Metro: Fiscalía investiga abuso sexual con circunstancia de violación contra mujer al interior de estación

"Yo voy para el mismo lado", escuchó Marcela M.T, de 40 años, la noche del sábado 13 de octubre, cuando consultaba a otra pasajera del metro cómo llegaba desde la estación Cumming a El Llano. La respuesta vino de un hombre que dijo llamarse Jaime y que también esperaba el vagón en la plataforma del metro.

Marcela, cuya familia vive en La Legua, no reside en la capital y no es, cuenta su hermana Erika, conocedora del transporte público. A las 20.30 horas de esa jornada, había acudido a cenar con un amigo al centro de Santiago y había cargado su tarjeta BIP en El Llano, pero a la hora del retorno prefirió consultar cómo volver. Así conoció a Jaime quien, acusa, la agredió sexualmente en dependencias de la empresa estatal.

En el trayecto entre Cumming y El Llano, el hombre le conversó. Le dijo que ofrecía zapatos en una feria y Marcela le comentó que una de sus hermanas vendía ropa. Él le dio entonces un número de teléfono. Tal vez, le dijo, podrían realizar algún negocio a futuro. Cuando el tren paró en su destino, Marcela se despidió, pero Jaime, portando un objeto cortapuzante le dijo al oído: "Ven para decirte algo". El hombre cordial había desaparecido de golpe y ahora la llevaba contra su voluntad, acusa Marcela, a un rincón del andén.

Según consta en el parte policial realizado en la 12 comisaría de San Miguel, "el sujeto se baja con ella, la arrincona y procede a tocarla por todo el cuerpo y la obliga a que ella le toque el pene por debajo de la ropa".

El relato de Marcela ante el Ministerio Público es aún más crudo. "Me arrinconó y empezó a correr manos por todo el cuerpo, tocándome mis partes íntimas, introduciendo sus dedos en mi vagina, donde me decía 'abrázame para que no se vea' y lo peor de todo, tomó mi mano derecha e hizo que lo tocara". En un descuido, cuenta ella, se arrancó. El hombre, al percatarse de que ya no tenía el control, se dio a la fuga.

El caso, que quedó en manos de la Fiscalía Sur, fue catalogado como abuso sexual con circunstancia de violación. Familiares de la víctima aseguran a La Tercera PM que Marcela constató lesiones en el Servicio Médico Legal y que están a la espera de la revisión de cámaras de la estación donde ocurrió el incidente. Marcela cree que el hombre conocía el sitio, ya que la llevó hasta las cercanías de un ascensor para minusválidos donde ella no logró divisar ningún aparato donde pudiera quedar registro visual.

Con todo, agregan, la existencia de un eventual punto ciego debe ser corroborado, toda vez la mujer estaba en estado de shock y salió corriendo a solicitar ayuda y realizar la denuncia. En el camino, no se habría topado con ningún guardia ni cajero del metro.

Desde la compañía, en tanto, informaron a La Tercera PM que "Metro de Santiago pone a disposición todos sus medios para entregar apoyo a la persona afectada y colaborar con lo que se requiera para la investigación. En estos casos, la empresa ofrece un servicio de asistencia legal gratuita, que implica apoyar la persecución penal de los eventuales agresores a través de un equipo de abogados externos.Asimismo, Metro está analizando los antecedentes disponibles y recabando mayor información para colaborar con la investigación de la fiscalía".