Marcelo Gallardo, el entrenador del campeón de América que se inspiró en la U de Sampaoli
Cuando el casildense comenzaba a ser mencionado como candidato para la banca de Argentina, el Muñeco lo avaló con la referencia al cuadro azul que ganó la Sudamericana en 2011. El entrenador argentino también fue alternativa para dirigir a la Selección.
Marcelo Gallardo se sentará hoy en una de las bancas del estadio Monumental. El de Colo Colo, en el River Plate enfrentará a Palestino, por la Copa Libertadores de la que es su último campeón. El técnico del equipo argentino llega como uno de los mejores entrenadores del continente, después de un proceso de consolidación en el que tuvo varios modelos y algunos equipos que lo deslumbraron. En la última categoría aparece uno que lo acercó a Chile: la U de Jorge Sampaoli.
Los azules y el Bolso se midieron en la segunda fase de la Copa Sudamericana de 2011. En la ida, disputada el 13 de septiembre, los universitarios se impusieron por 1-0, con gol de Eduardo Vargas. En la vuelta, en el Parque Central de Montevideo, la victoria otra vez fue para los nacionales, por 0-2. Los goles de Vargas y de Matías Rodríguez sellaron la clasificación estudiantil. Para el Muñeco, más allá de la decepción del resultado, nacía un nuevo referente.
En mayo de 2017, cuando el casildense comenzaba a sonar como opción para la banca de la selección argentina, Gallardo, ya consolidado en River Plate, con títulos a nivel local e internacional, avaló con propiedad una potencial elección en favor de Sampaoli. Incluso reconoció públicamente su admiración por el trabajo del ex DT azul, basado en los conceptos que pudo apreciar en los duelos en que lo enfrentó. "Me ha gustado mucho su trabajo. Me llamó mucho la atención cuando yo me iniciaba como entrenador en Nacional de Montevideo. Me tocó jugar en la Sudamericana con la U de Chile de Sampaoli, y ya como cuerpo técnico habíamos visualizado algo distinto, un equipo con intensidad altísima, con enfoque ofensivo como prioridad", detalló en esa oportunidad a la prensa argentina.
El recuerdo del estratega fue más amplio y específico. "El primer partido que nos tocó jugar fue con la 'U' de Chile de Sampaoli. Tuvimos que ver esos partidos que habían jugado, y ya me había sorprendido. Cuando dije en rueda de prensa que nos íbamos a enfrentar a un candidato a campeón me miraron con cara de 'qué dice este loco'", añadió entonces. Y remató: "Después se dio lo que se dio. El trabajo de Sampaoli vino de mucho tiempo, en la U forjó una idea de juego. Ya se pudo imponer y siguió evolucionando", lo elogió.
Algunas de esas ideas intentó traspasarlas a su escuadra. "Veo similitudes entre ambos. A los dos les gusta atacar, les gusta jugar con defensa alta. Tienen mentalidad ganadora. Son entrenadores que quieren ganar siendo protagonistas", declaró Gabriel Mercado, quien fue dirigido por Gallardo en River y por Sampaoli en el Sevilla, en marzo de 2017.
El tiempo y algunos procedimientos de Sampaoli los alcanzaron a separar. Al Muñeco le disgustó que, a dos meses del Mundial de Rusia, el staff de la selección transandina que encabezaba el ex técnico de la U se reuniera con dos de sus jugadores, Franco Armani y Enzo Pérez, sin que mediara una comunicación formal con los Millonarios. "Me sorprende, porque me enteré primero por los jugadores y luego por los medios de las entrevistas. A nosotros no nos notificaron nada oficialmente", reprochó inicialmente. "No puedo pedir que actúen como yo actuaría. Lo dije porque me sorprendió, más que por enojo", amplió. Sin embargo, la admiración en el plano estrictamente futbolístico se mantiene.
Cuando la Roja se fijó en el Muñeco
La salida de Jorge Sampaoli de la banca de la selección chilena fue otro momento que acercó a Gallardo con el fútbol nacional. El exmediocampista fue una de las opciones que barajó el directorio que encabezaba Arturo Salah, antes de decidirse por Juan Antonio Pizzi. Hubo sondeos preliminares. Incluso se recurrió a la intermediación de Marcelo Salas, estrecho amigo de Gallardo desde que ambos coincidieron como figuras en River Plate, para intentar convencerlo . Después del tortuoso final de la relación entre Sampaoli y la ANFP, en Quilín buscaban un entrenador de un perfil menos controvertido. Gallardo cumplía con ese parámetro y, lo más importante, garantizaba un estilo probado y ganador.
Sin embargo, ni siquiera la intervención del Matador revirtió la decisión del argentino de permanecer en el club bonaerense. El tiempo le terminó dando la razón: no paró de ganar con River Plate hasta la consecución de la Copa Libertadores en la histórica final frente a Boca Juniors, en el Santiago Bernabéu, de Madrid.
"No se avanzó en la gestión, porque prosperó para otro lado", dice Andrés Fazio, ex vicepresidente de la entidad, en alusión a la elección posterior de Pizzi, admitiendo que la idea de que el Muñeco se vistiera de rojo se analizó concretamente.
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