Montillo y Dudamel, una relación distante y de altibajos que enreda a la U
El arribo del técnico venezolano coincidió con el anuncio de retiro del argentino y una lesión. Desde ahí no volvió a ser el mismo.
Tuvieron que pasar más de dos años para volver a ver a Walter Montillo en un banco de suplentes. La verdad, pocas veces en su carrera no fue de la partida cuando estuvo en condiciones. Y ahora, apenas en el sexto partido de Rafael Dudamel como entrenador de la U, la Ardilla fue sentado por el venezolano ante Cobresal. ¿Reflejo del pobre comienzo del DT? ¿Sinónimo de la relación entre ambos? ¿Certezas de la consideración que ahora se le tiene al volante? ¿Resultado del anuncio anticipado del retiro?
Desde que el transandino hizo público su deseo de aclarar el futuro contractual y la consiguiente fecha de caducidad, todo cambió en el Centro Deportivo Azul. La relación, si bien se mantiene cordial con la dirigencia, ya no es la misma. Montillo se sintió menospreciado y en el plantel quedaron extrañados con toda la situación.
“Inconscientemente sí golpea (decidir retirarse), es una noticia fuerte que a los jugadores de fútbol, los que vivimos toda la vida de esto, es difícil de tomar. No es que de un día para otro dije que no jugaría más o si ahora me está influyendo o no dentro de la cancha. Por eso hablé con Eugenio, el psicólogo del club, para ver cómo lo podía mejorar. Intento de ser fuerte en los golpes que le da la vida a uno”, dijo al respecto Montillo hoy miércoles.
La corriente de los argentinos aún está shockeada con la partida del mediocampista. Cuentan desde el búnker azul que las caras de asombro fueron evidentes cuando se dio la oncena titular para hacerle frente a Cobresal y Montillo no estaba en ella. Los murmullos posteriores abundaron.
Y es que hay que remontarse hasta el 11 de diciembre de 2018 para encontrar la última suplencia del talentoso jugador. Fue jugando por Tigre, ante Belgrano.
“Es raro porque hace mucho que no me tocaba. El entrenador tiene que tomar decisiones, capaz que vio mejor a un compañero. Pero estoy para apoyar, no cuestiono cuando me ponen ni cuando me sacan. Si estuve tanto tiempo sin ir al banco es porque uno se lo gana, y hay decisiones que hay que aceptarlas, capaz que no me vio bien o vio mejor a un compañero. Somos 25 chicos que luchamos lealmente. Pero si me enojara porque el técnico me saca le estaría haciendo mal a un compañero”, aseguró el volante, quien luego agregó: “No me da lo mismo, cuando pierdo el puesto me da bronca, pero una bronca interna, con ganas de querer mejorarme y ganarme el puesto. Tengo que ser igual, cuando juego o no juego, es la única manera de conformar un buen grupo”.
Hasta antes de la llegada de Dudamel, Montillo era por lejos el mejor jugador de la tienda azul. Y de eso pasó a ser solo alternativa, cuando los puntos más apremiaban al Chuncho. El DT llanero explicó así esa decisión, la que fue netamente técnica y que no le comunicó con anterioridad al jugador: “El plan del partido era desde nuestro 4-3-3 o nuestro 4-1-4-1, darle equilibrio a nuestro juego en los volantes defensivos, que con dos volantes interiores pudiésemos estar más en campo rival, ejercer mejores presiones. Un gol en pelota parada nos cambió todo el plan y dentro del plan estaba ir llevando el partido, tener piernas más frescas, ideas más frescas con Walter. Pero en la adversidad entramos en el desespero”.
Como sea, lo cierto es que el ex Cruzeiro, Santos y Botafogo ya no es el mismo. La diferencia es evidente, a pesar de que sigue mostrando destellos de calidad. Se le nota incómodo en la cancha y su idílica relación con la U ya no es tal. Incluso, cuentan en el CDA, comenzó a evidenciar dolores físicos que antes no tenía, sin muchas razones.
“Desde la última lesión, que coincidió cuando llegó Rafael, no me pude volver a sentir de la misma manera que me sentía antes, estoy en búsqueda de poder ser yo mismo dentro de la cancha para poder ayudar a mis compañeros. A veces la cabeza tiene un papel importante, estoy en esa búsqueda. Siempre trato de no ser mediático”, señaló en conferencia la Ardilla.
Y añadió: “No encuentro una explicación para decir que las cosas no están siendo fluidas como antes. Al no tener nada en todo el año y que de golpe aparezcan algunos dolores que no me dejan ser yo mismo... a veces hay que pedir una mano en el fútbol”.
En público, encima, Dudamel tiende a no hacer muchos intentos por convencerlo de que se quede una temporada más. “Él lo ha dicho públicamente: es una decisión indeclinable”, dijo en La Tercera hace poco, donde agregó que no puede armar el equipo considerando la situación de Montillo: “No puedo tomar decisiones para cada partido hoy, pensando en 2021″.
“Él manifestó que se retiraba el 31 de enero. Siento que hoy no hay las suficientes o necesarias sensaciones para decirle ‘Walter, puedes quedarte un tiempo más, vente y disfrutemos un tiempo más’. Todavía no nos desprendemos de esa etapa recientemente vivida, en la que el jugador deseaba la pronta renovación y nosotros como club manifestábamos la necesidad de algunos días más para poder, aunque se malinterpretó la palabra, evaluación”, aseguró posteriormente en CDF.
El entrenador también ha reconocido ciertos niveles de insatisfacción. “Siento que no se ha soltado a fluir la relación de Walter, Dudamel. El fútbol, que sea solamente fútbol. Hay un gran respeto entre nosotros. Pero yo quiero que llegue pronto, por su tranquilidad, sea cual sea la decisión, seguir o no seguir; quiero llegar a sentir que haya una mayor fluidez, para que él disfrute y nos dé su mayor aporte”, señaló apenas hace una semana.
Montillo, en tanto, describió así su relación con el técnico: “Nos respetamos mucho a la hora de trabajar, sí es verdad que todavía no tenemos la cercanía que tuve con otros técnicos, pero nos conocimos hace poco, nos encontramos con esa decisión que tomé, en esa semana me desgarré el gemelo, nunca pude estar como me gustaría estar físicamente. No tenemos una amistad porque son pocas las amistades que tuve en el fútbol con algunos entrenadores. Si me ve bien a mí, seguramente me puedo ganar el puesto dentro de la cancha”.
Aseguró tajantemente, además, que en público “se fue generando un distanciamiento (con el DT) que no lo hay, que no existe. Nos respetamos mucho, sí”.
Como sea, Montillo, que mantiene firme su postura del retiro a fin de temporada, no está del todo feliz. Y todo desde coincidió con el arribo de Dudamel.
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