Más de 12 horas: el 37% de los pacientes que llega a urgencia debe esperar ese largo plazo para ser hospitalizado

Cuando una persona llega a la urgencia de un hospital es sometida a un examen para evaluar su complejidad, lo que determina el tiempo que debe esperar para recibir el tratamiento. Luego de esto, y en caso de que su cuadro sea más grave y requiera hospitalización, corre un nuevo plazo hasta que el paciente sea efectivamente ubicado en una cama. Según datos del Ministerio de Salud, en 2022 fueron 468.056 los pacientes que llegaron a las urgencias del país y recibieron indicación de hospitalizarse. De ese grupo, el 63% fue ubicado en una cama antes de 12 horas, mientras que el 37% restante superó ese plazo.

Eso sí, desde los establecimientos asistenciales aclaran que los pacientes en estado grave que necesitan estar internados en alguna unidad de cuidados críticos son movilizados rápidamente. Además, afirman que las personas que esperan ser trasladadas, igual reciben los cuidados en la urgencia. Sin embargo, entre los especialistas advierten que independiente del estado del paciente, no es óptimo enfrentar una espera de medio día.

“Este es un indicador de gestión que es utilizado por los hospitales y que un paciente espere más de 12 horas es mucho y esto empeora cuando hay brotes epidémicos, como el que hay ahora con los virus de de invierno”, sostiene Luis Castillo, exsubsecretario de Redes Asistenciales.

Por otro lado, el presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (Sochimu), Luis Enberg, explica que es casi imposible que las personas sean trasladadas una vez se les indica la hospitalización, sin embargo no deberían pasar más de seis horas. “Siempre que un paciente necesita una cama y permanece en la urgencia por más de seis horas, nosotros encontramos que es excesivo, porque cuando uno decide que el paciente debe hospitalizarse debería moverse a una cama inmediatamente, pero en ningún sistema de salud se realiza. Igual, es un tiempo alto esperar 12 horas, eso significa que durante medio día un paciente está esperando en una camilla esperando a ser trasladado donde va recibir los cuidados definitivos”, explica Enberg.

Ahora, la espera se cursa dentro del área de emergencia, normalmente en un box de atención ambulatoria, donde los pacientes pueden recibir, al menos basalmente, el tratamiento indicado. Sin embargo, el presidente de Sochimu añade que esto también complica el resto de las atenciones: “Eso nos disminuye el espacio en el que nosotros podemos atender nuevos pacientes, nos disminuye la capacidad”.

Pero las cifras del Minsal -obtenidas por la Ley de Transparencia- dejan claro que no en todos los servicios de salud ni en los centros asistenciales es igual.

De los 29 servicios de salud que hay en Chile, dos de ellos -el de Aconcagua y de Arauco- mueven al 100% de los pacientes que requieren hospitalización en menos de seis horas. Un panorama muy distinto al del Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente y al Metropolitano Central, donde el 30% y 37% de las personas, respectivamente, esperan más de 12 horas por una cama para hospitalizarse.

En el Hospital San Camilo de San Felipe, por ejemplo, de las 1.308 personas que llegaron a la urgencia durante 2022 y recibieron indicación de hospitalización, todas accedieron a una cama antes del medio día de espera. Situación que se repitió en 18 hospitales del país.

Pero también hay otros establecimientos donde la mayoría de los pacientes esperaron más de 12 horas, como es el caso del Hospital San José, en la Región Metropolitana, pues de los 2.482 pacientes que en urgencias se les indicó hospitalización, solo 514 aguardaron menos de 12 horas, es decir, el 20%.

Además, de los 81 establecimientos analizados, 45 de ellos derivaron al 80% de los pacientes antes de las 12 horas.

Raúl Aguilar, investigador senior del Instituto de Políticas Públicas en Salud (Ipsuss de Universidad San Sebastián), apunta a que se debería aumentar la oferta hospitalaria para afrontar la demanda: “Faltan camas en Chile. En promedio los países tienen 4,7 camas cada mil habitantes, pero Chile tiene 1,9, por lo tanto, hay que tener más infraestructura. Pero creo que también se pueden hacer (cosas) antes, por ejemplo si uno revisa los datos se observa que hay espacio de gestión”.