Monckeberg y el peak de contagios en Argentina: “Estamos conversando con el gobierno la forma de garantizar el máximo estándar de salud para el plebiscito”

Nicolás Monckeberg, embajador en Argentina

Nicolás Monckeberg cumplió nueve meses como embajador en Argentina. El exdiputado RN llegó en enero a Buenos Aires cuando preocupaba más el dengue que el coronavirus. Pero desde marzo, cuando el virus se expandió por toda América Latina, le ha tocado vivir en una capital transandina muy distinta a lo que la caracterizaba: sin cafés, fútbol, ni teatros.

El exparlamentario también ha tenido que aprender a ser una bisagra entre el presidente Sebastián Piñera y el presidente Alberto Fernández, con quien el mandatario chileno no tiene la complicidad que tenía con Mauricio Macri. Monckeberg asegura que es una relación que ha ido de menos a más, pero ha tenido sus baches a raíz de las comparaciones públicas que hizo el mandatario argentino con Chile cuando la pandemia parecía más contenida en su país donde se decretó desde el inicio una cuarentena estricta.

Hoy, en tanto, Argentina enfrenta un explosivo aumento de casos. Solo este domingo las autoridades sanitarias de Argentina registraron 9.924 nuevos contagios de coronavirus, un dato que eleva a 471.806 la cifra de positivos desde el inicio de la pandemia. Los datos preocupan y ocupan al gobierno chileno por el eventual impacto que pudieran tener en el desarrollo del plebiscito de octubre en Argentina, el país con más locales de votación fuera de Chile.

¿A qué atribuye el explosivo aumento de casos cuando la pandemia partió más contenida?

Efectivamente los primeros meses la tasa de contagios estaba bastante contenida y la cuarentena se respetaba con extremada rigidez. Sin embargo, hoy hay mucho más movimiento en las calles, más flexibilidad e incumplimiento. De alguna forma la curva de contagios ha subido con la misma velocidad con que ha subido el agotamiento de la gente. Ese es el gran problema de las cuarentenas largas. Las cuarentenas tienen una cierta vida útil y no se pueden hacer muy largas simplemente porque la gente termina incumpliéndolas. Lo cierto es que las autoridades hoy en Argentina están enfrentando una doble complejidad: el peak de contagios y de difuntos y, al mismo tiempo, un peak de agotamiento de la gente.

En mayo y agosto el Presidente Fernández comparó a su país con Chile, ¿cree que el desarrollo de la pandemia allá demostró que eso fue un error?

Desde el primer día he sostenido que las pandemias no son comparables ni causa para competir entre los países. Al revés: las pandemias son oportunidades para colaborar, para actuar en conjunto. Por eso he fomentado encuentros entre los médicos que llevan la estrategia en Argentina con los médicos de Chile, y también ministros de Salud y Economía, alcaldes e intendentes. Hemos hecho más de 15 encuentros, precisamente para compartir las experiencias exitosas y también para contar los fracasos y así evitarlos. Las pandemias nos obligan a colaborar, más que competir.

La semana pasada, el canciller Allamand fue al Congreso para hablar de la preparación del plebiscito en el exterior. Allí anunció que pediría un informe a todos los consulados y expresó su preocupación por el caso de Argentina, por la cantidad de chilenos que votan allá. ¿Cómo se están preparando?

El canciller tiene razón. Argentina es el país con más locales de votación. Hay 15 locales de votación y más de 30 mesas. Son ocho consulados, tres liceos y cuatro recintos privados. En la última elección presidencial votaron cerca de 3.500 personas.

Pero la situación sanitaria en Argentina es delicada. ¿Cómo se compatibiliza eso con las posibilidades de ir a votar?

Le hemos transmitido al gobierno argentino que para nosotros es muy importante la realización de este plebiscito en términos lo más normales posibles, y que estamos llanos a tomar todas las medidas sanitarias para que se pueda realizar a la fecha. El gobierno entiende que para nosotros esto es prioritario, resguardando el proceso. Por lo mismo, hemos hecho una selección de locales de votación que den las máximas garantías. Que sean lugares amplios donde se eviten aglomeraciones de gente. Estamos buscando alternativas para darle más amplitud a los locales de votación. Hasta ahora todos los locales de votación están autorizados y aprobados. Y en el caso de que haya que modificar un local, hasta ahora hemos visto muy buena disposición del gobierno argentino de facilitarnos aquello.

Pero hoy el gobierno argentino establece que sólo puede haber aglomeraciones de hasta 10 personas. ¿Cómo se subsana eso para efectos de la votación?

Hoy, efectivamente, la norma establece que no se pueden reunir más de 10 personas para evitar contagios. Estas son normas que van cambiando permanentemente dependiendo de las cifras de contagios. Estamos conversando con el gobierno la forma de garantizar el máximo estándar de salud al respecto. Si esa norma se mantuviera de aquí a cinco semanas nos obligaría a buscar locales de votación que permitan un distanciamiento importante de las mesas. Pero faltan varias semanas, y si aun esa norma estricta se mantuviera, es posible cumplirla buscando locales con más espacio.

Acá no podrán votar los contagiados. ¿Se aplica la misma norma allá?

Por supuesto, esta semana estamos haciendo un protocolo del Servel donde las mismas normas y condiciones sanitarias se aplican acá. Y me parece de toda lógica para resguardar la salud de las personas, para que ese no sea un desincentivo para votar. La medida es correcta.

¿Cuál es la expectativa de participación en el plebiscito considerando la situación sanitaria actual de Argentina?

Me gustaría que votara mucha gente. Primero, porque la experiencia del voto de chilenos en el extranjero es nueva y es una buena ocasión para que se incremente la votación. Nuestro país tiene un tremendo desafío de salir fortalecido.

El gobierno argentino anunció hace unos meses la distribución en Chile y el resto de América de la vacuna que se prueba allá. ¿Ha seguido ese proceso?

Hay varias vacunas en la etapa de estudio clínico que están avanzadas. Se están probando clínicamente en Chile, entre otros países, donde se está trabajando con una muestra cercana a las 30 mil personas y el principio activo de esa vacuna se va a producir en distintos laboratorios del mundo. Uno de los laboratorios con que se hizo convenio para producir esa vacuna -antes de que sea probada- es argentino y después se va a enviar a otro laboratorio mexicano para el envase. ¡Se trata de un acuerdo privado donde no interviene el gobierno! Quien distribuye es AstraZeneca que solo entregará a los gobiernos y en forma estrictamente proporcional, garantizando el acceso a todos los países al costo. Me he mantenido en contacto con el laboratorio argentino, estoy al tanto de los avances semanales. Tienen contemplado producir a fines de noviembre.

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