Música clásica para los cerdos, salmones kosher y pollos halal: El lado B de Agrosuper
Con música clásica en etapa de gestación, de frecuencia modificada para lechones y de juguetes masticables. Así estimula el grupo controlado por Gonzalo Vial Vial la intereacción y alimentación de sus cerdos.
La noticia provocó un remezón en el mercado salmonero accionario del país: Agrosuper, el mayor productor de proteínas de Chile, controlado por el empresario Gonzalo Vial Vial, anunció un acuerdo para comprar AquaChile en US$850 millones y convertirse en un gigante a nivel mundial.
De concretarse la operación –que está supeditada al visto bueno de la Fiscalía Nacional Económica– el grupo ampliaría aún más su portafolio de productos en los mercados en los que participa: pollos, cerdos, pavos, salmón y procesados. Hoy el holding es un gigante y sus cifras lo avalan: $1.608 millones en ventas en 2017 y 58.035 clientes en todo el mundo.
No obstante, el camino que ha surcado el grupo no ha estado libre de polémicas. A la acusación de colusión que presentó la FNE en su contra por coordinar las cuotas de producción de carne de pollo fresca con sus principales competidores (Don Pollo y Ariztía) y la posterior ratificación de la condena por parte de la Corte Suprema en octubre de 2015, se sumó también el descalabro sufrido en la planta de Freirina, donde debió bajar la cortina de su productora de cerdos por las quejas de vecinos por los malos olores.
Pero la empresa asegura que ha aprendido la lección. Así al menos se desprende de su último Reporte Integrado 2017, donde en materia de innovación y bienestar animal destaca que pone a sus cerdos música clásica y sus criaderos de aves cuentan con climatización especial.
"Con música clásica en etapa de gestación, de frecuencia modificada para lechones y de juguetes masticables, hemos estimulado la interacción y aumentado los tiempos de alimentación, mejorando la ganancia de peso y reduciendo la mortalidad", sostuvo la compañía en su informe enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
"Los nuevos sectores de aves están equipados con modernos sistemas de ventilación y climatización que permiten controlar la temperatura y la humedad, lo que favorece a las condiciones ambientales y bienestar de nuestros animales", agregó la firma.
De hecho, a la modernidad de sus instalaciones que se concentran en la Región del Libertador General Bernardo O'Higgins y Valparaíso, se suman también operaciones tan sofisticadas como una planta de procesos de salmones en Quellón (Chiloé) con certificación Kosher para la comunidad judía y cuatro unidades con el sello Halal para la elaboración de productos dirigidos especialmente a consumidores que profesan la religión musulmana.
Desplome en pavos
No todo ha sido buenas noticias para esta empresa. A poco más de dos décadas de ingresar a la propiedad de Sopraval, dado el auge del consumo de pavo en Chile finales de los noventa, su apuesta sufrió su primer revés. Al primer trimestre de este año los ingresos que recibió Agrosuper por la venta de pavo cayeron a su menor nivel en los últimos siete años.
Si en 2016 la venta de pavo para Agrosuper le generó $143.342.350; en 2017 sólo alcanzó $68.243.464. Cifra que está muy por lejos del monto alcanzado en el ejercicio anterior y más lejos aún del histórico 2015, año en que la venta de productos derivados de la carne de pavo le significó al grupo ingresos por un total de $152.030.764.
Los días 4 y 18 de enero de 2017, la producción de pavos de Agrosuper disminuyó en un 54% debido al evento de gripe aviar producido dicho en año.
Último informe
Por otro lado, en tribunales, la compañía al igual que Ariztía y Don Pollo siguen adelante su batalla para evitar el pago de compensaciones a los consumidores que presuntamente resultaran afectadas por la colusión en el mercado de la carne de pollo.
El pasado lunes, Agrosuper presentó un informe elaborado por el economista Gabriel Bitran, que cuestionó duramente el estudio que realizaran Andrés Gómez-Lobo (ex ministro de Transportes) y José Luis Lima a petición de la Fiscalía Nacional Económica. En su documento, la autoridad antimonopolios estimó que el daño provocado por el cartel del pollo para el período comprendido entre 1996 y 2010 superó los US$1.600 millones.
Una visión totalmente distinta es la que tiene Agrosuper. Según el reporte de la avícola "no hay evidencia de que tales daños hayan existido realmente". Ello debido a que "no es claro qué parte del daño, si alguna, fue finalmente soportada por los consumidores finales", insistiendo en su tesis de que la colusión no impactó el bolsillo del consumidor final.
"El informe de Gómez-Lobo y Lima, en su metodología más conservadora, obtiene un sobreprecio promedio de 14% en el período sancionado, generando a Agrosuper un daño estimado superior a 20 millones de UF a sus clientes directos (para poner esta cifra en perspectiva, a la fecha de este informe, esto equivale a US$830 millones o aproximadamente a dos veces el costo de construcción de la central Pehuenche", remató el informe de Agrosuper.
Lea el informe completo en el siguiente link.
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