¿Mintió Fuente-Alba ante el contralor? El otro delito que acecha al general
El excomandante en jefe del Ejército podría ser investigado por un eventual perjurio. ¿Pruebas? Las cuatro rendiciones de gastos reservados que hizo, bajo juramento, ante Ramiro Mendoza, en las cuales acreditó que esos fondos se destinaron exclusivamente a labores de inteligencia y seguridad.
¿Mintió ante una autoridad administrativa el general (R) Juan Miguel Fuente-Alba? Esa es la pregunta que varios abogados y personas ligadas al proceso judicial que enfrenta el excomandante en jefe del Ejército se están haciendo.
Esto, luego de que La Tercera diera a conocer un antecedente que está incluido en el procesamiento de la ministra que investiga la causa, Romy Rutherford, y que tiene que ver con las rendiciones de los gastos reservados que hizo Fuente-Alba ante la Contraloría, durante los años 2010, 2011, 2012 y 2013.
Según consta en dicho procesamiento, Rutherford le mostró esas cuatro rendiciones que se hicieron bajo declaración jurada. El ex comandante en jefe reconoció su firma en ellas, dijo que se trataba de una rendición "genérica", que él sólo "suscribía la propuesta que le hizo en su momento el director de Finanzas, en conjunto con el director de Inteligencia" y agregó que no tuvo la "capacidad de revisar toda la información".
La jueza incorporó estos hechos en su auto de procesamiento acreditando que las rendiciones de Fuente-Alba mostraban que los gastos reservados "fueron destinados a actividades de inteligencia, contrainteligencia y seguridad", pero según consta en la evidencia recabada por la ministra estas características no las "posee ninguno de los destinos que realmente se les dio a esos recursos, al tenor de la Ley 19.974 que trata sobre el sistema de inteligencia".
Si esas rendiciones juradas resultan ser falsas, irregulares o derechamente una mentira, ¿podría configurarse el delito de perjurio? La interrogante está sobre la mesa y son varios los elementos que se tienen que tener en cuenta para que Fuente-Alba sume una nueva complicación judicial en su contra.
¿Hubo falsedad intencionada?
La Tercera PM consultó a varios abogados entendidos en estas materias para despejar la pregunta y la mayoría coincide en que Fuente-Alba podría ser perseguido por el delito de perjurio.
Este ilícito sanciona a las personas que declaran bajo juramento algo que en definitiva resulta ser falso, es decir, cuando se falta al juramento.
El profesor de derecho administrativo de la Universidad de Chile Julio Pallavicini asegura que "el hecho de que un comandante en jefe haga una declaración de este tipo, de esta naturaleza, no significa que quede exento de responsabilidad por el uso de esos recursos". A pesar de no ser penalista, Pallavicini afirma que con los antecedentes que se han dado a conocer es una posibilidad de que Fuente-Alba cometiera este delito. "Por supuesto que podría haber perjurio, sobre todo cuando la rendición de las cuentas no calza con el destino que realmente se les dio a esos recursos, eso está mal".
Añade que los gastos reservados son un acto de confianza que el país hace hacia las Fuerzas Armadas (FF.AA.) y que "cuando un general se compra una flota de Audis con cargos a los gastos reservados, claramente hay algo irregular, hay un quiebre de la confianza; es tanto más grave que la pérdida de la plata, la gente deja de creer que estos gastos son reservados".
El abogado penalista Matías Künsemüller coincide con esta visión. "Los imputados de las causas nunca declaran bajo juramento. Pero, efectivamente, si esta declaración es prestada ante un organismo distinto, antes de que haya una investigación penal, sí podríamos estar en presencia del delito de perjurio", dice el socio del estudio PKG Abogados.
Künsemüller lo explica de otra forma: "Si (Fuente-Alba) declaró bajo juramento en un documento que cumple con las solemnidades legales, y dice que hizo tal cosa o gastó la palta bajo determinados fines y eso resultó ser falso, eso podría ser perjurio". Agrega que de todas formas se debiese revisar además las normas de la Contraloría o el Código de Justicia Militar para ver si existirían otras faltas o delitos.
Otro abogado, quien pidió reserva de su identidad, comenta que este delito es súper discutido. En este caso de trata del acto de mentir ante una autoridad administrativa. Y sostiene que sí se podría perseguir penalmente, ya que se tiene "la falsedad y el juramento o promesa que es lo que en definitiva te compromete a decir la verdad".
Sin embargo, añade que este delito tiene que ser doloso, es decir, en el caso de Fuente-Alba él tendría que haber sabido "que la información que está rindiendo es falsa, no sería perseguible si el imputado no fue diligente averiguando la información". Sobre este punto, el general (R) declaró ante la ministra que "firmó estos documentos en el entendido que era el procedimiento habitual, sin ningún ánimo ni intención de querer engañar a nadie".
Dar la cara ante el contralor
Conocedores de la rendición de gastos reservados que hacen los comandantes en jefe de las FF.AA. comentaron a La Tercera PM que la práctica consiste en lo siguiente. Los generales llegan a la Contraloría para reunirse con el contralor de turno. Lo hacen con un sobre cerrado en sus manos. Adentro traen una rendición de los gastos totalmente "genérica" y con ítems de gastos "cerrados".
Ese sobre luego es archivado y listo. Fin del trámite. Fuentes que conocieron este proceso afirman que sólo se trata de "un mero deber de informar" y que al contralor sólo le cabe tener que "creer que el contenido de ese sobre es verdadero y aceptarlo, no puede fiscalizarlo".
La misma fuente concluye que se trata de "una rendición absolutamente pobre y que no sirve de nada, sólo para ir a dar la cara ante el contralor".
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