El polémico cierre de la escuela del Hospital Psiquiátrico de Valparaíso

El pasado 7 de diciembre el Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio oficializó el cierre del aula escolar del Hospital Psiquiátrico del Salvador, donde asistían 14 niños en total, 13 que recibían atención ambulatoria en el establecimiento y uno que era paciente de régimen cerrado.

Esta decisión causó revuelo en todos los niveles: funcionarios del hospital, la comunidad educativa y los padres de los pacientes que este 31 de enero quedaron sin colegio y se enfrentan al desafío de encontrar matrícula en medio de las vacaciones y a dos meses de iniciar el año escolar.

De hecho, Yeny, una de las apoderadas, relata que “la decisión fue demasiado abrupta. A estas alturas es difícil encontrar una escuela con las condiciones necesarias. En estos momentos mi hija está en el aire y por eso estoy preocupada, pero también enojada porque yo había pedido cambio con anticipación y faltando dos semanas para el fin del año escolar nos dan esta noticia, entonces yo me pregunto, dónde están los derechos de los niños”.

Por esta razón han organizado diversas movilizaciones. Incluso la semana pasada, representantes de la Fundación Carolina Labra -fundación a cargo del aula hospitalaria del recinto- llegaron hasta La Moneda para intentar revertir la decisión del servicio. “Nosotros junto con los apoderados vamos a presentar un recurso de protección, porque creemos que es una situación que afecta gravemente, no solo la vida de los niños, sino que a las familias, porque estamos a punto de terminar el año y el 6 de diciembre se dictó esta resolución”, dijo Omar Valdivia, abogado de las familias afectadas, en Radio Cooperativa.

De acuerdo al oficio enviado por las autoridades locales, una de las principales razones por la que se termina este convenio es que “actualmente existen 13 alumnos que se atienden de manera ambulatoria dentro del hospital y nada impide que puedan reintegrarse a establecimientos educacionales con sus pares en un contexto de normalidad”.

Sin embargo, dichas explicaciones no fueron suficientes. El resto de los actores son más críticos de la situación y califican la medida como unilateral y arbitraria, y recalcan que los colegios tradicionales no reúnen las condiciones necesarias para recibir a alumnos en tratamiento psiquiátrico.

El presidente regional del Colmed Valparaíso, Ignacio de La Torre, afirma que “entendemos la importancia de la inclusión e integración de las personas con patologías de salud mental en edad escolar, pero creemos que esto requiere un trabajo colaborativo y coordinado de los pacientes, sus cuidadores, apoderados, sus futuras comunidades escolares y sus equipos clínicos de tal manera de lograr un proceso que los ponga en el centro de nuestra preocupación”.

Consultados por La Tercera, desde el Servicio de Salud señalan que “es importante destacar que la educación para pacientes no se termina, se transforma”.

En ese contexto, explican que el equipo directivo del Hospital del Salvador, en conjunto con los equipos infantil y adolescentes de atención abierta y cerrada, vienen trabajando un proceso de “transformación y cambio” al modelo de salud mental y comunitario, para superar así el modelo asilar que tiene hospitalización.

“Esto significa, en el tema educación y en lo referente al aula hospitalaria, que se transforma, no se cierra, y una vez que el paciente está en condiciones mentales, psiquiátricas y psicológicas de recibir atención educacional, ahí se incorpora a un docente acreditado y capacitado que vaya a las salas del establecimiento, de manera diferenciada, a enseñar y a los cuales se les va a entregar un espacio físico para realizar sus clases. Por lo tanto, el profesor se traslada dentro del recinto asistencial y no afuera”, añaden. Esto, en línea con las informaciones de entendidos en la materia que señalan que los espacios del recinto donde se hacían clases ahora serán oficinas administrativas.

Al mismo tiempo recalcan que “lo que se está haciendo es una transformación de la escuela clásica común con sillas, mesa y pizarra a la labor de un docente que esté en la sala de atención de pacientes en un lugar habilitado para esa tarea. Ahora, cuando un usuario o usuaria se encuentra estable y está dado de alta, implica que debería volver a su casa y a su red educacional normal, escuela-colegio”.