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El vínculo chileno de Germana Ferrari, la viuda de Roberto Matta que murió en Italia

La albacea del artista chileno falleció en Tarquinia a los 82 años tras una larga enfermedad. Luego de enviudar en 2002, Germana visitó Chile por lo menos en 10 ocasiones, regaló una pintura a La Moneda e hizo una subasta de grabados del pintor que fue para los damnificados del terremoto en 2010, en Dichato.

Germana Ferrari conoció a Roberto Matta en 1969, tuvieron un hija, Alisée. foto: Archivo Copesa.
En 1967 Roberto Matta finalizaba su relación de pareja más larga con Malitte Pope, la francesa con quien mantuvo un matrimonio de más de una década, madre de sus hijos Federica y Ramuntcho. Sin embargo, el pintor surrealista no se caracterizaba por ser un alma solitaria: dos años después de la ruptura conoció a Germana Ferrari, con quien pasaría el resto de su vida, transformándose en la guardiana de su obra y quien le daría su última hija, Alisée.
La viuda y albacea de Matta, heredera de una fortuna amasada por los laboratorios Ferrari en Italia, falleció ayer en su casa de Tarquinia, a los 82 años y tras una larga enfermedad. Sus restos son velados hoy en Chiesa de l Annunziata, la misma iglesia donde se despidió a Matta en 2002, para luego ser enterrada en la cripta donde yace su esposo, bajo el taller de su casa en Tarquinia, donde la pareja mantuvo su residencia.
La última vez que Germana Ferrari participó de un evento público en Chile, en torno a la obra de Matta, fue para la celebración del centenario del pintor en 2011. Asistió a varias inauguraciones, entre ellas a la exposición Centenario Matta 11.11.11 en el Centro Cultural Palacio La Moneda, donde la albacea facilitó cerca de 30 cuadros, algunos de gran formato (10 metros de largo), además de esculturas nunca antes vistas en el país. 
La curadora de aquella muestra fue Inés Ortega-Márquez, quien mantuvo amistad con el matrimonio desde 1991. "Nos conocimos a través de mi marido Roberto Durán, quien fue comisario del pabellón chileno de  la Expo Sevilla 92, donde Matta hizo una obra. Desde entonces nos hicimos los cuatro grandes amigos, vacacionabamos juntos y salíamos a dar paseos en un auto que a Matta le gustaba decirle 'La guata'. La última vez que la visitamos fue en mayo pasado y estaba bastante deteriorada", cuenta la curadora, quien además revela que Germana visitaba seguido Chile. Tras la muerte del pintor en 2002, habría venido por lo menos en 10 ocasiones. Le gustaba alojar en el Hotel Ritz y visitar Playa Blanca. 

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La curadora Inés Ortega-Márquez, junto a Germana Ferrari en una de las exposiciones de Matta en Chile.[/caption]

"A fines de los 90, el presidente Lagos visitó a Matta en Tarquinia varias veces y lo invitó a Chile, pero él se negaba, sentía que no tenía nada que hacer aquí. A Germana también le daba miedo que él viajara, sentía que podía pasarle algo; pero después que él falleció, ella estrechó su lazo con el país, venía casi cada año e hizo importantes donaciones de obras", cuenta Ortega-Márquez.
Entre los amigos chilenos de Germana se cuenta el ex presidente Ricardo Lagos y su esposa Luisa Durán, Nora de Skármeta, esposa del escritor; los galeristas María Elena Comandari, Ana María Stagno y Luis Binimelli; una de las herederas del Museo de Artes Visuales, Ana María Yaconi y  el pintor Samy Benmayor. Algunos de ellos se reunirían hoy al mediodía en la Catedral de Santiago, donde cuelga un Cristo de cerámica hecho por Matta y donado por Germana. Allí le harían un homenaje y luego "nos iremos a brindar por ella al lugar que consideraba su casa, el Hotel Ritz", cuenta Ortega-Márquez.

Durante el primer gobierno de Piñera, Germana Ferrari regaló el óleo La vida allende la muerte (1973), que permanece colgado en uno de los salones de La Moneda y del que pidió expresamente pudiera ser visitado por el público, solicitud que se ha hecho posible para el Día del Patrimonio. 

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El óleo La vida allende la muerte (1973), fue donado por Germana Ferrari y cuelga en uno de los salones de La Moneda.[/caption]

La viuda donó también grabados a la comuna de La Granja, donde está el mural El primer gol del pueblo chileno, que Matta pintó en 1971, con motivo del triunfo de Allende, viaje al que también vino Germana, de hecho ella misma fue autora de algunos brochazos. Tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, cuenta Ortega, Ferrari realizó una subasta con grabados de Matta, y la recaudación fue donada para los damnificados de la localidad de Dichato.

"Ella dedicó toda su vida a Matta, como persona y como artista. Ha sido una gran defensora y difusora de su obra. Uno de los libros más importantes de Matta fue editado por ella, un catálogo con sus obras que van del 36 al 42. Además ha velado mucho por la autenticidad de la obra de Matta en Chile, donde se lo ha falsificado muchísimo", dice la curadora.
Tras la muerte de Roberto Matta, su herencia se repartió entre su viuda y sus hijos: Ramuntcho, Federica, Pablo (Echaurren) y Alisée. Ahora esta última heredará la parte de Germana y contará con el mayor acervo artístico del pintor. Alisée, quien es diseñadora industrial y tiene una importante compañía dedicada al ramo junto a su marido en Italia, visitó Chile en 2011 para el centenario Matta. "Le encantó la tierra de su padre, con Germana visitaron el norte y los observatorios. Ella está muy interesada en el legado artístico y trabaja en un catálogo razonado de toda su obra", cuenta Inés Ortega Márquez.
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