Marta Herrera: “Con Jorge Abbott tenemos visiones bastante distintas y las tuvimos todo el tiempo, pero yo no podía ir más allá”
La única abogada mujer que permanece en la carrera para la cabeza del Ministerio Público es firme en resaltar sus cualidades y distanciarse de la anterior administración, cuya supuesta "continuidad" es la piedra de tope para ser aceptada por los senadores. Al analizar los reparos en su contra los califica de "injustos e infundados" y cuestiona que estos últimos años "no hubo una focalización adecuada respecto de las demandas de la ciudadanía".
Aunque la última semana ha sido blanco de cuestionamientos, ya que su candidatura es asociada al exfiscal nacional Jorge Abbott, la abogada y jefa Anticorrupción Marta Herrera se mantiene firme en defender sus credenciales con miras a convertirse en la primera mujer en liderar el Ministerio Público.
Descarta de plano la idea de que le pueda jugar en contra el no haber ejercido como fiscal, pues subraya que su trayectoria en el ente perseguidor, de más de dos décadas, le ha permitido tener un conocimiento acabado de la institución que aspira dirigir y desde ahí darle un giro rotundo a todas las anteriores gestiones. En entrevista con La Tercera PM, una de las cartas que resuena para ganar este concurso, resalta cuáles son las diferencias que la distancian de su exjefe y que es lo que la distancia del Congreso, quien tiene la última palabra en el proceso.
“Estoy segura de que con Jorge Abbott tenemos una visión distinta respecto del rol de la Fiscalía dentro del sistema y del liderazgo que hay que ejercer. Junto con tener personalidades y estilos profesionales totalmente distintos, tengo total claridad de que efectivamente nosotros tenemos que responder como órgano de persecución penal a la demanda ciudadana y hacernos cargo, además, de la situación actual y de las prioridades actuales en materia de seguridad pública. De hecho, esa es una de las motivaciones importantes que a mí me llevan a postular a este cargo”, manifiesta.
A pesar de que usted ha intentado tomar distancia de la administración de Abbott, los cuestionamientos persisten. ¿Cómo recibe esas críticas?
Considero que son cuestionamientos infundados y, a la vez, injustos, porque la verdad es que como lo planteé en la Corte Suprema y en otras oportunidades, yo tengo toda una carrera en el Ministerio Público, con un primer nombramiento de parte del primer fiscal nacional, Guillermo Piedrabuena. Tengo toda una carrera que es ajena a la administración del exfiscal Abbott. Entonces, me llama la atención los reproches en esa línea, porque en definitiva, yo no estoy marcada por ninguna de las administraciones en las que he trabajado. Particularmente, además, con Jorge Abbott tenemos visiones bastante distintas y las tuvimos durante todo el tiempo, pero yo con mi campo de atribuciones, que está acotado a las materias que entran dentro de mi marco de acción -que son la Unidad Anticorrupción y la Unidad Jurídica- no podía ir más allá.
Menciona que tenía un margen de acción limitado. ¿Qué le hubiera gustado que se hiciera distinto?
No hubo una focalización adecuada respecto de las demandas de la ciudadanía en términos de lo que se requería en torno al sistema de justicia criminal, y respecto del rol que en el sistema de justicia criminal le corresponde al Ministerio Público. Yo creo que se desoyó un poco por parte de la Fiscalía esa demanda. Tendríamos que haber tenido un rol mucho más fuerte, por ejemplo, en el trabajo en la Macrozona, en materia de lo que pasa en La Araucanía. Creo que nosotros debimos haber ejercido, y quiero que así lo hagamos, un rol mucho más potente en esa materia, ejercer un liderazgo y un posicionamiento de la Fiscalía que signifique realmente resultados que den respuesta a la exigencia que la ciudadanía tiene con total justificación.
Creo también que tenemos una deuda muy importante en materia de víctimas y que ahí nosotros, quizás, nos concentramos en víctimas mayormente vulnerables, en ciertos delitos, y la verdad es que yo he insistido en que toda persona que pase por el sistema, tiene la calidad de víctima, independiente del delito que se trate, y que hay que entregarles respuestas de manera efectiva y proactiva.
Al exfiscal Abbott también se le cuestionó por la forma de llevar las causas de financiamiento irregular de la política. ¿También tiene reparos en ese sentido?
Sí, incluso en algunos casos lo manifesté públicamente, desde el rol que a mí me corresponde emitir una opinión técnica y basada en los antecedentes de la investigación y con fundamentos. Yo manifesté muchas veces mi opinión contraria, pero las decisiones son de los fiscales regionales o de los fiscales a cargo de las investigaciones. En definitiva, mi rol llegaba hasta emitir opinión. Con muchas fiscalías hemos conformado efectivamente equipos de investigación donde hemos funcionado muy bien, pero eso ya depende un poco de la relación y cómo vamos abordando la investigación desde el inicio.
De hecho Sabas Chahuán, el anterior fiscal nacional, tomó él las riendas de esos casos, pero Abbott las delegó...
Claro, en lo relacionado con los casos de financiamiento ilegal de la política, cuando yo estaba más a cargo de ese tema, lo que hicimos en su momento, para evitar mayores cuestionamientos y dar mayores garantías, fue conformar un equipo que asumió el mismo fiscal nacional Sabas Chahuán con un equipo especializado en la materia y con las unidades que estábamos involucradas. Así funcionaba hasta antes de que Chahuán terminara su período, y ahí yo tuve una pausa por maternidad y volví después de que Jorge Abbott había asumido. Cuando él asumió, tomó la decisión de entregar las causas de platas políticas a fiscales regionales. Fue una decisión con la que yo me encontré cuando llegue del posnatal. Me tocó dar mi opinión y trascendió que yo no estuve de acuerdo en algunas decisiones y emitimos los informes técnicos que nos correspondían.
“Hago un llamado a tener en consideración los aspectos técnicos en la carrera de cada uno”
Cuando indica que las críticas en su contra son infundadas, ¿cree que incide el hecho de que es la única mujer en carrera?
No quiero pensar eso, quiero pensar que efectivamente estamos en una sociedad distinta. Pero claro, cuando yo veo o leo algunas cosas, referentes a que, bueno, ella tiene los pergaminos suficientes, pero tenemos tal y tal críticas, me parece que no hay fundamento suficiente. Yo me siento con la tranquilidad de que efectivamente tengo una trayectoria y una experiencia que me respalda.
Tengo una visión que resulta mucho más sistémica y creo que hay que tener la claridad de que este es un trabajo que necesita una fiscalía fortalecida, pero sin duda un sistema fortalecido. Yo he podido comprobar que tengo la capacidad para coordinar, para trabajar con otros actores y creo que eso efectivamente puede ser un aporte.
Pese a ciertos reproches, su nombre se ha posicionado como una de las cartas que agrada a La Moneda. ¿Cómo asume eso?
No he tenido noticias oficiales de eso, no he tenido ninguna comunicación con el Ejecutivo. Y por supuesto, respeto absolutamente todas las instituciones. Esta es una atribución exclusiva del Presidente Gabriel Boric.
¿Y qué le parece la forma en que el Senado ha ido recibiendo esas señales? También desde ahí hay parlamentarios que la han cuestionado.
Prefiero no pronunciarme, porque, nuevamente, respeto totalmente lo que pueda decidir el Senado. Sí me gustaría enfatizar que así como yo respeto los roles que a cada uno le corresponden en este proceso, también creo que es importante respetar la forma como uno ha hecho el trabajo. A lo menos yo me voy a sentir siempre orgullosa de haber hecho mi trabajo con rigurosidad y con profesionalismo, con absoluta prescindencia política, porque creo que es absolutamente clave en mi rol y en el Ministerio Público en particular.
Nosotros nos tenemos que erigir como un ente técnico y, por lo tanto, no pueden entrar consideraciones que no sean técnicas en la selección del próximo fiscal nacional, ni menos ideológicas. Yo espero que eso sea considerado y se sopese que efectivamente tengo una trayectoria y una experiencia que me avala. Nadie debería tener repercusiones en contra por el hecho de haber hecho rigurosamente el trabajo.
¿Cree que en esta campaña han incidido elementos que no han sido técnicos?
No puedo responsablemente pronunciarme al respecto. No sé cuáles fueron los factores que se han tenido en consideración. Pero insisto en el respeto que debe haber en la forma en que se desarrolla este proceso. Hago un llamado a tener en consideración los aspectos técnicos en la carrera de cada uno, la experiencia y la trayectoria, y dejar afuera otro tipo de consideraciones.
En su momento, eso sí, indicó que le llamaba la atención la alta votación que recibieron José Morales y Ángel Valencia.
Sí, pero ahí no puedo atribuirlo a una situación en específico. Yo había leído que era muy bien vista la perseverancia respecto del fiscal Morales, y respecto de que Valencia, que había una valoración que tenía que ver con que era importante una carta externa.
“He recibido ataques sumamente injustos”
¿Ha habido una campaña sucia?
Creo que ha sido sumamente lamentable todo lo que ha estado saliendo, incluso en algunas notas de prensa que me involucran. Pero lo que se puede decir como favorable es que ha sido parejo, pero que creo que es absolutamente lamentable y me produce una profunda tristeza ver cómo con esto le hacemos simplemente daño a la fiscalía.
¿Se refiere a algún hecho en particular?
No quisiera puntualizar, ha habido de todo, francamente han salido notas de medios que ni conocía. Creo que se manipula información. He recibido ataques sumamente injustos, como decir que yo fui parte de un convenio de la fiscalía con la Iglesia.
¿Eso era falso?
Cuando se firma ese convenio, como ahora, yo era jefa del área jurídica y a mi equipo nos toca ver que los documentos cumplan con los parámetros jurídicos, sólo eso, no entramos en el fondo. De hecho, hubo una ceremonia donde se firmó el convenio. Por cierto, yo no participé, no tenía nada que ver con eso. Y mi rol después fue justamente que a mí me piden que me incorpore en una reunión con el abogado de la Fundación para la Confianza y otras personas. Entonces, cuando yo veo esto y cuando escuchamos efectivamente a las personas, lo que yo digo justamente es que cuando uno comete un error, hay que reconocerlo y simplemente hay que procurar repararlo. Luego, si bien no había errores en lo jurídico, ese convenio se dejó sin efecto a los tres días.
Aquello también ha generado resistencia en sectores feministas. ¿Cómo asume esos cuestionamientos?
Claro, me parece también que es algo que no tiene fundamento porque, volvamos a los roles que a mí me corresponden, yo soy la directora anticorrupción y del área jurídica, no estoy a cargo de áreas de violencia de género. Esas son áreas que no tienen nada que ver conmigo. Entonces, la verdad es que me parece que no tienen fundamento, sobre todo porque yo estoy trabajando en una red latinoamericana, desde la OCDE, donde nosotros insistimos en lo referente a género y corrupción. Eso, se ha convertido como en una de mis principales motivaciones de un tiempo a esta parte.
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