Más duros que el oficialismo: Bancada del Partido Republicano “expulsa” a Naveillan por apoyar quinto retiro

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15 DE MARZO DE 2022/VALPARAISO La diputada Gloria Naveillan, durante la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados. FOTO: LEONARDO RUBILAR CHANDIA/AGENCIAUNO

Luego de que la diputada por La Araucanía fuera la única del comité que votara a favor del quinto retiro universal, sus compañeros le pidieron que renunciara a su militancia y que se fuera de la bancada. Ella no accedió. Su expulsión, entonces, es simbólica ya que administrativamente seguirá siendo del comité pero no participará de instancias institucionales, como los tradicionales almuerzos de bancada.


“Lo que pasa en la bancada, se queda en la bancada”. Así respondía ayer uno de los diputados del Partido Republicano al ser consultado por la decisión que tomó el colectivo de expulsar a la diputada del distrito 22 Gloria Naveillan en represalia por haber apoyado el lunes el proyecto de quinto retiro de fondos de pensiones, desmarcándose de sus pares.

La diputada por La Araucanía fue la única de los 15 legisladores que votó a favor del quinto retiro universal y, a diferencia de lo sucedido en el oficialismo -donde no se incurrió en sanciones disciplinarias hacia los “díscolos”- el partido que dirige el senador Rojo Edwards se molestó con su decisión. Esto debido a que los Republicanos habían acordado que toda la bancada votaría en contra tanto de la moción del retiro impulsada por un grupo de parlamentarios, como del retiro acotado promovido por el gobierno.

El voto disidente de Naveillan rompió la apuesta de la tienda de exhibirse como una bancada ordenada y disciplinada que vota de forma alineada los proyectos. Hasta ahora los parlamentarios habían sufragado así casi todos los proyectos de ley, solo se habían generado algunas fisuras y divisiones, como ocurrió con la idea que se evaluó de acusar constitucionalmente al exPresidente Sebastián Piñera.

Fue así que entre los diputados -cuya bancada encabeza Cristóbal Urruticoechea- se empujó el expulsarla de la bancada. Y entre martes y miércoles de esta semana, se le pidió a Naveillan que renunciara a su militancia -que es requisito para sacarla del comité- pero ella no accedió. De ahí que la tienda resolvió que desde ahora no participará de los almuerzos de bancada ni de otra instancia con el resto del comité, por lo que es una decisión más simbólica que administrativa, pues formalmente seguiría siendo de la bancada.

En términos administrativos, la medida disciplinaria contra Naveillan no podría ser una “expulsión” propiamente tal, salvo que ella renuncie o sea desvinculada del Partido Republicano. Al ser militante la administración de la Cámara la integra automáticamente al comité de su colectividad. De hecho, los diputados “obligatoriamente”, dice el reglamento de la Cámara Baja, deben ser parte de un comité.

Sin embargo, el partido sí puede aplicarle sanciones como sacarla de sus comisiones legislativas y derivarla a instancias menos relevantes, bajarla de viajes oficiales o negarle el uso de la palabra dentro de los tiempos que dispone su bancada para discursos en la Sala, no así cuando los mismos comités dispongan que todos los legisladores puedan intervenir en un debate, como ocurrió el lunes pasado frente los proyectos de retiro.

Ella, por su parte, no tiene muchas alternativas para reaccionar, salvo renunciar a su militancia. Por mientras debe acatar las decisiones que adopte el jefe de su bancada.

Gestiones que no llegaron a puerto

La expulsión de Naveillan estuvo antecedida por una serie de llamados que hicieron desde el Partido Republicano para intentar convencerla de que votara en contra el retiro universal. Esto dado que en la tienda de José Antonio Kast había varios legisladores que estaban tentados de aprobar la moción, ante el miedo que existe en la derecha de que a futuro se puedan expropiar los fondos de los trabajadores.

Las gestiones incluyeron llamados del propio Kast y del presidente del partido, José Manuel Rojo Edwards pero según fuentes de la colectividad, no hubo opción de convencerla. Naveillan no se movió de su postura, fiel a su estilo. Esto fue uno de los puntos que más molestó dentro de la tienda.

Ni el jefe de bancada, Cristóbal Urruticoechea, ni la subjefa del comité, Chiara Barchiesi, quisieron referirse al tema. Tampoco abordó el asunto Edwards, la propia Naveillan ni varios diputados que fueron consultados.

El caso de Naveillan es la tercera baja que se produce en el Partido Republicano, pues ya la tienda había tomado medidas disciplinarias contra otros dos diputados. El primero fue Johannes Kaiser, quien tuvo que renunciar a su militancia por dichos misóginos durante la campaña presidencial. El segundo fue Gonzalo de la Carrera a quien el propio Kast le pidió la renuncia, luego de que el parlamentario reconociera la derrota del excandidato en la elección presidencial antes de que el propio comando la asumiera.

De todas maneras ambos diputados siguen siendo parte del comité de la bancada.

Ayer en la tienda, se comentaba que podría haber militantes que eventualmente llevaran a Naveillan al Tribunal Supremo del partido, con el fin de que se le expulse de la colectividad, y así poder finalmente sacarla de la bancada.

Este sería un escenario similar al que ocurrió en la UDI en junio de 2020, cuando fueron llevados al TS los diputados Álvaro Carter, Virginia Troncoso y Sandra Amar por haber aprobado un retiro de pensiones. En esa oportunidad, los tres decidieron renunciar a su militancia.

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