -general, muscular, de garganta, síntoma de resfrío y además eres núcleo de infección para otras personas- el paciente puede solicitar que se le haga el PCR, para no arriesgar a otros.
¿En qué se traduce “bajar el umbral”?
No esperar que el sujeto venga con falta de olfato o gusto, ni que tenga fiebre de 39 o dificultad respiratoria, sino que si tiene síntomas respiratorios, vamos a buscar. Además, preguntar si ha tenido conductas de riesgo, porque serían los sujetos que pueden infectarse con más facilidad. Por ejemplo, si aparecen los mocos, que el año pasado no lo vimos, ahora sí lo voy a agregar, pues acuerdo a la información de donde ha habido mucha variante Delta, la rinorrea (congestión nasal) está dentro de los elementos nuevos. Yo prefiero buscar, descartar y tenerlo en la mira como un elemento que me ayude a buscar más casos de forma activa.
¿Sería la fiebre o el malestar generalizado, entonces, un requisito para testearse?
Hay que mirar la definición de caso del Minsal. Pero dado que el PCR esta disponible y todos estamos en pro de identificar mas casos, podríamos bajar el umbral y no requerir la fiebre evidente, mirando que tiene temperatura sobre 38 o 38,5 sino que a lo mejor el antecedente, de ‘mira he estado con fiebre, ayer tuve 37,8 y hoy no lo tengo’. En ese sentido bajar el umbral, no como la foto del minuto sino un conjunto de información asociada a lo que el paciente relata, los signos que encuentre de forma objetiva en el examen físico y la información epidemiológica que es súper trascedente. Si el paciente viene de zona de alto riesgo, donde hay muchos casos, con mayor razón sumo a la balanza información y voy en pos de hacer el examen.
Si se baja el umbral, ¿es posible que aumente la cantidad de casos?
En esta situación de pandemia, que aún no tenemos luces, tenemos que estar atentos a que vamos a tener altos y bajos. Las variantes se producen y van a ser algunas más eficientes en transmitirse, en la medida que se acomoden más en el ser humano, como es la situación de Delta, y que tuvimos hasta junio con la variante Gamma, que todavía es la más eficiente en nuestra población. Estamos súper vulnerables a que si prende una nueva variante en diseminarse en la población habrá gente que responda mal y llegará a la UCI. ¿Quiénes son esos sujetos? Los que no están vacunados son los primeros en la fila para pasarlo mal. Ese es nuestro blanco, que no se nos enferme la gente, ni tan mal para llegar a la UCI ni quedar con secuelas o morir. Lo que tenemos que estar mirando, mapeando, es que el número de casos no se nos dispare, y, si se dispara, identificar en quiénes, a lo mejor los niños, o dónde están las aglomeraciones, o en los jóvenes, en fin. Eso tenemos que estar monitoreando para precozmente identificar si hay un pequeño brote que se puede diseminar y transformar en una tercera ola. Allí está apuntado a bajar el umbral, a identificar a tiempo a la variante Delta o a cualquier otra nueva que vaya a salir.
¿Están circulando otros virus, ya? Si es así, ¿cuáles?
En virus.uc.cl, ahí semana a semana aparece la circulación de virus respiratorios, y lo que ha circulado es rinovirus, que es el virus del resfrío, o sea, congestión nasal, un poco de dolor de cabeza. Eso es lo que hemos visto en la red Metropolitana, que la nutre la UC, Integramédica, la Clínica Alemana, el hospital Barros Luco. Esto es como la ley de la selva de los virus respiratorios: el rinovirus hizo un espacio y entonces se aprovecha.
¿Puede ser que Delta no gane terreno acá, por la presencia de estos otros linajes? ¿O si llega, de todos modos va a ser la dominante?
No lo sé. Tengo la esperanza de que con el gran porcentaje de sujetos vacunados en nuestro medio, con la experiencia que tuvimos con la Gamma, que ha sido tan importante, tengamos una cosa más mitigada, es decir, que no prenda tanto (Delta) como ha barrido en Norteamérica con las otras variantes, pero no podría comprometerme con ningún pronóstico. Por eso es tan importante buscarla con anticipación, hasta debajo de las piedras, porque a lo mejor está esperando un nicho de sujetos no vacunados, más vulnerables, y se replica ahí y hace su fiesta.
Como pediatra, ¿ha observado que la Delta afecte más a los niños?
En Norteamérica y Reino Unido, entre las poblaciones afectadas están las más jóvenes. Probablemente porque están parcialmente cubiertos con vacunas o porque sus conductas son mas de cercanía. Se juntan varios elementos. Hasta la fecha en la UC no hemos encontrados niños infectados con Delta. Pero sí muchos niños con Gamma. Y hospitalizados y graves. En general, el año pasado tuvimos muy pocos niños infectados y hospitalizados. Este año han habido muchos más. Y hemos hecho más exámenes de niños, una población que no ha estado vacunada; esta variante Gamma hizo ‘buenas migas’ con esta población.
Con las salidas y entradas de chilenos, ¿cuándo debemos temer la acción de variante Delta en Chile?
Aquí hay que tener una mirada, ojalá, de barrera de ingreso y, si ingresa la gente, porque ya se ha abierto a los viajeros chilenos, tener bien monitoreado a los que vienen de áreas en que hay circulación alta de la Delta, como Norteamérica y Australia. Que este confinamiento que se les ha impuesto sea efectivo, para que quienes hagan la infección acá no la diseminen de forma activa. Y si entra a circulación comunitaria, y no nos cuidamos o tomamos los resguardos, de mantener las recomendaciones, de distanciamiento, la mascarilla, lavado de manos, la identificación y aislamiento de casos y el seguimiento de contactos (...) vamos a tenerlos rápidamente en el hospital. Una vez que esta en el ambiente, en la comunidad, es cosa de tiempo para tener pacientes en el hospital nuevamente y una tercera ola, que ojalá no sea así. Hoy tenemos que cuidar adherir a todas las medidas de prevención, incluyendo la vacuna, vigilar a quien pudiera estar enfermo y así tratar de abortar la diseminación.
¿Qué tan crucial estima la tercera dosis? ¿Cuál vacuna utilizaría?
La tercera dosis hasta el momento debería recomendarse a la gente con problemas de inmunidad o a quienes han pasado mucho tiempo después de la segunda dosis -se dice que mas allá de los seis meses, cuando cae la respuesta inmunológica que podemos monitorear-, pero sobre todos los que tienen problemas con la respuesta inmune. Sobre la vacuna, yo pondría la que estuviese disponible. Al final es un remover la inmunidad que uno ya tiene, para que se acuerde que estuvo en contacto con algunos pedacitos el virus, y se reactive todo este regimiento de soldados que son todas nuestra defensas y estén atentas a cualquier contacto del virus de verdad.
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