Monckeberg en las tierras de Cristina: El desafío de administrar una fría relación
"Las diferencias entre el gobierno de Fernández y de Piñera son siderales. Eso puede ser un problema en el sentido de que puede ser una relación más tenue", dice el diputado Marcelo Díaz (PS), ex embajador en Argentina.
El mismo día que el exministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, se instale en su nueva oficina de la calle Tagle 2762 en Buenos Aires para asumir como embajador de Chile en Argentina el 15 de enero, tomará funciones como embajador en Chile el excanciller Rafael Bielsa.
La gestión de ambos personeros despierta interés y hasta algo de morbo. Y es que serán las caras de dos administraciones que distan de ser concordantes, a diferencia de lo que ocurría con Mauricio Macri, que era un reconocido cercano al presidente Sebastián Piñera.
Alberto Fernández está al otro lado de la línea política de La Moneda y lo dejó en claro a poco de asumir, cuando hablando del régimen de Nicolás Maduro, comentó a la prensa que "Piñera metió presas a 2.500 personas y no pasa nada; nadie dice nada, nadie habla nada. Seamos justos", dichos que luego morigeró asegurando que "no quise meterme en la vida de Chile".
La decisión del Presidente Piñera de nombrar a un cercano como el exdiputado RN en una destinación clave como Buenos Aires, da cuenta -según aseguran en el oficialismo- de la importancia que el gobierno le da a la relación con Argentina, que representa un intercambio bilateral de 4.200 millones de dólares. La Moneda optó por un carta con experiencia política como Monckeberg, de cercanía personal con el Mandatario, que deberá subsanar también los baches de gestión de Sergio Urrejola que renunció intempestivamente al cargo en medio de solapadas tensiones.
Desde la Cancillería aseguran que el extitular del Trabajo, que ayer se reunió con el canciller Teodoro Ribera, se instalará al otro lado de la cordillera con el mandato de "fortalecer las relaciones políticas trasversales, empresariales y sindicales". Y de reforzar la gestión ciudadana puesto que hay entre 500 mil y un millón de personas con doble pasaporte.
Los exembajadores Juan Gabriel Valdés y Marcelo Díaz coinciden en que los desafíos de Monckeberg irán mucho más allá de lo formal.
"La relación es vital para los dos países. Hay un enorme bagaje que no puede ser puesto es riesgo. El desafío es mejorar la imagen en el exterior que hoy es mala. eso será una tarea importante", dice el exembajador Juan Gabriel Valdés, quien añade que "aunque la relación entre Chile y Argentina camina sola, hay un desafío cuando son dos gobiernos de signos distintos".
El diputado PS Marcelo Díaz asegura que Monckeberg "tiene oficio político" para manejar la relación con Argentina. "El problema que tendrá es que los argentinos hacen gestión exterior también desde la política, a diferencia nuestra que somos más ascéticos. Ellos tienen un componente en su política exterior mucho más marcado. Y las diferencias entre el gobierno de Fernández y de Piñera son siderales. Eso puede ser un problema en el sentido de que puede ser una relación más tenue".
El empresario Oscar Guillermo Garretón, miembro del consejo empresarial Chile-Argentina de la Sofofa, sostiene que en lo económico lo más crítico es desarrollar la conectividad. "Hacer de Chile un puente es muy importante. Hay un mensaje muy importante entregado por el presidente Fernández antes de la elección, en una visita que hizo a Chile en la cual pude estar, donde manifestó el interés que tenía en las inversiones chilenas que lo pasaron mal durante el periodo del presidente Kirchner. Esa disposición tenemos que valorarla", dijo.
Sobre las relaciones políticas, Garretón enfatiza que "las relaciones pasan por encima de las diferencias políticas. Son demasiado estrechas para que dependan solo de los gobiernos".
Ominami: "Fernández quiere tener una buena relación con Chile"
El ex senador PS Carlos Ominami -cercano al presidente Fernández- enfatiza en que "él quiere tener buena relación con Chile".
"Al embajador le pediría que funcionara sobre los datos de realidad y no sobre las caricaturas que se han hecho del kirchnerismo. Es cierto que hay un cambio. La relación con Fernández es distinta a lo que fue con Macri, pero las relaciones de Estado deberán ser respetuosas".
El exparlamentario, que tiene en agenda un encuentro con Fernández dentro de dos semanas, advierte que el ámbito donde más se notarán las diferencias respecto de la administración de Macri será en la política internacional.
"Argentina va a participar en el Grupo de Lima, pero tiene un punto de vista diferente respecto de Venezuela. Tiene una mirada distinta y eso se hará notar. Eso es un tema de los gobiernos que excederá la gestión del embajador", plantea.
Ominami añade que con la nueva administración argentina será imposible que el gobierno logre apoyo en iniciativas como la nota diplomática que Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay enviaron a la Comisión Interamericana (CIDH) en abril del año pasado donde se pedía al órgano respetar la "autonomía" de los países.
"Ese tipo de iniciativas -como la carta contra la CIDH- no va a hacer posible. Argentina no se va a prestar para cosas de ese tipo de cosas que se insertaban dentro de la política chilena de deterioro de la multilateralidad", aseguró.
La Tercera PM intentó contactar al embajador Nicolás Monckeberg, pero hasta el cierre de esta edición no contestó los llamados.
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