Marta Ornelas, la soprano que dejó su carrera para apoyar a Plácido Domingo
Casada con el tenor español desde 1963, la retirada cantante mexicana de 84 años, además de directora de escena y diseñadora, congeló su carrera musical en los 60 para criar a los dos hijos de ambos, Plácido Jr. y Álvaro. Muchos la señalan como la confidente y brazo derecho del artista, quien ayer fue denunciado por nueve mujeres de acoso sexual reiterado.
Se conocieron en los pasillos del Conservatorio Nacional de Música en Ciudad de México, a comienzos de los 60. Ella ya era una soprano en ascenso cuya voz seducía a la audiencia, y él un novato cantante de zarzuelas que había llegado desde España con su familia en 1949 para probar suerte. Su nombre le quedó grabado tiempo después a Plácido Domingo, cuando Marta Ornelas, su futura esposa, fue elegida la cantante mexicana del año en 1961.
"Llegaba conduciendo un automóvil Mercury y era la niña bonita", contó el tenor español en una entrevista en el 2001. "Triunfó antes que yo, pero dejó su carrera cuando se quedó embarazada de nuestro hijo Plácido. Tenía unas facultades extraordinarias, fue un tremendo sacrificio el suyo", agregó.
Domingo no exageraba. Nacida en Veracruz en 1935, tras su paso por el conservatorio Marta Ornelas comenzó su carrera como soprano en la Ópera Belles Artes de la capital azteca. Luego se unió a la Ópera Nacional de Israel, donde fue la voz principal durante dos años y medio y tuvo roles en piezas como Così fan tutte, El barbero de Sevilla, Fausto, Don Giovanni, Las bodas de Fígaro y La bohème. Su favorita, sin embargo, siempre fue la Carmen de Bizet.
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Plácido Domingo y Marta Ornelas en los años 80.[/caption]
Para 1963, año en que ambos contrajeron matrimonio, el tenor tenía 21 y ella 26. Domingo ya tenía a sus espaldas un matrimonio fallido con la pianista Ana María Cue, con quien se había casado en 1957, a los 16 años, y tuvo a su primer hijo, José. El cantante ha dicho que incluso no le fue fácil convencer a Ornelas de convertirse en su segunda esposa. Mucho menos a su suegra. "En aquella época un chico que se casa con 16 años y se divorcia al año siguiente con un hijo, no era ninguna ganga", contó a El País.
Tu voz o la mía
A los dos años de casados nació el primer hijo de la pareja Domingo Ornelas, Plácido Jr., y tres después, Álvaro. Fueron tiempos convulsos para ambos: mientras el nombre de Plácido Domingo crecía con fuerza en la música clásica, con constantes viajes a Europa y Estados Unidos, Marta Ornelas vio truncadas sus propias ambiciones artísticas al tener que hacerse cargo de la crianza de los dos pequeños.
"Le dije a mi marido que no podía ser madre, esposa suya y cantar todo a la vez. Me di cuenta de la envergadura de la carrera de Plácido", contó Ornelas, hoy de 84 años, en un programa de televisión español y en una de las pocas entrevistas que ha concedido.
Una de las épocas más difíciles para ambos fue cuando decidieron instalarse todos en Barcelona, en plena década de los 70. Vivieron ahí por 8 años, y Marta, que ya había abandonado su carrera, se lo pasaba sola con sus hijos, mientras Plácido Domingo recorría el mundo y permanecía largas temporadas en Viena y Londres. Pese a que los hijos crecieron, ella nunca retomó el canto, aunque sí llegó a dirigir tras el escenario Sansón y Dalila en el teatro de la ópera de Puerto Rico en 1991, y al año siguiente una puesta en escena de Tosca en el Teatro La Maestranza de Sevilla.
En los años posteriores, Ornelas tomó otros proyectos como directora de escena y diseñadora. Uno de ellos fue una versión de Rigoletto para la Ópera de Los Ángeles en 1993. Un año después regresó a Puerto Rico para hacerse cargo de la conducción de El barbero de Sevilla, y en 1995 de La Rondine, para el Oper der Stadt Bonn en el oeste alemán. Esta última producción fue también presentada en la Ópera de Washington, que por entonces dirigía Plácido Domingo.
Sus últimos trabajos los realizó en 2010 con Los cuentos de Hoffmann, ópera de Jacques Offenbach que dirigió para el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, y en 2014 se hizo cargo de la producción de La Traviata en la Ópera de los Ángeles.
Después de 56 años de matrimonio, la prensa ha especulado acerca de su compleja relación con el primer hijo de Plácido Domingo, así como con varios de sus nietos, que en julio pasado fueron señalados como parte de una iglesia apegada a la Cienciología. Peor aún: la denuncia de acoso sexual en contra del tenor español por parte de nueve mujeres, conocida ayer por un reportaje de la agencia Associated Press, han vuelto a poner a Marta Ornelas al centro y convertido además en una de las víctimas colaterales del caso. Hasta ahora, sin embargo, ha guardado absoluto silencio.
Plácido Domingo ya fue cancelado por las óperas de San Francisco y Filadelfia, donde actuaría en las próximas semanas. Su propia casa lírica además, la Ópera de Los Ángeles, que dirige desde el 2003, anunció una investigación externa para esclarecer el caso. En las últimas horas, sin embargo, el artista ha recibido el apoyo de dos cercanas colaboradoras. Una de ellas fue la cantante española Paloma San Basilio, con quien grabó el álbum Por fin juntos (1991).
"Solo puedo afirmar que el señor Domingo siempre fue un caballero conmigo, un gran compañero y un generoso artista, de los que no abundan, y con el que tuve el privilegio de compartir escenario", expresó San Basilio a través de un comunicado.
Desde Chile también salieron en su defensa, en la voz de la soprano Verónica Villarroel (1965). Ha compartido y colaborado varias veces con Plácido Domingo, incluida la recordada versión de Madama Butterfly en la que el español dirigió a la cantante nacional sobre el escenario de la Ópera Metropolitana de Nueva York, en 2004.
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El tenor español junto a la soprano chilena Verónica Villarroel, en 2014.[/caption]
"En respuesta a las numerosas consultas que se me han hecho con relación a las acusaciones de abuso que recaen sobre Plácido Domingo, me permito informar que mi experiencia al trabajar con él siempre ha sido de un altísimo grado de profesionalismo y respeto", sostuvo Villarroel en un comunicado. "Reconozco en él a una persona siempre dispuesta a entregar sus conocimientos y experiencia, además de ser un gran aporte a nivel internacional, en la música en todos sus aspectos, y en la generación y desarrollo de nuevos artistas. Por otro lado, creo fuertemente que los abusos, cualquiera sea y sin importar de donde provengan, deben ser denunciados".
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